El coordinador del Partido Revolucionario Institucional en la Cámara de Diputados, Emilio Gamboa, secundó al senador panista Santiago Creel y dejó claro que no existen condiciones para sacar en este momento una reforma laboral.
“En este momento no existe un ambiente favorable, ni entre los sindicatos ni entre los empresarios para hablar de una reforma laboral. Lo único que ocurriría es que se crisparía más el ambiente”, dijo.
“Lo que tenemos que hacer en este momento es darle solución y ofrecer alternativas rápidas de acción contra la crisis, y no abrir un nuevo frente”, puntualizó.
Dijo, incluso, que la reforma laboral será uno de los temas pendientes de la actual legislatura.
Gamboa reconoció la necesidad de actualizar la Ley Federal del Trabajo, pero subrayó la necesidad de hacerlo con el consenso de los factores productivos, es decir, las empresas y los sindicatos.
Sin embargo, subrayo que ni las organizaciones empresariales, ni las sindicales, han planteado en este momento como su prioridad discutir las reformas referidas.
Lo principal es evitar el desempleo masivo, recalcó, e insistió en que la iniciativa para crear un fondo de inversión destinado a infraestructura y a promover el empleo será una contribución del Poder Legislativo para hacer frente a la crisis.
El también priista César Horacio Duarte, presidente de la Cámara de Diputados, consideró a su vez que ya no hay tiempo suficiente en la actual legislatura para conocer una iniciativa de reforma laboral y votarla en el pleno.
“A nosotros nos gustaría conocer de manera más clara las propuestas del Ejecutivo en esa materia”, dijo, y lamentó que el secretario del Trabajo, Javier Lozano, se haya ido por el “rumbo más cómodo”, al afirmar que las iniciativas pendientes representan la solución.
Duarte remarcó que la facultad constitucional del Ejecutivo es presentar las iniciativas de ley que considere pertinentes y no revisar los proyectos pendientes de dictaminar en las diversas comisiones, como lo pretende el secretario Lozano.
—¿Se trata de lavar las manos el gobierno federal? —se le inquirió al diputado presidente.
—Me gustaría que el gobierno federal fuera más concreto en sus propuestas —señaló.
“En este momento no existe un ambiente favorable, ni entre los sindicatos ni entre los empresarios para hablar de una reforma laboral. Lo único que ocurriría es que se crisparía más el ambiente”, dijo.
“Lo que tenemos que hacer en este momento es darle solución y ofrecer alternativas rápidas de acción contra la crisis, y no abrir un nuevo frente”, puntualizó.
Dijo, incluso, que la reforma laboral será uno de los temas pendientes de la actual legislatura.
Gamboa reconoció la necesidad de actualizar la Ley Federal del Trabajo, pero subrayó la necesidad de hacerlo con el consenso de los factores productivos, es decir, las empresas y los sindicatos.
Sin embargo, subrayo que ni las organizaciones empresariales, ni las sindicales, han planteado en este momento como su prioridad discutir las reformas referidas.
Lo principal es evitar el desempleo masivo, recalcó, e insistió en que la iniciativa para crear un fondo de inversión destinado a infraestructura y a promover el empleo será una contribución del Poder Legislativo para hacer frente a la crisis.
El también priista César Horacio Duarte, presidente de la Cámara de Diputados, consideró a su vez que ya no hay tiempo suficiente en la actual legislatura para conocer una iniciativa de reforma laboral y votarla en el pleno.
“A nosotros nos gustaría conocer de manera más clara las propuestas del Ejecutivo en esa materia”, dijo, y lamentó que el secretario del Trabajo, Javier Lozano, se haya ido por el “rumbo más cómodo”, al afirmar que las iniciativas pendientes representan la solución.
Duarte remarcó que la facultad constitucional del Ejecutivo es presentar las iniciativas de ley que considere pertinentes y no revisar los proyectos pendientes de dictaminar en las diversas comisiones, como lo pretende el secretario Lozano.
—¿Se trata de lavar las manos el gobierno federal? —se le inquirió al diputado presidente.
—Me gustaría que el gobierno federal fuera más concreto en sus propuestas —señaló.
Fernando Damián, Milenio, 10 de febrero.
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