El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, pasó ayer a la defensiva, luego de estallar el escándalo de espionaje gestado desde el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), organismo de inteligencia estatal que depende directamente de Presidencia.
Uribe expresó su indignación después de que la revista “Semana” publicara que desde el DAS se grababan conversaciones telefónicas a periodistas, jueces, críticos y colaboradores del gobierno.
“Jamás he dado ni una sola orden para que se vigile la vida privada de las personas. Soy un hombre leal que juega limpio con sus opositores y no les hace trampa”, expresó y añadió que él mismo se siente “víctima de esta infamia”. Uribe se declaró “profundamente dolido” y calificó a los autores de las grabaciones ilegales de “banda mafiosa que le hace daño por igual a la democracia colombiana, a la libertad, al país y al propio Gobierno”.
“Criminales en el DAS”. El ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, también advirtió sobre la denuncia del mandatario: “Hay un grupo de gente criminal, incluyendo gente que está al servicio del narcotráfico y la guerrilla, incrustada dentro del DAS”, dijo y subrayó que “eso para la seguridad nacional es muy grave”.
En consecuencia, el presidente autorizó a la Procuraduría General de la Nación que investigaran lo ocurrido y anunció que planteará una reforma de esa institución por considerar que el escándalo pone en peligro la seguridad del Estado.
Todos espiados. Según la revista Semana, entre las personalidades espiadas se encuentran el propio ministro Santos; el director de la Policía, general Óscar Naranjo; y el encargado de la seguridad de Uribe, general Flavio Buitrago.
También el ex presidente del Senado y posible candidato a la jefatura del Estado Germán Vargas Lleras, antiguo aliado de Uribe; el ex mandatario César Gaviria (1990-94) y el ex titular de la Corte Suprema de Justicia Francisco Javier Ricaurte, quien ha mantenido fuertes discrepancias con el gobernante.
Asimismo, los periodistas Julio Sánchez Cristo, de W Radio; Darío Arizmendi, de Caracol Radio; y el columnista Ramiro Bejarano, uno de los mayores críticos de Uribe.
A causa del escándalo, el subdirector de Contrainteligencia del DAS, Jorge Alberto Lagos, dimitió tras ocupar el cargo durante más de tres años y llevar a cabo diferentes tareas en el servicio de inteligencia en los últimos doce años.
Como Montesinos. El ex presidente César Gaviria, uno de los espiados, lamentó la “evidente falta de control por parte del presidente sobre esa institución” y comparó el escándalo con el que estalló en 2000 en Perú, con el espionaje que realizó Vladimiro Montesinos, el asesor de inteligencia del ex presidente peruano, Alberto Fujimori, lo que provocó finalmente el encarcelamiento de ambos.
Gaviria, que lo vivió “de primera mano” porque era entonces secretario general de la OEA, dijo que Perú “llegó a ser el más terrible aparato de corrupción que se conozca en la historia de las Américas. Todo aquello se justificó, por muchos años, como parte de la estrategia de la lucha contra el terrorismo”.
Uribe expresó su indignación después de que la revista “Semana” publicara que desde el DAS se grababan conversaciones telefónicas a periodistas, jueces, críticos y colaboradores del gobierno.
“Jamás he dado ni una sola orden para que se vigile la vida privada de las personas. Soy un hombre leal que juega limpio con sus opositores y no les hace trampa”, expresó y añadió que él mismo se siente “víctima de esta infamia”. Uribe se declaró “profundamente dolido” y calificó a los autores de las grabaciones ilegales de “banda mafiosa que le hace daño por igual a la democracia colombiana, a la libertad, al país y al propio Gobierno”.
“Criminales en el DAS”. El ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, también advirtió sobre la denuncia del mandatario: “Hay un grupo de gente criminal, incluyendo gente que está al servicio del narcotráfico y la guerrilla, incrustada dentro del DAS”, dijo y subrayó que “eso para la seguridad nacional es muy grave”.
En consecuencia, el presidente autorizó a la Procuraduría General de la Nación que investigaran lo ocurrido y anunció que planteará una reforma de esa institución por considerar que el escándalo pone en peligro la seguridad del Estado.
Todos espiados. Según la revista Semana, entre las personalidades espiadas se encuentran el propio ministro Santos; el director de la Policía, general Óscar Naranjo; y el encargado de la seguridad de Uribe, general Flavio Buitrago.
También el ex presidente del Senado y posible candidato a la jefatura del Estado Germán Vargas Lleras, antiguo aliado de Uribe; el ex mandatario César Gaviria (1990-94) y el ex titular de la Corte Suprema de Justicia Francisco Javier Ricaurte, quien ha mantenido fuertes discrepancias con el gobernante.
Asimismo, los periodistas Julio Sánchez Cristo, de W Radio; Darío Arizmendi, de Caracol Radio; y el columnista Ramiro Bejarano, uno de los mayores críticos de Uribe.
A causa del escándalo, el subdirector de Contrainteligencia del DAS, Jorge Alberto Lagos, dimitió tras ocupar el cargo durante más de tres años y llevar a cabo diferentes tareas en el servicio de inteligencia en los últimos doce años.
Como Montesinos. El ex presidente César Gaviria, uno de los espiados, lamentó la “evidente falta de control por parte del presidente sobre esa institución” y comparó el escándalo con el que estalló en 2000 en Perú, con el espionaje que realizó Vladimiro Montesinos, el asesor de inteligencia del ex presidente peruano, Alberto Fujimori, lo que provocó finalmente el encarcelamiento de ambos.
Gaviria, que lo vivió “de primera mano” porque era entonces secretario general de la OEA, dijo que Perú “llegó a ser el más terrible aparato de corrupción que se conozca en la historia de las Américas. Todo aquello se justificó, por muchos años, como parte de la estrategia de la lucha contra el terrorismo”.
Agencias en Bogotá, Crónica, 24 de febrero.
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