En el Partido Convergencia hacen cálculos más rigurosos, duros. Y, además, los externan. Es que, en diez años han supervivido y crecido sorteando varias crisis existenciales.
MILENIO solicitó a su dirigencia sus previsiones para los comicios federales de julio y respondió sin asomo de propaganda.
Prevén que consolidarán la coalición con el PT y ambos obtendrán 10 por ciento de los votos totales. De entrada no quisieron anticipar cuántos diputados federales podrán obtener la alianza de ambos con el movimiento de Andrés Manuel López Obrador.
Aseguran que, tras las elecciones locales recientes, su voto duro real ya es de 3.6 por ciento. Aceptan implícitamente que 5.2, que le reconoció el PRD en 2006 por la coalición Por el Bien de Todos, estuvo sobreestimado.
Ahora, como consecuencia del escenario de alianzas, la gran apertura de su registro a los ciudadanos y su plan especial de campaña calcula obtener 25 diputados federales, tanto de mayoría como plurinominales y duplicar el porcentaje de votos para sus siglas a 7 por ciento.
Ese cálculo tiene lógica. Sus primeros diputados federales en 2000 fueron dos, en 2003 obtuvo cinco y en 2006 –siempre según sus datos—logró cinco de mayoría y 12 plurinominales para totalizar 17.
Al responder el cuestionario durante su sexta convención nacional, los dirigentes de Convergencia ya habían definido a los personajes que ocuparán los primeros sitios como candidatos “bandera” en posiciones plurinominales, casi seguros diputados:
Alejandro Gertz Manero (rector universitario, ex jefe de Seguridad Pública Federal), Pedro Jiménez León (secretario general), Luis Walton Aburto (empresario y ex candidato al municipio de Acapulco) Bertha Luján, Martha Pérez Bejarano y José Agustín Ortiz Pinchetti (del movimiento de AMLO), Jaime Álvarez Cisneros y Armando López Campa (presidentes estatales de Morelos y Aguascalientes). Otros, como Pío López Obrador competirán por la mayoría en sus distritos.
Ésas son sus previsiones.
•••
Lo más novedoso de su estrategia electoral 2009 es la apertura casi total a ciudadanos sin registro. Ningún otro partido recibió, por esa oferta, más de 600 inscripciones de aspirantes. Parece que así consolidará su recuperación.
En diez años —se fundó en diciembre de 1998, tras la liberación de Dante Delgado— Convergencia ha sobrevivido a varias crisis que pudieron ser mortales: fracturas internas y dificultades financieras.
En noviembre de 2005, MILENIO publicó una investigación, que no fue refutada, sobre su inminente quiebra y una sublevación nacional. Algunos de esos problemas aún tienen secuela en la Procuraduría General de la República. Pero ya no asoman como crisis.
Convergencia se ha recuperado, a partir del 11 de febrero de 2006 cuando fueron electos Luis Maldonado y Jiménez León, como presidente y secretario general, respectivamente. En sus reuniones se percibe institucionalidad en sus comités estatales. Y electoralmente ha logrado expandirse a 13 estados, como se refleja en los indicadores del IFE.
Por la cantidad de votos destacan, en orden de importancia, Veracruz, Estado de México, Oaxaca, Guerrero, Morelos, Puebla, Distrito Federal, Campeche y después Chiapas, Aguascalientes, Hidalgo, Jalisco y Querétaro. Allí descansa su voto.
La clave de su recuperación, al parecer, ha sido la capacidad de alianzas oportunas que lo han ayudado a salir de sus crisis. En 2001, ex priistas ganaron con el registro de Convergencia las capitales de Veracruz y Oaxaca.
Una sola vez ha competido federalmente con sus siglas, en los comicios de 2003, y obtuvo 2.26 por ciento de los votos (605 mil 156 votos), según los registros para candidatos plurinominales del IFE. Lo que no puede probarse es su afirmación de que en los comicios del 2 de julio de 2006 “aportó 3.5 millones de votos a la coalición Por el Bien de Todos”.
“Convergencia se ha definido como un partido de la sociedad y de verdadera oposición —dicen sus dirigentes. Su proyecto es convertirse en un polo de izquierda moderna y de avanzada. Para después ser la tercera fuerza electoral del país… Y el propósito de quienes arriban al Congreso será legislar para terminar con las decisiones tripartidistas cupulares que no representan el sentir y la voz de los mexicanos”. Así es ahora Convergencia.
MILENIO solicitó a su dirigencia sus previsiones para los comicios federales de julio y respondió sin asomo de propaganda.
Prevén que consolidarán la coalición con el PT y ambos obtendrán 10 por ciento de los votos totales. De entrada no quisieron anticipar cuántos diputados federales podrán obtener la alianza de ambos con el movimiento de Andrés Manuel López Obrador.
Aseguran que, tras las elecciones locales recientes, su voto duro real ya es de 3.6 por ciento. Aceptan implícitamente que 5.2, que le reconoció el PRD en 2006 por la coalición Por el Bien de Todos, estuvo sobreestimado.
Ahora, como consecuencia del escenario de alianzas, la gran apertura de su registro a los ciudadanos y su plan especial de campaña calcula obtener 25 diputados federales, tanto de mayoría como plurinominales y duplicar el porcentaje de votos para sus siglas a 7 por ciento.
Ese cálculo tiene lógica. Sus primeros diputados federales en 2000 fueron dos, en 2003 obtuvo cinco y en 2006 –siempre según sus datos—logró cinco de mayoría y 12 plurinominales para totalizar 17.
Al responder el cuestionario durante su sexta convención nacional, los dirigentes de Convergencia ya habían definido a los personajes que ocuparán los primeros sitios como candidatos “bandera” en posiciones plurinominales, casi seguros diputados:
Alejandro Gertz Manero (rector universitario, ex jefe de Seguridad Pública Federal), Pedro Jiménez León (secretario general), Luis Walton Aburto (empresario y ex candidato al municipio de Acapulco) Bertha Luján, Martha Pérez Bejarano y José Agustín Ortiz Pinchetti (del movimiento de AMLO), Jaime Álvarez Cisneros y Armando López Campa (presidentes estatales de Morelos y Aguascalientes). Otros, como Pío López Obrador competirán por la mayoría en sus distritos.
Ésas son sus previsiones.
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Lo más novedoso de su estrategia electoral 2009 es la apertura casi total a ciudadanos sin registro. Ningún otro partido recibió, por esa oferta, más de 600 inscripciones de aspirantes. Parece que así consolidará su recuperación.
En diez años —se fundó en diciembre de 1998, tras la liberación de Dante Delgado— Convergencia ha sobrevivido a varias crisis que pudieron ser mortales: fracturas internas y dificultades financieras.
En noviembre de 2005, MILENIO publicó una investigación, que no fue refutada, sobre su inminente quiebra y una sublevación nacional. Algunos de esos problemas aún tienen secuela en la Procuraduría General de la República. Pero ya no asoman como crisis.
Convergencia se ha recuperado, a partir del 11 de febrero de 2006 cuando fueron electos Luis Maldonado y Jiménez León, como presidente y secretario general, respectivamente. En sus reuniones se percibe institucionalidad en sus comités estatales. Y electoralmente ha logrado expandirse a 13 estados, como se refleja en los indicadores del IFE.
Por la cantidad de votos destacan, en orden de importancia, Veracruz, Estado de México, Oaxaca, Guerrero, Morelos, Puebla, Distrito Federal, Campeche y después Chiapas, Aguascalientes, Hidalgo, Jalisco y Querétaro. Allí descansa su voto.
La clave de su recuperación, al parecer, ha sido la capacidad de alianzas oportunas que lo han ayudado a salir de sus crisis. En 2001, ex priistas ganaron con el registro de Convergencia las capitales de Veracruz y Oaxaca.
Una sola vez ha competido federalmente con sus siglas, en los comicios de 2003, y obtuvo 2.26 por ciento de los votos (605 mil 156 votos), según los registros para candidatos plurinominales del IFE. Lo que no puede probarse es su afirmación de que en los comicios del 2 de julio de 2006 “aportó 3.5 millones de votos a la coalición Por el Bien de Todos”.
“Convergencia se ha definido como un partido de la sociedad y de verdadera oposición —dicen sus dirigentes. Su proyecto es convertirse en un polo de izquierda moderna y de avanzada. Para después ser la tercera fuerza electoral del país… Y el propósito de quienes arriban al Congreso será legislar para terminar con las decisiones tripartidistas cupulares que no representan el sentir y la voz de los mexicanos”. Así es ahora Convergencia.
Rogelio Hernández López, Milenio, 24 de marzo.
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