La Habana, 18 de febrero. El presidente Raúl Castro informó este miércoles que su hermano Fidel no puede recibir a todos los dignatarios extranjeros que visitan Cuba y que hizo una excepción con las mandatarias de Argentina y de Chile “porque son dos damas”.
La aclaración surgió espontáneamente, cuando Castro despedía en el aeropuerto al presidente de Guatemala, Alvaro Colom. El visitante había dicho a la prensa que estaba “muy satisfecho” con su visita de dos días a la isla y con el ritmo de colaboración bilateral.
–¿Vio al comandante Fidel? –preguntó una reportera
–No, no, no hubo oportunidad –empezaba a contestar Colom.
“No pueden verlo todos”, terció Raúl. “Recibió a las dos presidentas porque son dos damas. Así lo dijeron ellas cuando lo solicitaron. Sobre todo la señora Cristina de Kirchner. Yo le dije que han llegado otros presidentes, que no puede verlos a todos, y ella dijo: ‘Pero yo soy una dama’. Entonces dijo: ‘Pero detrás viene otra dama, que es la de Chile’. Y dice: ‘Somos dos nada más. Puede ver a las dos’.
“Le conté la anécdota a Fidel y decidió recibirlas”, siguió relatando el presidente cubano. “Pero no puede recibir a todos…”
La explicación de Raúl Castro, que transmitió la televisión local, descarta la interpretación de que el ex mandatario estaría aumentando su ritmo de trabajo y, por el contrario, ratifica la tendencia de los últimos dos años y medio, en los cuales el líder cubano se ha mantenido fuera de actividades públicas, aunque difundiendo comentarios en la prensa.
En lo que va del año han pasado por Cuba un presidente africano (el namibio) y cinco latinoamericanos (el panameño Martín Torrijos, el ecuatoriano Rafael Correa, la argentina Cristina Fernández de Kirchner, la chilena Michelle Bachelet y Colom).
Entre las visitas previstas están todavía la del hondureño Manuel Zelaya, en marzo, y la del mexicano Felipe Calderón, para una fecha no precisada, dentro del primer semestre.
Fidel Castro dejó de publicar artículos durante cinco semanas, entre diciembre y enero pasados. Torrijos y Correa vinieron dentro de ese lapso de silencio, que se rompió con la visita de Fernández de Kirchner y la reanudación de los comentarios de prensa.
A falta de informes oficiales, esas señales externas son la única indicación sobre posibles altas y bajas en la salud del ex mandatario, de 82 años.
Colom aspiraba a otorgar personalmente al máximo líder cubano la Orden del Quetzal en Grado de Gran Collar, la mayor distinción de su país, pero debió entregarla a Raúl Castro, en una ceremonia oficial, señaló Afp.
En el aeropuerto, el presidente Colom dijo no obstante sentirse “muy satisfecho” y “entusiasmado” con su visita, que “va traer muchos beneficios para la población y va a aumentar” las relaciones de cooperación entre los dos países en los campos “de la salud y la educación”.
Con Cuba “no hay tradición de firmar convenios, simplemente se hacen las cosas y se aplican”, expresó el mandatario socialdemócrata, quinto presidente de América Latina que visitó Cuba durante un mes y medio.
A su llegada a Guatemala, Colom restó importancia a las críticas en su país por haberse disculpado ante La Habana por el apoyo brindado por la nación centroamericana a la invasión anticastrista de Playa Girón, en 1961.
“Son reminiscencias de una polarización, hay personas que no maduran en un proceso de paz, de construcción de la democracia”, afirmó el mandatario guatemalteco a los periodistas.
La aclaración surgió espontáneamente, cuando Castro despedía en el aeropuerto al presidente de Guatemala, Alvaro Colom. El visitante había dicho a la prensa que estaba “muy satisfecho” con su visita de dos días a la isla y con el ritmo de colaboración bilateral.
–¿Vio al comandante Fidel? –preguntó una reportera
–No, no, no hubo oportunidad –empezaba a contestar Colom.
“No pueden verlo todos”, terció Raúl. “Recibió a las dos presidentas porque son dos damas. Así lo dijeron ellas cuando lo solicitaron. Sobre todo la señora Cristina de Kirchner. Yo le dije que han llegado otros presidentes, que no puede verlos a todos, y ella dijo: ‘Pero yo soy una dama’. Entonces dijo: ‘Pero detrás viene otra dama, que es la de Chile’. Y dice: ‘Somos dos nada más. Puede ver a las dos’.
“Le conté la anécdota a Fidel y decidió recibirlas”, siguió relatando el presidente cubano. “Pero no puede recibir a todos…”
La explicación de Raúl Castro, que transmitió la televisión local, descarta la interpretación de que el ex mandatario estaría aumentando su ritmo de trabajo y, por el contrario, ratifica la tendencia de los últimos dos años y medio, en los cuales el líder cubano se ha mantenido fuera de actividades públicas, aunque difundiendo comentarios en la prensa.
En lo que va del año han pasado por Cuba un presidente africano (el namibio) y cinco latinoamericanos (el panameño Martín Torrijos, el ecuatoriano Rafael Correa, la argentina Cristina Fernández de Kirchner, la chilena Michelle Bachelet y Colom).
Entre las visitas previstas están todavía la del hondureño Manuel Zelaya, en marzo, y la del mexicano Felipe Calderón, para una fecha no precisada, dentro del primer semestre.
Fidel Castro dejó de publicar artículos durante cinco semanas, entre diciembre y enero pasados. Torrijos y Correa vinieron dentro de ese lapso de silencio, que se rompió con la visita de Fernández de Kirchner y la reanudación de los comentarios de prensa.
A falta de informes oficiales, esas señales externas son la única indicación sobre posibles altas y bajas en la salud del ex mandatario, de 82 años.
Colom aspiraba a otorgar personalmente al máximo líder cubano la Orden del Quetzal en Grado de Gran Collar, la mayor distinción de su país, pero debió entregarla a Raúl Castro, en una ceremonia oficial, señaló Afp.
En el aeropuerto, el presidente Colom dijo no obstante sentirse “muy satisfecho” y “entusiasmado” con su visita, que “va traer muchos beneficios para la población y va a aumentar” las relaciones de cooperación entre los dos países en los campos “de la salud y la educación”.
Con Cuba “no hay tradición de firmar convenios, simplemente se hacen las cosas y se aplican”, expresó el mandatario socialdemócrata, quinto presidente de América Latina que visitó Cuba durante un mes y medio.
A su llegada a Guatemala, Colom restó importancia a las críticas en su país por haberse disculpado ante La Habana por el apoyo brindado por la nación centroamericana a la invasión anticastrista de Playa Girón, en 1961.
“Son reminiscencias de una polarización, hay personas que no maduran en un proceso de paz, de construcción de la democracia”, afirmó el mandatario guatemalteco a los periodistas.
Gerardo Arreola, La Jornada, 19 de febrero.
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