De un año de exilio a una diputación

El ex secretario de Gobernación Francisco Ramírez Acuña volvió a la escena política luego de un año de ausencia, tiempo que aprovechó para leer “algunas novelas”. Y tras rechazar el exilio dorado en Chile que le ofreció el presidente Felipe Calderón para abrir paso a Juan Camilo Mouriño, hoy busca una diputación federal.

En caso de ganar la elección interna y en las urnas, Ramírez Acuña entraría a la lista de los posibles coordinadores de la bancada panista en la Cámara de Diputados. Sin embargo, el ex gobernador de Jalisco pone en manos del dirigente de su partido esa decisión. “César Nava y Ramírez Acuña, que no quepa, duda serán los mejores amigos de Calderón”.

Como “todo un calderonista”, defiende la estrategia de seguridad instrumentada por el Ejecutivo y asegura que el reto fundamental de la próxima legislatura será avanzar en “reformas pendientes” en esta materia.

¿Primero lo premió y luego parece que lo traicionó Felipe Calderón Hinojosa?
No, porque nosotros los panistas no pedimos nada a cambio.

¿Cómo fue el día que le dio la noticia el Presidente, el adiós a Covián?
Me ofreció Calderón participar en el cuerpo exterior, en la embajada de Chile. Le respondí que se lo agradecía infinitamente, pero que eso no estaba en mis planes. Le informé que traía muchos años sin descansar y que quería leer lo que no se puede leer, se vuelve uno monotemático y, ahora he podido leer arte, novela; una serie de cosas y escribir. Hay mucho que contar.

No es su caso, pero fuera de Jalisco, a escala nacional, las encuestas no los favorecen.
Respetamos las encuestas, es una fotografía instantánea. Hay que atenderlas lo mismo cuando van para abajo que cuando van para arriba; es una llamada de atención. Es claro que como partido político hoy tenemos que intensificar más nuestro trabajo de partido.

Pero usted va por un distrito bien azul.
No, es un distrito que tiene muchos contrastes, en el distrito X —Zapopan, Jalisco— tenemos la opulencia de la zona de Guadalajara, tenemos las zonas de mayor crecimiento; pero también a los sectores más vulnerables. Es de mucho contraste.

Pero dicen que ya ni se molesta en hacer precampaña, que no tiene competencia, que nadie duda que un ex gobernador puede ganar un distrito.
Sí, la tengo que hacer. Tengo dos contendientes; no estoy solo. Aquí no esta nada hecho, lo voy a hacer casa por casa

¿Y cómo será la campaña de quien fue alcalde, gobernador y secretario de Gobernación? Lleva las de ganar.
Démelo por escrito. Desde luego que es una campaña diferente, esas diferencias se encuentran en que la ciudadanía se comunica de distinta manera, les da mucho gusto. Todo mundo quiere tomarse la fotografía.

Cuéntenos el ABC de su campaña
Me levanto desde temprano, como a las seis de la mañana. Empezamos con un desayuno que puede ser con alguno empresario, político o ex compañero de gabinete. Más tarde reviso medios de comunicación; también me dedico a tomar algunas tasas de café con liderazgos importantes del distrito. Eso sí, trato de comer todos los días con la familia. En general, así es el día; así trabajamos hasta las 11 de la noche.

¿Ya se olvidaron de aquello de gobierno represor, de la supuesta violación de derechos de los globalifóbicos que se manifestaron el 28 de mayo de 2004?
Yo les decía a los medios de la capital que ojalá pudieran conocer que los jalisiences siempre nos brindaron su apoyo en esto. La verdad sea dicha no hubo violación a derechos humanos, no hubo represión.

¿Tranquilo?
Totalmente tranquilo, fue por todos sentidos una reunión histórica. Además, recuerde usted que un día después, el 29, fue cuando desde Jalisco dimos el grito de que queríamos a Felipe Calderón Hinojosa como Presidente.

¿A pesar de todo es calderonista?
Por supuesto, soy totalmente calderonista, y no me gusta eso de a pesar.

¿A poco no extraña Covián?
No.

¿Y cómo ve al dirigente de su partido? El pleito con el PRI.
Creo que el presidente nacional del partido, Germán Martínez, tiene que hacer su tarea frente al resto de los partidos políticos. Germán Martínez está haciendo presencia en la vida política del país, que evidentemente como todo actor fundamental en esta contienda debe tener cuidado; pero no por ello tener limitantes.
Elena Michel, Milenio, 27 de febrero.

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