De entre las muchas disposiciones que rayan en lo ridículo en la nueva ley electoral y sus ya casi 30 reglamentos correspondientes (y que conste que lo de ridículo lo vengo diciendo públicamente desde que se estaba discutiendo la ley, y no sólo ahora por el pleito con las televisoras), este asunto de utilizar los tiempos del Estado para transmitir 48 minutos diarios de publicidad política distribuidos salomónicamente cuatro minutos por hora, sin duda es lo que se lleva la medalla al mérito legislativo.
No sólo la disposición contradice los más elementales principios de la estrategia del márquetin moderno, sino que es una burla para los electores a quienes nos quieren convencer que las nuevas disposiciones abaratan el costo de las campañas electorales, cuando en realidad no sólo le quitaron a los partidos el 60% del gasto de campaña que destinaban a los medios electrónicos y que ahora les sale gratis (a los partidos, porque los tiempos oficiales son un impuesto en especie que grava sobre nosotros, los contribuyentes) sino que además tenemos que pagar un titipuchal de dinero adicional para que los señores del IFE puedan asegurarse del cabal cumplimiento de tan distinguida disposición, convirtiendo así al instituto en la agencia de publicidad más grande y costosa del mundo.
Dejando a los consejeros dirimir con los abogados de las televisoras si amerita o no una multa este asunto de interrumpir cada hora la transmisión de eventos deportivos para pasar en bloque los spots políticos correspondientes, lo cierto es que en términos de la opinión pública y según los datos que recabamos este fin de semana, este asunto lo perdieron el IFE y los partidos políticos.
Es claro que a los electores nos enoja que a fuerza nos sometan al rosario de pautas comerciales de contenido político hasta ahora insustanciales y aburridísimas, es claro también que esta tortura televisiva se la debemos agradecer al IFE y sólo al IFE porque en opinión de la mayoría de los electores las televisoras, al interrumpir las transmisiones, sólo cumplieron con lo que se les había ordenado que hicieran.
Adicionalmente tengan en cuenta que seis de cada diez electores opinamos que con la forma en que transmitieron las televisoras los spots políticos al final nos hicieron un favor, porque hubiera sido mucho peor interrupciones cada quince minutos para endilgarnos dos comerciales políticos.
Sea cual sea el final del primero de los muchos, muchísimos pleitos judiciales que vamos a ver durante este periodo electoral derivados todos de una ley que privilegia trabas legislativas al trabajo electoral y político de los partidos, lo cierto es lo que opina el 51% de las personas que entrevistamos el sábado: con las nuevas disposiciones sólo van a conseguir aburrirnos a todos y profundizar aún más el sentimiento de enojo y desprecio que el elector promedio de este país siente por las cuestiones de la política y de las elecciones.
•• Nota metodológica Encuesta telefónica realizada el 7 DE FEBRERO, considerando 500 entrevistas a personas mayores de 18 años seleccionadas mediante un muestreo aleatorio simple sobre el listado de teléfonos del País. Con el 95% de confianza, el error estadístico máximo que se tiene es de +/- 4.5%
No sólo la disposición contradice los más elementales principios de la estrategia del márquetin moderno, sino que es una burla para los electores a quienes nos quieren convencer que las nuevas disposiciones abaratan el costo de las campañas electorales, cuando en realidad no sólo le quitaron a los partidos el 60% del gasto de campaña que destinaban a los medios electrónicos y que ahora les sale gratis (a los partidos, porque los tiempos oficiales son un impuesto en especie que grava sobre nosotros, los contribuyentes) sino que además tenemos que pagar un titipuchal de dinero adicional para que los señores del IFE puedan asegurarse del cabal cumplimiento de tan distinguida disposición, convirtiendo así al instituto en la agencia de publicidad más grande y costosa del mundo.
Dejando a los consejeros dirimir con los abogados de las televisoras si amerita o no una multa este asunto de interrumpir cada hora la transmisión de eventos deportivos para pasar en bloque los spots políticos correspondientes, lo cierto es que en términos de la opinión pública y según los datos que recabamos este fin de semana, este asunto lo perdieron el IFE y los partidos políticos.
Es claro que a los electores nos enoja que a fuerza nos sometan al rosario de pautas comerciales de contenido político hasta ahora insustanciales y aburridísimas, es claro también que esta tortura televisiva se la debemos agradecer al IFE y sólo al IFE porque en opinión de la mayoría de los electores las televisoras, al interrumpir las transmisiones, sólo cumplieron con lo que se les había ordenado que hicieran.
Adicionalmente tengan en cuenta que seis de cada diez electores opinamos que con la forma en que transmitieron las televisoras los spots políticos al final nos hicieron un favor, porque hubiera sido mucho peor interrupciones cada quince minutos para endilgarnos dos comerciales políticos.
Sea cual sea el final del primero de los muchos, muchísimos pleitos judiciales que vamos a ver durante este periodo electoral derivados todos de una ley que privilegia trabas legislativas al trabajo electoral y político de los partidos, lo cierto es lo que opina el 51% de las personas que entrevistamos el sábado: con las nuevas disposiciones sólo van a conseguir aburrirnos a todos y profundizar aún más el sentimiento de enojo y desprecio que el elector promedio de este país siente por las cuestiones de la política y de las elecciones.
•• Nota metodológica Encuesta telefónica realizada el 7 DE FEBRERO, considerando 500 entrevistas a personas mayores de 18 años seleccionadas mediante un muestreo aleatorio simple sobre el listado de teléfonos del País. Con el 95% de confianza, el error estadístico máximo que se tiene es de +/- 4.5%
María de las Heras, Milenio, 9 de febrero.
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