Monterrey, NL, 4 de febrero. Rodrigo Medina de la Cruz, precandidato único del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la gubernatura, sostuvo que el voto del mandatario estatal José Natividad González Parás es importante, pero es “uno solo”, y los que decidirán quién ocupará la primera magistratura del estado serán tres millones de electores, a quienes espera convencer.
Después de presentar su solicitud de registro como precandidato “de unidad”, ante la declinación de Abel Guerra Garza, quien contenderá por la alcaldía de Monterrey, Medina de la Cruz dijo ser un joven con experiencia, pues entró al servicio público a los 16 años.
Este jueves la Comisión Estatal de Procesos Internos del tricolor hará oficial la candidatura del aspirante de 36 años, que podrá iniciar su precampaña el viernes próximo. Sin embargo, la ley electoral estatal señala que el registro de candidatos será del 15 de marzo al 10 de abril.
Después de arduas negociaciones en las que participaron el gobernador González Parás y la dirigente nacional del PRI, Beatriz Paredes, Rodrigo Medina y Abel Guerra fueron postulados respectivamente para la gubernatura y la alcaldía de la capital del estado.
En el camino quedaron, entre otros, la alcaldesa Cristina Díaz, quien aceptó ir por una diputación federal, lo mismo que Marcela Guerra Castillo, secretaria general de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares, y el ex gobernador sustituto, Benjamín Clariond, quien colocó a uno de sus principales operadores, Felipe Enríquez, como aspirante a una diputación en el Congreso de la Unión y coordinador de campaña de Medina.
El registro de Medina de la Cruz recordó los actos priístas de hace dos décadas. Para reunir a unas 2 mil 500 personas e instalar un templete al cual subieron las personalidades del PRI, fue cerrada la circulación durante varias horas en la calle Arteaga y parcialmente la avenida Pino Suárez, junto a la sede estatal del PRI.
Asimismo, en las calles aledañas a la sede priísta fueron colocados cientos de taxis afiliados a la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos, que portaban la leyenda “Yo con Rodrigo”.
Medina dijo sentirse “muy contento y agradecido” con el PRI, por declararlo precandidato único. Ahora “llega la hora de construir y trabajar para construir propuestas, escuchando la opinión de quienes aspiraron al mismo puesto, de los militantes y ciudadanos en general.
“Ahora lo importante es trabajar unidos para integrar fórmulas y candidaturas ganadoras”, señaló. Medina reconoció que no fue electo en un proceso abierto, como estaba previsto, pero aseguró que tampoco fue “por dedazo” o designación directa.
Agregó que los sectores priístas, con la intervención de Beatriz Paredes, “decidieron que yo tenía el perfil para abanderar a mi partido, y que era necesario mantener la unidad para presentar fórmulas ganadoras”.
En el acto no estuvo Abel Guerra, aunque previamente dijo que haría equipo con Medina.
Después de presentar su solicitud de registro como precandidato “de unidad”, ante la declinación de Abel Guerra Garza, quien contenderá por la alcaldía de Monterrey, Medina de la Cruz dijo ser un joven con experiencia, pues entró al servicio público a los 16 años.
Este jueves la Comisión Estatal de Procesos Internos del tricolor hará oficial la candidatura del aspirante de 36 años, que podrá iniciar su precampaña el viernes próximo. Sin embargo, la ley electoral estatal señala que el registro de candidatos será del 15 de marzo al 10 de abril.
Después de arduas negociaciones en las que participaron el gobernador González Parás y la dirigente nacional del PRI, Beatriz Paredes, Rodrigo Medina y Abel Guerra fueron postulados respectivamente para la gubernatura y la alcaldía de la capital del estado.
En el camino quedaron, entre otros, la alcaldesa Cristina Díaz, quien aceptó ir por una diputación federal, lo mismo que Marcela Guerra Castillo, secretaria general de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares, y el ex gobernador sustituto, Benjamín Clariond, quien colocó a uno de sus principales operadores, Felipe Enríquez, como aspirante a una diputación en el Congreso de la Unión y coordinador de campaña de Medina.
El registro de Medina de la Cruz recordó los actos priístas de hace dos décadas. Para reunir a unas 2 mil 500 personas e instalar un templete al cual subieron las personalidades del PRI, fue cerrada la circulación durante varias horas en la calle Arteaga y parcialmente la avenida Pino Suárez, junto a la sede estatal del PRI.
Asimismo, en las calles aledañas a la sede priísta fueron colocados cientos de taxis afiliados a la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos, que portaban la leyenda “Yo con Rodrigo”.
Medina dijo sentirse “muy contento y agradecido” con el PRI, por declararlo precandidato único. Ahora “llega la hora de construir y trabajar para construir propuestas, escuchando la opinión de quienes aspiraron al mismo puesto, de los militantes y ciudadanos en general.
“Ahora lo importante es trabajar unidos para integrar fórmulas y candidaturas ganadoras”, señaló. Medina reconoció que no fue electo en un proceso abierto, como estaba previsto, pero aseguró que tampoco fue “por dedazo” o designación directa.
Agregó que los sectores priístas, con la intervención de Beatriz Paredes, “decidieron que yo tenía el perfil para abanderar a mi partido, y que era necesario mantener la unidad para presentar fórmulas ganadoras”.
En el acto no estuvo Abel Guerra, aunque previamente dijo que haría equipo con Medina.
David Carrizales corresponsal, La Jornada, 5 de febrero.
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