MEXICALI, BC.— Pandillas, venta de droga, casas abandonadas y lotes baldíos usados como “picaderos”, caracterizan al primer distrito electoral federal, con cabecera en Mexicali, donde capacitadores del IFE se niegan a ingresar por temor y el lugar ha sido considerado de “atención especial” para las elecciones legislativas federales del 5 de julio próximo.
El estatus de “atención especial” podría indicar dificultades graves capaces de impedir la instalación de los centros receptores de votos para la elección de diputados federales en ese distrito.
En diciembre pasado, en la colonia Aurora, una de las 60 de ese distrito 1, en la que se ha detectado una fuerte presencia del crimen organizado y el narcotráfico, el Ejército y la policía decomisaron tres toneladas de mariguana, luego de que una “denuncia ciudadana” reportó que había varias personas descargando de una camioneta paquetes de droga.
“Se dificulta entrar a esa área, además de que es una zona donde se comete cantidad de delitos”, coincidieron consejeros distritales sobre la situación de las colonias Aurora, Ampliación Nacionalista, Hidalgo, Emiliano Zapata y Xochicali, en las que alertaron que se vende droga todo el día.
La situación del distrito, que abarca parte de la capital de Baja California, el valle de Mexicali y el puerto de San Felipe, en el mar de Cortés, fue detectada por el Instituto Federal Electoral (IFE) al insacular a ciudadanos para ser funcionarios de casillas en los comicios de julio.
El IFE descubrió que muchas casas del municipio estaban deshabitadas, había numerosos cambios de domicilio, puntos de posible venta de drogas, alta incidencia delictiva y pistas aéreas clandestinas, lo que tiene atemorizada a la población, que se abstiene de informar sobre las actividades de algunos de los vecinos.
Marginación e invasiones
Un recorrido de EL UNIVERSAL por algunas de esas colonias, que tienen en común carecer de pavimento y haber surgido de la invasión de terrenos, confirmó la existencia de casas abandonadas y de jóvenes agrupados en las esquinas a todas horas, en especial, en la colonia Aurora, uno de los focos rojos de inseguridad, según la Dirección de Seguridad Pública Municipal.
La mayoría de las decenas de casas abandonadas pertenecieron a familias que prefirieron buscar una mejor opción de vida y seguridad, y al igual que los lotes baldíos se han convertido en “picaderos”, llamados así los lugares donde se reúnen los adictos para inyectarse drogas.
“Nosotros mejor ni salimos, ¿para qué?; nunca faltan los problemas. Prefiero que los hijos estén dentro y no se reúnan con los pandilleros de la colonia”, comentó Cecilia Sandez, quien tiene 20 años de radicar en la colonia Aurora.
Según un punto de acuerdo tomado por la junta local de ese distrito durante la segunda semana de marzo, en la que se estableció la “atención especial” con nivel de afectación en numerosas secciones electorales, en esa zona “existe un ambiente de inseguridad permanente, alta migración y casas abandonadas convertidas en ‘picaderos’”.
“Las secciones de atención especial son aquellas en las cuales fenómenos de carácter natural, social, político, demográfico, económico, cultural y/o geográfico dificultan la integración de una mesa directiva de casilla”, explicaron los consejeros del primer distrito electoral.
Además, se indicó que en el proceso electoral pasado se presentaron algunos incidentes”, por lo que para el actual se establecieron medidas de seguridad.
Sin embargo, el 10 de marzo, el PRI presentó un recurso de revisión en contra de ese acuerdo, por considerar que existe el riesgo de que el IFE elija a funcionarios de casillas identificados con el PAN, el partido que gobierna la entidad.
“Ahora resulta que los empleados del IFE no pueden entrar a esas colonias, pero los de la Comisión Federal de Electricidad, de la Comisión Nacional del Agua, los de la recolección de basura y de los demás servicios públicos sí acuden cada mes a cobrarles. Qué raro es que ellos nunca han dicho nada”, comentó el secretario adjunto del CDE del PRI, Roberto Martín del Campo.
Sin embargo, José, un capacitador del IFE, fue asaltado durante uno de sus recorridos para entregar notificaciones a ciudadanos seleccionados para ser funcionarios de casilla en el fraccionamiento Villas del Rey.
El estatus de “atención especial” podría indicar dificultades graves capaces de impedir la instalación de los centros receptores de votos para la elección de diputados federales en ese distrito.
En diciembre pasado, en la colonia Aurora, una de las 60 de ese distrito 1, en la que se ha detectado una fuerte presencia del crimen organizado y el narcotráfico, el Ejército y la policía decomisaron tres toneladas de mariguana, luego de que una “denuncia ciudadana” reportó que había varias personas descargando de una camioneta paquetes de droga.
“Se dificulta entrar a esa área, además de que es una zona donde se comete cantidad de delitos”, coincidieron consejeros distritales sobre la situación de las colonias Aurora, Ampliación Nacionalista, Hidalgo, Emiliano Zapata y Xochicali, en las que alertaron que se vende droga todo el día.
La situación del distrito, que abarca parte de la capital de Baja California, el valle de Mexicali y el puerto de San Felipe, en el mar de Cortés, fue detectada por el Instituto Federal Electoral (IFE) al insacular a ciudadanos para ser funcionarios de casillas en los comicios de julio.
El IFE descubrió que muchas casas del municipio estaban deshabitadas, había numerosos cambios de domicilio, puntos de posible venta de drogas, alta incidencia delictiva y pistas aéreas clandestinas, lo que tiene atemorizada a la población, que se abstiene de informar sobre las actividades de algunos de los vecinos.
Marginación e invasiones
Un recorrido de EL UNIVERSAL por algunas de esas colonias, que tienen en común carecer de pavimento y haber surgido de la invasión de terrenos, confirmó la existencia de casas abandonadas y de jóvenes agrupados en las esquinas a todas horas, en especial, en la colonia Aurora, uno de los focos rojos de inseguridad, según la Dirección de Seguridad Pública Municipal.
La mayoría de las decenas de casas abandonadas pertenecieron a familias que prefirieron buscar una mejor opción de vida y seguridad, y al igual que los lotes baldíos se han convertido en “picaderos”, llamados así los lugares donde se reúnen los adictos para inyectarse drogas.
“Nosotros mejor ni salimos, ¿para qué?; nunca faltan los problemas. Prefiero que los hijos estén dentro y no se reúnan con los pandilleros de la colonia”, comentó Cecilia Sandez, quien tiene 20 años de radicar en la colonia Aurora.
Según un punto de acuerdo tomado por la junta local de ese distrito durante la segunda semana de marzo, en la que se estableció la “atención especial” con nivel de afectación en numerosas secciones electorales, en esa zona “existe un ambiente de inseguridad permanente, alta migración y casas abandonadas convertidas en ‘picaderos’”.
“Las secciones de atención especial son aquellas en las cuales fenómenos de carácter natural, social, político, demográfico, económico, cultural y/o geográfico dificultan la integración de una mesa directiva de casilla”, explicaron los consejeros del primer distrito electoral.
Además, se indicó que en el proceso electoral pasado se presentaron algunos incidentes”, por lo que para el actual se establecieron medidas de seguridad.
Sin embargo, el 10 de marzo, el PRI presentó un recurso de revisión en contra de ese acuerdo, por considerar que existe el riesgo de que el IFE elija a funcionarios de casillas identificados con el PAN, el partido que gobierna la entidad.
“Ahora resulta que los empleados del IFE no pueden entrar a esas colonias, pero los de la Comisión Federal de Electricidad, de la Comisión Nacional del Agua, los de la recolección de basura y de los demás servicios públicos sí acuden cada mes a cobrarles. Qué raro es que ellos nunca han dicho nada”, comentó el secretario adjunto del CDE del PRI, Roberto Martín del Campo.
Sin embargo, José, un capacitador del IFE, fue asaltado durante uno de sus recorridos para entregar notificaciones a ciudadanos seleccionados para ser funcionarios de casilla en el fraccionamiento Villas del Rey.
Rosa María Méndez corresponsal, El Universal, 17 de marzo.
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