Fidel avala cambios; “salieron ambiciosos”

LA HABANA (Agencias).— El líder cubano Fidel Castro justificó ayer la remoción de dos altos funcionarios, aparentemente en referencia al vicepresidente Carlos Lage y el canciller Felipe Pérez, por tener “ambiciones” que “los condujeron a un papel indigno”.
El ex gobernante sostuvo que “no se ha cometido injusticia alguna con determinados cuadros”, al presentar su postura en una de sus columnas llamada Reflexiones, sobre las modificaciones en el gabinete anunciadas el lunes por su hermano y actual presidente, Raúl Castro. Fidel Castro informó que los cambios “fueron consultados” con él.

El convaleciente ex presidente criticó a dos funcionarios a los cuales no nombró, aunque aparentemente se trata de Lage y Pérez Roque y ambos serían los “mencionados por los cables (de agencias internacionales) como más afectados”, dijo.

Ninguno de los dos “pronunció una palabra para expresar inconformidad alguna (con el desplazamiento). No era en absoluto ausencia de valor personal. La razón era otra. La miel del poder, por el cual no conocieron sacrificio alguno, despertó en ellos ambiciones que los condujeron a un papel indigno”, agregó.

En Washington, el Departamento de Estado dijo que seguía de cerca los cambios en Cuba.

“Los seguimos de cerca, pero más allá de ello no tengo otro comentario”, declaró el portavoz asistente Gordon K. Duguid.

Castro escribió que “el enemigo externo se llenó de ilusiones con ellos”, en un aparente reproche a Pérez Roque y Lage por su proyección en la comunidad internacional, que les permitió ser identificados en algunos círculos como posibles líderes tras la desaparición de los hermanos Castro.

Periodistas, observadores y analistas habían destacado desde la víspera la sustitución de estas dos figuras consideradas clave de la era de Fidel Castro, sobre todo teniendo en cuenta que en la “nota oficial” en la que se anunciaba su destitución no se revelaba la posibilidad de concederles nuevos puestos.

El gobierno de Raúl Castro sorprendió el lunes con la reforma más profunda de gabinete que ha visto la isla en el último medio siglo y que, además de la fusión de ministerios, 11 cambios de cartera y otros “movimientos de cuadros” , incluyó la “liberación”, sin especificarse nuevas tareas, de Pérez Roque y Lage, considerados dos pesos pesados de la era de Fidel.

La medida fue explicada oficialmente como una respuesta a la necesidad de una “estructura más compacta y funcional, con menor número de organismos de la administración central del Estado y una mejor distribución de las funciones que cumplen”, tal como había adelantado Raúl Castro al asumir la Presidencia, en febrero del año pasado.

Pero los cambios fueron interpretados ampliamente como un proceso de “desfidelización” del gobierno de Raúl Castro quien, además, se rodea de este modo de personas de su absoluta confianza procedentes del Ejército que él dirigiera durante casi cinco décadas y de cuadros del Partido Comunista Cubano (PCC, único).

Sin embargo, el histórico líder cubano negó ayer rotundamente esta lectura “raulista” y manifestó su malestar por los que se “hacen eco de rumores ‘populares’ sobre la sustitución de los ‘hombres de Fidel’ por los ‘hombres de Raúl’”, según escribió en la “reflexión” titulada “Cambios sanos en el Consejo de Ministros” que adelantó ayer la web Cubadebate.

“No se ha cometido injusticia alguna con determinados cuadros”, insistió.

“La mayoría de los que fueron reemplazados nunca los propuse yo. Casi sin excepción llegaron a sus cargos propuestos por otros compañeros de la dirección del Partido o del Estado. No me dediqué nunca a ese oficio”.

Dirigentes del “núcleo duro” del Partido Comunista, militares y funcionarios de segunda línea poco conocidos por la población son ahora las nuevas caras del gobierno.

“Puede haber tonalidades diferentes en la personalidad y la trayectoria de estos hombres” en comparación con los que se fueron, sin embargo, “son todos monolíticos en sus opiniones y vienen del mismo cuadro de líderes” dentro del Partido Comunista y del gobierno, explicó la analista Uva de Aragón, del Instituto de Investigaciones Cubanas de la Universidad Internacional de Florida, con sede en Miami.

Para Peter Hakim, director del instituto norteamericano Interamerican Dialogue, los cambios suponen una “señal para enseñar la autoridad” de Raúl. Raúl Castro “siempre estuvo relacionado con la parte militar”, dijo.
El Universal, 4 de marzo.

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