WASHINGTON.— El presidente electo Barack Obama no piensa desaprovechar el tiempo para ordenar el cierre definitivo de la prisión militar de Guantánamo. Según la versión que han hecho circular asesores de su equipo de transición, una de las primeras órdenes ejecutivas que firmará Obama como presidente constitucional de Estados Unidos será el cierre definitivo de ese centro de detención y tortura para hacer realidad así una de las más importantes promesas de su campaña política y responder a las exigencias de organizaciones internacionales como Amnistía Internacional (AI).
Fuentes del equipo de transición han aventurado, incluso, que el presidente Obama podría firmar esta orden el mismo 20 de enero, para marcar así un pase de página con respecto a las prácticas de la administración Bush que, según ya ha adelantado el propio presidente electo, no serán objeto de una cacería de brujas.
“Aunque no hemos tomado decisiones definitivas, mi instinto me dice que lo importante para nosotros es concentrarnos en seguir adelante”, aseguró Obama en una entrevista concedida a la cadena ABC al descartar el inicio de pesquisas contra altos cargos de la administración Bush por haber defendido la práctica de la tortura.
El pasado fin de semana se cumplieron siete años desde que se realizaron los primeros traslados de detenidos a la prisión militar estadounidense en Guantánamo donde aún permanecen aproximadamente 250 sospechosos de pertenecer a distintas células terroristas de Al-Qaeda. En el marco de este triste aniversario, organizaciones como AI han exigido a la administración Obama “una fecha concreta” para concretar el cierre de ese centro de detención e iniciar, al mismo tiempo, “una investigación sobre todas las violaciones a los derechos humanos que se han cometido en la guerra contra el terrorismo”.
La noticia, con el posible cierre de la prisión militar de Guantánamo, coincidió ayer con el urgente llamado de Barack Obama a la administración saliente de George Bush, en favor de liberar el segundo tramo del rescate financiero por 700 mil millones de dólares aprobado desde octubre pasado por el Congreso.
Durante la rueda de prensa que Obama ofreció al término de su entrevista con el presidente de México, Felipe Calderón, el presidente electo de EU expresó su “decepción por la falta de eficacia y transparencia” con la que se han gestionado los primeros 300 mil millones de dólares que ha liberado el Congreso.
“Creo que muchos de nosotros nos sentimos decepcionados por la ausencia de claridad y transparencia; por el fracaso a la hora de fiscalizar el uso de esos recursos en áreas tan necesitadas como el de las hipotecas, crédito al consumo, a los pequeños comercios o a los estudiantes que necesitan préstamos”, dijo Obama al urgir al presidente Bush a no dilatar la espera y liberar el segundo paquete por 350 mil millones de dólares que fue autorizado por el Congreso como parte del plan de rescate financiero.
De ser autorizado por la Casa Blanca, el segundo tramo del plan de rescate se sumaría al paquete de estímulo por un total aproximado de 800 mil millones de dólares que el propio presidente electo ha confeccionado para someter a consideración del Congreso una vez que asuma el cargo.
Fuentes del equipo de transición han aventurado, incluso, que el presidente Obama podría firmar esta orden el mismo 20 de enero, para marcar así un pase de página con respecto a las prácticas de la administración Bush que, según ya ha adelantado el propio presidente electo, no serán objeto de una cacería de brujas.
“Aunque no hemos tomado decisiones definitivas, mi instinto me dice que lo importante para nosotros es concentrarnos en seguir adelante”, aseguró Obama en una entrevista concedida a la cadena ABC al descartar el inicio de pesquisas contra altos cargos de la administración Bush por haber defendido la práctica de la tortura.
El pasado fin de semana se cumplieron siete años desde que se realizaron los primeros traslados de detenidos a la prisión militar estadounidense en Guantánamo donde aún permanecen aproximadamente 250 sospechosos de pertenecer a distintas células terroristas de Al-Qaeda. En el marco de este triste aniversario, organizaciones como AI han exigido a la administración Obama “una fecha concreta” para concretar el cierre de ese centro de detención e iniciar, al mismo tiempo, “una investigación sobre todas las violaciones a los derechos humanos que se han cometido en la guerra contra el terrorismo”.
La noticia, con el posible cierre de la prisión militar de Guantánamo, coincidió ayer con el urgente llamado de Barack Obama a la administración saliente de George Bush, en favor de liberar el segundo tramo del rescate financiero por 700 mil millones de dólares aprobado desde octubre pasado por el Congreso.
Durante la rueda de prensa que Obama ofreció al término de su entrevista con el presidente de México, Felipe Calderón, el presidente electo de EU expresó su “decepción por la falta de eficacia y transparencia” con la que se han gestionado los primeros 300 mil millones de dólares que ha liberado el Congreso.
“Creo que muchos de nosotros nos sentimos decepcionados por la ausencia de claridad y transparencia; por el fracaso a la hora de fiscalizar el uso de esos recursos en áreas tan necesitadas como el de las hipotecas, crédito al consumo, a los pequeños comercios o a los estudiantes que necesitan préstamos”, dijo Obama al urgir al presidente Bush a no dilatar la espera y liberar el segundo paquete por 350 mil millones de dólares que fue autorizado por el Congreso como parte del plan de rescate financiero.
De ser autorizado por la Casa Blanca, el segundo tramo del plan de rescate se sumaría al paquete de estímulo por un total aproximado de 800 mil millones de dólares que el propio presidente electo ha confeccionado para someter a consideración del Congreso una vez que asuma el cargo.
J. Jaime Hernández corresponsal, El Universal, 13 de enero.
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