El Programa para la Preservación del Empleo fue presentado ayer por el presidente Felipe Calderón; sin embargo, líderes empresariales se quejaron de que éste funciona desde principios del mes, pero los recursos no han fluido por falta de claridad en las reglas de operación.
“Hasta la fecha, que yo tenga conocimiento no han fluido todavía los recursos. Ya tenemos varios afiliados que han estado haciendo las gestiones, sin embargo, como están todavía sin aclararse algunos puntos de las reglas de operación no han podido acceder al dinero”, explicó el dirigente de la Confederación Patronal de la República Mexicana, Ricardo González Sada.
En Los Pinos, Calderón prometió que su gobierno será un “protector y promotor del empleo”, por lo cual destinará a este programa hasta 2 mil millones de pesos para evitar el despido de medio millón de trabajadores. De acuerdo con las reglas de operación, el gobierno absorberá parte de la nómina de empresas “más vulnerables” a la crisis de los sectores automotriz, de autopartes, de maquinaria y equipo electrónico, entre otras, que se declaren en paro técnico por una disminución en sus ventas.
Según el ejemplo expuesto por el Presidente, en una empresa que se declare en paro técnico por 30 días los trabajadores permanentes que tengan un salario de 300 pesos diarios recibirán las dos terceras partes, es decir, 200 pesos diarios.
En este caso, el gobierno federal aportaría cien pesos a los trabajadores, la empresa los otros cien pesos del sueldo del trabajador durante los días de paro efectivo, y de esa forma el costo laboral será absorbido en partes iguales por la empresa, por los trabajadores y por el gobierno federal.
Calderón reconoció que este programa representa un gran esfuerzo y sacrificio de todos, particularmente de los trabajadores y de las empresas inscritas, pero aseguró que es una respuesta “oportuna” a la crisis económica.
En tanto, González Sada declaró a la prensa que para garantizar el éxito del programa debe tener una mecánica ágil y rápida, “porque la situación está aquí y ahora”. Dijo que los 2 mil millones de pesos destinados a este plan representan una cantidad significativa, pero su alcance dependerá en gran medida de qué tanto se extienda la recesión económica, sobre todo en los mercados internacionales. Si bien consideró que este programa no debe extenderse de manera indiscriminada, porque pudieran presentarse distorsiones y abusos, sí debería beneficiar a otros ramos empresariales.
En contraste, el dirigente del Congreso del Trabajo, Enrique Aguilar Borrego, reconoció al Presidente por “implementar” medidas con la “urgencia” que amerita la pérdida de empleos y se comprometió a mantener la “paz laboral” y fortalecer a las empresas.
“Hasta la fecha, que yo tenga conocimiento no han fluido todavía los recursos. Ya tenemos varios afiliados que han estado haciendo las gestiones, sin embargo, como están todavía sin aclararse algunos puntos de las reglas de operación no han podido acceder al dinero”, explicó el dirigente de la Confederación Patronal de la República Mexicana, Ricardo González Sada.
En Los Pinos, Calderón prometió que su gobierno será un “protector y promotor del empleo”, por lo cual destinará a este programa hasta 2 mil millones de pesos para evitar el despido de medio millón de trabajadores. De acuerdo con las reglas de operación, el gobierno absorberá parte de la nómina de empresas “más vulnerables” a la crisis de los sectores automotriz, de autopartes, de maquinaria y equipo electrónico, entre otras, que se declaren en paro técnico por una disminución en sus ventas.
Según el ejemplo expuesto por el Presidente, en una empresa que se declare en paro técnico por 30 días los trabajadores permanentes que tengan un salario de 300 pesos diarios recibirán las dos terceras partes, es decir, 200 pesos diarios.
En este caso, el gobierno federal aportaría cien pesos a los trabajadores, la empresa los otros cien pesos del sueldo del trabajador durante los días de paro efectivo, y de esa forma el costo laboral será absorbido en partes iguales por la empresa, por los trabajadores y por el gobierno federal.
Calderón reconoció que este programa representa un gran esfuerzo y sacrificio de todos, particularmente de los trabajadores y de las empresas inscritas, pero aseguró que es una respuesta “oportuna” a la crisis económica.
En tanto, González Sada declaró a la prensa que para garantizar el éxito del programa debe tener una mecánica ágil y rápida, “porque la situación está aquí y ahora”. Dijo que los 2 mil millones de pesos destinados a este plan representan una cantidad significativa, pero su alcance dependerá en gran medida de qué tanto se extienda la recesión económica, sobre todo en los mercados internacionales. Si bien consideró que este programa no debe extenderse de manera indiscriminada, porque pudieran presentarse distorsiones y abusos, sí debería beneficiar a otros ramos empresariales.
En contraste, el dirigente del Congreso del Trabajo, Enrique Aguilar Borrego, reconoció al Presidente por “implementar” medidas con la “urgencia” que amerita la pérdida de empleos y se comprometió a mantener la “paz laboral” y fortalecer a las empresas.
Claudia Herrera Beltrán, La Jornada, 12 de febrero.
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