Presa de la emoción por reencontrarse con la libertad y con su familia tras más de siete años cautivo por rebeldes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el ex congresista colombiano, Sigifredo López, reveló ayer que la guerrilla asesinó a los otros 11 ex diputados del Valle de Cauca que también eran rehenes, y que él se salvo de correr la misma suerte por un castigo que le impuso el grupo armado por desafiar a uno de sus comandantes.
En una rueda de prensa que ofreció minutos después de recuperar su libertad, tras haber estado privado de su libertad junto con sus otros ex colegas, desde el 11 de abril de 2002, Sigifredo confirmó la muerte de sus ex colegas, que se produjo durante un enfrentamiento entre miembros de la misma guerrilla. El legislador indicó que días antes de esta mascre se encaró con un comandante rebelde que los mantenía secuestrados y al parecer, por un gesto grosero, fue castigado y separado del grupo.
SUPOSICIÓN. El escuchar los tiros, Sigifredo refirió que pensó se trataba de un rescate, por lo que se tiró al suelo y empezó a escuchar gritos de los guerrilleros, explicó. Asimismo, indicó que cuando todo acabó, preguntó por sus compañeros y le dijeron que habían sido liberados.
Sin embargo, días después se enteró a través de la radio de lo que verdaderamente ocurrió.
López es el último de los rehenes liberados por las FARC y que en diciembre pasado prometieron entregar y entre los que se encuentran cuatro uniformados, el ex gobernador del Meta, Alan Jara, y Sigifredo López, en un gesto unilateral con el que pretenden alcanzar un acuerdo humanitario con el gobierno de Álvaro Uribe.
VERSIÓN. En su momento, las FARC aseguraron que la muerte de los 11 ex congresistas se derivó por combates con tropas del Ejército que habían desplegado una operación de rescate en la zona el 11 de junio de 2007. Esta versión nunca fue aclarada por la guerrilla y ayer el ex legislador liberado manifestó que aquel día pudo escuchar los disparos, pero en esos momentos no se enteró de lo sucedido. “Yo sabía que no se habían producido combates en la zona en donde murieron”, explicó.
Asimismo, subrayó que: “Ellos (sus ex colegas) jamás merecieron morir asesinados por las FARC”, dijo López en un discurso pronunciado en la plaza principal de la ciudad colombiana de Cali, donde recibió un multitudinario homenaje por su libertad, según destaca el periódico bogotano El Tiempo.
En su alocución abogó por la libertad unilateral de todos los civiles secuestrados y por un acuerdo humanitario que permita el regreso a sus hogares de los militares y policías que todavía permanecen en poder de la guerrilla.
“Solo hay una posibilidad de traer con vida a los 22 militares que están amarrados desde hace 10 años a los árboles”, recalcó López en alusión al canje humanitario y ratificó que la orden que tienen los rebeldes es matar a los rehenes cuando escuchan las aspas de los helicópteros.
¿Qué sigue ahora?
Aún quedan 300 secuestrados
Organizaciones defensoras de los derechos humanos, grupos en pro de la paz en Colombia, organizaciones no gubernamentales y familiares de secuestrados por las FARC expresaron ayer su inquietud por desconocer qué sigue ahora.
Tras la liberación de seis de los rehenes que se había comprometido a entregar la guerrilla, entre ellos tres policías y un militar, el gobernador del Meta, Alan Jara, y ahora el ex congresista Sigifredo López, existe preocupación por saber que hará el gobierno para reactivar el canje humanitario, toda vez que, según declaraciones de la guerrilla, aún retienen a una veintena de militares y policías, entre ellos a Luis Mendieta, un coronel recientemente ascendido a general y el oficial más antiguo de la policía colombiana, retenido por los rebeldes desde noviembre de 1998 tras un ataque a Mitú, localidad al sur del país.
Además de este grupo la guerrilla tienen en su poder a más de 300 secuestrados por motivos económicos.
En una rueda de prensa que ofreció minutos después de recuperar su libertad, tras haber estado privado de su libertad junto con sus otros ex colegas, desde el 11 de abril de 2002, Sigifredo confirmó la muerte de sus ex colegas, que se produjo durante un enfrentamiento entre miembros de la misma guerrilla. El legislador indicó que días antes de esta mascre se encaró con un comandante rebelde que los mantenía secuestrados y al parecer, por un gesto grosero, fue castigado y separado del grupo.
SUPOSICIÓN. El escuchar los tiros, Sigifredo refirió que pensó se trataba de un rescate, por lo que se tiró al suelo y empezó a escuchar gritos de los guerrilleros, explicó. Asimismo, indicó que cuando todo acabó, preguntó por sus compañeros y le dijeron que habían sido liberados.
Sin embargo, días después se enteró a través de la radio de lo que verdaderamente ocurrió.
López es el último de los rehenes liberados por las FARC y que en diciembre pasado prometieron entregar y entre los que se encuentran cuatro uniformados, el ex gobernador del Meta, Alan Jara, y Sigifredo López, en un gesto unilateral con el que pretenden alcanzar un acuerdo humanitario con el gobierno de Álvaro Uribe.
VERSIÓN. En su momento, las FARC aseguraron que la muerte de los 11 ex congresistas se derivó por combates con tropas del Ejército que habían desplegado una operación de rescate en la zona el 11 de junio de 2007. Esta versión nunca fue aclarada por la guerrilla y ayer el ex legislador liberado manifestó que aquel día pudo escuchar los disparos, pero en esos momentos no se enteró de lo sucedido. “Yo sabía que no se habían producido combates en la zona en donde murieron”, explicó.
Asimismo, subrayó que: “Ellos (sus ex colegas) jamás merecieron morir asesinados por las FARC”, dijo López en un discurso pronunciado en la plaza principal de la ciudad colombiana de Cali, donde recibió un multitudinario homenaje por su libertad, según destaca el periódico bogotano El Tiempo.
En su alocución abogó por la libertad unilateral de todos los civiles secuestrados y por un acuerdo humanitario que permita el regreso a sus hogares de los militares y policías que todavía permanecen en poder de la guerrilla.
“Solo hay una posibilidad de traer con vida a los 22 militares que están amarrados desde hace 10 años a los árboles”, recalcó López en alusión al canje humanitario y ratificó que la orden que tienen los rebeldes es matar a los rehenes cuando escuchan las aspas de los helicópteros.
¿Qué sigue ahora?
Aún quedan 300 secuestrados
Organizaciones defensoras de los derechos humanos, grupos en pro de la paz en Colombia, organizaciones no gubernamentales y familiares de secuestrados por las FARC expresaron ayer su inquietud por desconocer qué sigue ahora.
Tras la liberación de seis de los rehenes que se había comprometido a entregar la guerrilla, entre ellos tres policías y un militar, el gobernador del Meta, Alan Jara, y ahora el ex congresista Sigifredo López, existe preocupación por saber que hará el gobierno para reactivar el canje humanitario, toda vez que, según declaraciones de la guerrilla, aún retienen a una veintena de militares y policías, entre ellos a Luis Mendieta, un coronel recientemente ascendido a general y el oficial más antiguo de la policía colombiana, retenido por los rebeldes desde noviembre de 1998 tras un ataque a Mitú, localidad al sur del país.
Además de este grupo la guerrilla tienen en su poder a más de 300 secuestrados por motivos económicos.
Agencias en Bogotá, Crónica, 6 de febrero.
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