CARACAS.- Los venezolanos viven en un ambiente de suspenso. Los síntomas que aquejan a la economía están a la vista -caída del ingreso petrolero, desaceleración económica e inflación- pero ignoran el remedio que prescribirá el Gobierno.
Aunque el Presidente Hugo Chávez -quien hoy cumple 10 años en el poder- había dicho que anunciaría en enero medidas económicas, recientemente garantizó a sus seguidores que no se verán afectados por ninguna crisis.
"El precio del petróleo se estabilizará como lo logramos hace seis años. El precio, pónganmelo en cero dólares y Venezuela no entrará en crisis. Tengo cómo responder", afirmó Chávez en un acto de campaña por la reelección indefinida.
El crudo es clave para la economía local: representa 93 por ciento del total de las exportaciones y casi 50 por ciento del ingreso fiscal. Entre julio pasado y este mes, la cesta petrolera venezolana cayó cerca de 70 por ciento.
En 2008, Venezuela obtuvo 92 mil 927 millones de dólares por exportaciones petroleras. Si el precio promedia 60 dólares por barril, como prevé el presupuesto 2009, el país recibiría 35 mil 924 millones de dólares, es decir, una disminución de 62 por ciento.
El Gobierno alega que cuenta con "un colchón" de unos 80 mil millones de dólares, entre las reservas internacionales y recursos del Fondo de Desarrollo Económico, para hacer frente a la situación.
Sin embargo, hace poco, el Ministro de Finanzas, Alí Rodríguez, sostuvo que el equipo económico estaba analizando distintos escenarios y medidas.
"En la situación actual, que todavía no está clara, no podemos decir que vamos a hacer esto o aquello", precisó Rodríguez al diario Últimas Noticias.
La única decisión tomada, el 31 de diciembre, fue un recorte de 5 mil a 2 mil 500 dólares en el cupo de divisas que pueden comprar por año los venezolanos a la tasa oficial de 2.15 bolívares con tarjetas de crédito, y de 600 a 500 en efectivo.
Con esta medida, la autoridades prevén ahorros por 2 mil 300 millones de dólares.
Los especialistas advierten que en 2009 será imposible sostener el ritmo del gasto público.
"Venezuela está entrando en una etapa de recesión con varias desventajas: la presión inflacionaria, la sobrevaluación de la moneda, un control cambiario y una política fiscal expansiva desordenada", advirtió Orlando Ochoa, doctor en Economía y profesor de la Universidad Católica Andrés Bello.
El fantasma de la recesión
Algunos observadores creen que el Gobierno espera la evolución del precio del petróleo en los primeros tres meses del año para afinar los ajustes, pero otros atribuyen la cautela a motivos políticos.
"Conociendo la trayectoria del Presidente, no hay duda de que va a eludir tomar las medidas económicas más severas antes del referendo (el 15 de febrero) sobre la enmienda para la reelección indefinida", consideró Ochoa.
Rodríguez negó que por el momento vayan a aplicar nuevos impuestos o devaluar la moneda, que ha perdido valor debido a la inflación de 30.9 por ciento en 2008 (9.4 más que en 2007), según el Banco Central.
Según Ochoa, la moneda local, el bolívar, está sobrevaluado entre 70 y 85 por ciento.
"Si el Gobierno prefiere mantener el control, va a tener que lidiar con un sistema dual entre los tipos de cambio (el oficial y el del mercado negro). Lo ideal sería generar una política confiable que permita desmontar el control cambiario", explicó el académico a REFORMA.
La brecha, enfatizó, será mayor.
El Presupuesto 2009, de 77 mil 860 millones de dólares, contempla un promedio de 60 dólares por barril de petróleo, una inflación de 15 por ciento y un crecimiento de 6 por ciento del PIB, premisas que los analistas consideran irreales.
Estimaciones independientes pronostican una inflación entre 30 y 35 por ciento y un crecimiento menor. La Comisión Económica para América Latina (CEPAL) lo calcula en 3 por ciento y el Banco Mundial, en uno por ciento.
Medidas en puertas
El Gobierno asegura que está recortando gastos en la Administración pública, pero se desconocen los detalles sobre la magnitud del ahorro.
"Cuando tengamos que aplicar una medida, lo anunciaremos y daremos las razones por las cuales se aplica", aseguró Rodríguez.
En el ámbito financiero, se cree que el equipo económico evalúa un impuesto a las transacciones bancarias y a los pagos con tarjetas de débito o crédito, que ya han sido aplicados en el pasado, así como un aumento del IVA, actualmente de 9 por ciento.
"El Gobierno está en conversación con los bancos para hacer colocaciones de bonos en el mercado internacional, pero el endeudamiento será muy costoso porque el riesgo país es el más alto de la región (18.7 por ciento)", indicó Ochoa.
La Fundación de Estudios Económicos (Fundaeconomía) plantea que el Gobierno tiene tres escenarios de acción: apelar a los ahorros y tomar "medidas implícitas encubiertas", como el recorte de divisas a viajeros, o la reducción de la lista de bienes importados con dólares oficiales; un ajuste parcial con nuevos impuestos y un aumento del IVA, y un "shock socialista", que incluye más impuestos, devaluación, restricción de importaciones, y por último, "control del sistema financiero y de las principales empresas privadas de bienes esenciales".
Cristina Marcano, Reforma, 2 de febrero.
Aunque el Presidente Hugo Chávez -quien hoy cumple 10 años en el poder- había dicho que anunciaría en enero medidas económicas, recientemente garantizó a sus seguidores que no se verán afectados por ninguna crisis.
"El precio del petróleo se estabilizará como lo logramos hace seis años. El precio, pónganmelo en cero dólares y Venezuela no entrará en crisis. Tengo cómo responder", afirmó Chávez en un acto de campaña por la reelección indefinida.
El crudo es clave para la economía local: representa 93 por ciento del total de las exportaciones y casi 50 por ciento del ingreso fiscal. Entre julio pasado y este mes, la cesta petrolera venezolana cayó cerca de 70 por ciento.
En 2008, Venezuela obtuvo 92 mil 927 millones de dólares por exportaciones petroleras. Si el precio promedia 60 dólares por barril, como prevé el presupuesto 2009, el país recibiría 35 mil 924 millones de dólares, es decir, una disminución de 62 por ciento.
El Gobierno alega que cuenta con "un colchón" de unos 80 mil millones de dólares, entre las reservas internacionales y recursos del Fondo de Desarrollo Económico, para hacer frente a la situación.
Sin embargo, hace poco, el Ministro de Finanzas, Alí Rodríguez, sostuvo que el equipo económico estaba analizando distintos escenarios y medidas.
"En la situación actual, que todavía no está clara, no podemos decir que vamos a hacer esto o aquello", precisó Rodríguez al diario Últimas Noticias.
La única decisión tomada, el 31 de diciembre, fue un recorte de 5 mil a 2 mil 500 dólares en el cupo de divisas que pueden comprar por año los venezolanos a la tasa oficial de 2.15 bolívares con tarjetas de crédito, y de 600 a 500 en efectivo.
Con esta medida, la autoridades prevén ahorros por 2 mil 300 millones de dólares.
Los especialistas advierten que en 2009 será imposible sostener el ritmo del gasto público.
"Venezuela está entrando en una etapa de recesión con varias desventajas: la presión inflacionaria, la sobrevaluación de la moneda, un control cambiario y una política fiscal expansiva desordenada", advirtió Orlando Ochoa, doctor en Economía y profesor de la Universidad Católica Andrés Bello.
El fantasma de la recesión
Algunos observadores creen que el Gobierno espera la evolución del precio del petróleo en los primeros tres meses del año para afinar los ajustes, pero otros atribuyen la cautela a motivos políticos.
"Conociendo la trayectoria del Presidente, no hay duda de que va a eludir tomar las medidas económicas más severas antes del referendo (el 15 de febrero) sobre la enmienda para la reelección indefinida", consideró Ochoa.
Rodríguez negó que por el momento vayan a aplicar nuevos impuestos o devaluar la moneda, que ha perdido valor debido a la inflación de 30.9 por ciento en 2008 (9.4 más que en 2007), según el Banco Central.
Según Ochoa, la moneda local, el bolívar, está sobrevaluado entre 70 y 85 por ciento.
"Si el Gobierno prefiere mantener el control, va a tener que lidiar con un sistema dual entre los tipos de cambio (el oficial y el del mercado negro). Lo ideal sería generar una política confiable que permita desmontar el control cambiario", explicó el académico a REFORMA.
La brecha, enfatizó, será mayor.
El Presupuesto 2009, de 77 mil 860 millones de dólares, contempla un promedio de 60 dólares por barril de petróleo, una inflación de 15 por ciento y un crecimiento de 6 por ciento del PIB, premisas que los analistas consideran irreales.
Estimaciones independientes pronostican una inflación entre 30 y 35 por ciento y un crecimiento menor. La Comisión Económica para América Latina (CEPAL) lo calcula en 3 por ciento y el Banco Mundial, en uno por ciento.
Medidas en puertas
El Gobierno asegura que está recortando gastos en la Administración pública, pero se desconocen los detalles sobre la magnitud del ahorro.
"Cuando tengamos que aplicar una medida, lo anunciaremos y daremos las razones por las cuales se aplica", aseguró Rodríguez.
En el ámbito financiero, se cree que el equipo económico evalúa un impuesto a las transacciones bancarias y a los pagos con tarjetas de débito o crédito, que ya han sido aplicados en el pasado, así como un aumento del IVA, actualmente de 9 por ciento.
"El Gobierno está en conversación con los bancos para hacer colocaciones de bonos en el mercado internacional, pero el endeudamiento será muy costoso porque el riesgo país es el más alto de la región (18.7 por ciento)", indicó Ochoa.
La Fundación de Estudios Económicos (Fundaeconomía) plantea que el Gobierno tiene tres escenarios de acción: apelar a los ahorros y tomar "medidas implícitas encubiertas", como el recorte de divisas a viajeros, o la reducción de la lista de bienes importados con dólares oficiales; un ajuste parcial con nuevos impuestos y un aumento del IVA, y un "shock socialista", que incluye más impuestos, devaluación, restricción de importaciones, y por último, "control del sistema financiero y de las principales empresas privadas de bienes esenciales".
Cristina Marcano, Reforma, 2 de febrero.
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