Cartas autoinculpatorias de Lage y Pérez Roque consuman la purga castrista

Carlos Lage y Felipe Pérez Roque, hasta esta semana pesos pesados del gobierno cubano, salieron definitivamente de la escena política con la publicación ayer en el diario oficial Granma de sendas cartas dirigidas al presidente Raúl Castro, en las que, tras reconocer que cometieron “errores” que no aclaran, renuncian a todos sus cargos, dos días después de que Fidel Castro los llamara “indignos”.

“Reconozco los errores cometidos y asumo la responsabilidad. Considero que fue justo y profundo el análisis realizado en la pasada reunión del Buró Político”, dijo Lage, en alusión a un encuentro de la máxima cúpula del partido del que no se han dado detalles.

En términos casi idénticos, Pérez Roque escribe: “Reconozco plenamente que cometí errores (...) Asumo mi total responsabilidad por ellos”.

El ex vicepresidente Lage aseguró que el mandatario cubano puede estar seguro de que su “nuevo puesto de trabajo”, que no especifica, será “una oportunidad para seguir sirviendo a la revolución”, y que siempre, como hasta ahora, será “fiel al partido, a Fidel y a usted”.

Por su parte, la renuncia del ex canciller dice: “Seguiré defendiendo, con lealtad y modestia, a la revolución, con cuyos principios e ideales estoy y estaré siempre plenamente comprometido”.



“Ambiciones indignas”. La muerte política de Lage, de 57 años, y de Pérez Roque, que cumple este mes 44, se empezó a fraguar el lunes con la destitución del primero del cargo de secretario del Consejo de Ministros y del segundo como ministro de Relaciones Exteriores.

La sentencia definitiva fue firmada por el mentor de ambos, el ex presidente Fidel Castro, quien al día siguiente, sin citarlos directamente, afirmó que “la miel del poder, por el cual no conocieron sacrificio alguno, despertó en ellos ambiciones que los condujeron a un papel indigno”.



Creciente misterio. Tres días después de que Raúl Castro anunciara la reestructuración ministerial más importante de los últimos años, las calles de La Habana siguen tomadas por la sorpresa y un hervidero de opiniones que se cruzan entre los que apoyan y rechazan las decisiones.

Damián, un profesor de 29 años, dice que las cartas de Pérez Roque y Lage “lejos de despejar el misterio, lo acrecientan”, porque en ellas ratifican “una fidelidad a la revolución y sus líderes que aseguran mantuvieron hasta ahora”. “Entonces —se pregunta—, ¿dónde está el error?”.



Insulza, partidario de readmitir a Cuba en la OEA



El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, dijo ayer que es “partidario” de revocar la resolución de 1962 por la que se expulsó a Cuba de este organismo.

“No soy partidario de hacer ninguna negociación, simplemente soy partidario de revocarla (la resolución) porque creo que es obsoleta”, manifestó Insulza, quien destacó que dicho documento “habla, entre otras cosas, de la incompatibilidad de los gobiernos marxistas-leninistas” con las políticas del organismo.

Cuba fue expulsada de la OEA en 1962, después de que anunciara su decisión de abrazar el comunismo.

El secretario general recordó que “31 de los 34 miembros de la OEA tienen relaciones diplomáticas normales con Cuba, uno las tiene solamente consulares y dos nos las tienen”, por lo que consideró “absurdo” mantener la suspensión de la isla “por cosas que pasaron hace 50 años”.

EFE en La Habana, Crónica, 6 de marzo.




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