Desde la tribuna del Senado, legisladores del PRD y PAN defendieron la reforma electoral que aprobó el Congreso frente al conflicto suscitado entre el IFE y las televisoras por la transmisión en bloque de spots de ese órgano electoral y los partidos.
Aunque se abstuvo de participar en el pleno, el PRI matizó al considerar como una “confusión” de las televisoras la irrupción de sus contenidos.
Ricardo García Cervantes, por parte del PAN, aseguró que las empresas televisivas pretenden dañar el proceso electoral federal de este año, al actuar de manera unilateral y caprichosa para descarrilar la aplicación de las nuevas disposiciones en materia electoral.
Consideró que es un acto de “mala fe” de los concesionarios transmitir en bloque los spots, interrumpiendo la programación.
El senador Arturo Núñez (PRD), sostuvo que lo que han hecho las televisoras es asumir el discurso “antipolítico, antipartido y anticongreso, que busca desacreditar las instituciones en aras de los intereses comerciales”.
“No está reñido que en la difusión de los spots, de las prerrogativas de los partidos y de los informes y mensajes de las autoridades electorales se puedan distribuir a lo largo de la hora y conforme con los cortes comerciales”, agregó.
Tanto Cervantes como Núñez advirtieron que las televisoras podrían hacerse merecedoras de la máxima sanción por violar las disposiciones electorales, que es la revocación de la concesión.
Aunque se abstuvo de participar en el pleno, el PRI matizó al considerar como una “confusión” de las televisoras la irrupción de sus contenidos.
Ricardo García Cervantes, por parte del PAN, aseguró que las empresas televisivas pretenden dañar el proceso electoral federal de este año, al actuar de manera unilateral y caprichosa para descarrilar la aplicación de las nuevas disposiciones en materia electoral.
Consideró que es un acto de “mala fe” de los concesionarios transmitir en bloque los spots, interrumpiendo la programación.
El senador Arturo Núñez (PRD), sostuvo que lo que han hecho las televisoras es asumir el discurso “antipolítico, antipartido y anticongreso, que busca desacreditar las instituciones en aras de los intereses comerciales”.
“No está reñido que en la difusión de los spots, de las prerrogativas de los partidos y de los informes y mensajes de las autoridades electorales se puedan distribuir a lo largo de la hora y conforme con los cortes comerciales”, agregó.
Tanto Cervantes como Núñez advirtieron que las televisoras podrían hacerse merecedoras de la máxima sanción por violar las disposiciones electorales, que es la revocación de la concesión.
Jorge Monroy, El Economista, 5 de febrero.
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