Piden indagar plagios de migrantes

TOLUCA, Méx.— La Comisión de Derechos Humanos del estado de México presentó una denuncia penal ante la Procuraduría General de República (PGR) para que investigue el presunto secuestro, tortura y extorsión de migrantes centroamericanos en las inmediaciones de la estación ferroviaria de Tultitlán, por parte de bandas organizadas vinculadas presumiblemente al narcotráfico.

El organismo denuncia que con engaños se les retiene en casas de seguridad para después exigir su rescate a familiares radicados en Estados Unidos.

Altos funcionarios del organismo confirmaron que la denuncia penal recién fue presentada ante la delegación estatal de la PGR, la cual inició las primeras indagatorias, las cuales apuntan hacia la presencia y operación en Tultitlán, de sicarios vinculados al cártel del Golfo.

La denuncia está respaldada por una investigación previa realizada por el organismo, a partir del testimonio de cuando menos dos centroamericanos que lograron escapar de una casa de seguridad en septiembre pasado.

Las víctimas revelaron que Los Zetas, brazo armado del cártel del Golfo, se acercan a los centroamericanos que están de paso en Tultitlán para ofrecerles comida y alojamiento, y una vez que los trasladan a distintos sitios los retienen y los obligan, bajo amenazas y torturas, a dar los teléfonos de sus familiares radicados en EU o en sus países de origen.

Los narcotraficantes, de acuerdo a la información recabada por la CODHEM, exigen a los familiares el pago de rescate en dólares.

De acuerdo con la averiguación que se inició ante la delegación de la PGR en el estado de México, entre agosto y septiembre del año pasado, tres hondureños y salvadoreños que llegaron a Tultitlán ilegalmente y que esperaban continuar su ruta hacia Estados Unidos, fueron captados por personas que se identificaron como integrantes de una organización humanitaria para el apoyo de migrantes.

Los testimonios indican que dichas personas les ofrecieron comida y alojamiento gratis y posteriormente los trasladaron a una casa ubicada en las inmediaciones de Tultitlán, donde posteriormente los retuvieron ilegalmente, golpearon y les exigieron números telefónicos, identidades y direcciones de sus familiares radicados tanto en su país de origen como en Estados Unidos.

Las tres víctimas lograron huir, pero revelaron a las autoridades que en el sitio donde fueron retenidos ilegalmente –ubicado en el propio municipio de Tultitlán- lograron observar en el lugar a cuando menos otras 12 o 15 personas que mantenían retenidas a la fuerza, incluyendo algunas mujeres y hombres muy jóvenes. “Los secuestradores estaban armados y tenían amagado al grupo”, revelaron las víctimas.
María Teresa Montaño corresponsal, El Universal, 11 de febrero.

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