Mientras el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) reiteró que, comparativamente con otros países, los recursos asignados en México para enfrentar la crisis son considerablemente menores, el banco de inversión Merrill Lynch llamó al gobierno a ser cuidadoso con el monto de la inversión que hará para estimular su economía.
El CEESP recordó que el Acuerdo Nacional en Favor de la Economía Familiar y el Empleo, anunciado a inicios de 2009 por el presidente Felipe Calderón, tendría un costo de 60 mil millones de pesos, equivalente a 0.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Este porcentaje es significativamente reducido comparado con el costo del programa anticíclico en Estados Unidos, equivalente a 5.4 por ciento del PIB; el de Canadá con 2.1 por ciento y en Alemania donde representa 2 por ciento, mencionó el organismo en su reporte semanal "Análisis económico ejecutivo".
Agregó que días después del anuncio del Acuerdo la Secretaría de Hacienda y Crédito Público informó que el costo sería de unos 90 mil millones de pesos; 50 mil millones por el congelamiento del precio de la gasolina, la baja en tarifas eléctricas y gas LP; 30 mil millones de pesos por transferencias a Pemex y entidades federativas.
Los 10 mil millones de pesos restantes resultarían de los programas de ampliación del empleo temporal, permanencia del empleo, apoyos directos y de financiamiento a las familias, con lo que el costo del acuerdo sería de 0.7 por ciento del PIB.
MODERACIÓN. Por separado, Felipe Illanes, economista en jefe para México de Merrill Lynch, dijo que "el gobierno debe encontrar espacios para aumentar sus estímulos económicos, pero de manera que no afecten la percepción de riesgo de inversión que actualmente tiene el país".
En la actualidad, México tiene una calificación de BBB+ en su inversión de deuda soberana de largo plazo en moneda extranjera, y es el único país de América Latina, junto con Chile, que ostenta grado de inversión.
México consiguió esta valuación en 2005, lo que significa que puede acceder a tasas más bajas de financiamiento.
El CEESP recordó que el Acuerdo Nacional en Favor de la Economía Familiar y el Empleo, anunciado a inicios de 2009 por el presidente Felipe Calderón, tendría un costo de 60 mil millones de pesos, equivalente a 0.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Este porcentaje es significativamente reducido comparado con el costo del programa anticíclico en Estados Unidos, equivalente a 5.4 por ciento del PIB; el de Canadá con 2.1 por ciento y en Alemania donde representa 2 por ciento, mencionó el organismo en su reporte semanal "Análisis económico ejecutivo".
Agregó que días después del anuncio del Acuerdo la Secretaría de Hacienda y Crédito Público informó que el costo sería de unos 90 mil millones de pesos; 50 mil millones por el congelamiento del precio de la gasolina, la baja en tarifas eléctricas y gas LP; 30 mil millones de pesos por transferencias a Pemex y entidades federativas.
Los 10 mil millones de pesos restantes resultarían de los programas de ampliación del empleo temporal, permanencia del empleo, apoyos directos y de financiamiento a las familias, con lo que el costo del acuerdo sería de 0.7 por ciento del PIB.
MODERACIÓN. Por separado, Felipe Illanes, economista en jefe para México de Merrill Lynch, dijo que "el gobierno debe encontrar espacios para aumentar sus estímulos económicos, pero de manera que no afecten la percepción de riesgo de inversión que actualmente tiene el país".
En la actualidad, México tiene una calificación de BBB+ en su inversión de deuda soberana de largo plazo en moneda extranjera, y es el único país de América Latina, junto con Chile, que ostenta grado de inversión.
México consiguió esta valuación en 2005, lo que significa que puede acceder a tasas más bajas de financiamiento.
Crónica, 3 de febrero.
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