Prevén fractura con Chávez

LA HABANA.- Los cambios en el Gobierno cubano realizados esta semana por el Presidente Raúl Castro son vistos por analistas isleños como la plataforma posible para viabilizar las prometidas reformas estructurales del sistema, reducir la dependencia económica con Venezuela y emprender una aproximación con Estados Unidos.

La desaparición de la escena política del ex vicepresidente Carlos Lage, muy identificado con las ideas del Mandatario venezolano, Hugo Chávez, a quien llegó a definir públicamente como el otro Presidente de Cuba, refuerza la opinión de que con este nuevo Ejecutivo, el General Castro buscaría diversificar sus relaciones internacionales y reducir la magnitud del intercambio con Caracas, su primer socio comercial y de quien recibe 105 mil barriles diarios de crudo a precios preferenciales.

"Depender tanto de Hugo Chávez puede ser bien peligroso porque la economía venezolana no atraviesa su mejor momento y a Cuba le urge equilibrar la suya, para lo que necesita concentrar todas sus fuerzas en elevar la producción interna, disminuir sus deudas y acabar con la doble moneda", afirmó a REFORMA el economista Óscar Espinosa.

Para este especialista, el Presidente isleño ya marcó distancia respecto a su antecesor en el cargo. Y señala como ejemplo la ausencia de Raúl en la pasada cumbre de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), una iniciativa que gestaron e impulsaron Hugo Chávez y Fidel Castro en oposición al Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) que promueve Estados Unidos.

"Desde que el General (Raúl) Castro asumió la presidencia ha mantenido una distancia discreta pero evidente del conflictivo aliado político de su hermano (Fidel)", aseguró el especialista, quien cree que Raúl y Chávez no persiguen lo mismos objetivos.

"Chávez y Fidel complementan sus delirios de grandeza y de influencia internacional. Raúl, sin embargo, no pretende exportar el socialismo cubano", agregó el especialista.

Al igual que otros analistas y observadores locales, Espinosa opina que la prioridad para el General Castro es organizar la economía interna y elevar las condiciones de vida de los cubanos, con el menor costo político. Y en ese sentido le parecen acertados los cambios ministeriales, incluidas las remociones de Carlos Lage como Secretario del Consejo de Ministros y Felipe Pérez Roque como Ministro de Relaciones Exteriores.

"Es un triunfo del elemento reformista. No creo que Raúl sea un demócrata pero prefiere pasar a la historia como el hombre que mejoró el nivel de vida de sus compatriotas siendo más racional y colegiado en el mando de lo que fue su hermano", afirmó el economista.

En un terreno tan especulativo como lógico dentro del secretismo del poder en Cuba, la primera hipótesis tras la demolición política de Lage y Pérez Roque fue que Raúl había decidido apartar a todos los hombres heredados del Gobierno de su hermano mayor y rodearse de militares de su confianza, cercanos a su pensamiento pragmático, y hombres experimentados que han tenido éxito al frente de empresas de las Fuerzas Armadas.

No obstante, en sectores próximos al Ejército rechazan de plano la idea de que los hermanos Castro muestren tan abiertamente sus discrepancias y atribuyen las salidas de los dos funcionarios a "otras razones, que no se han dado a conocer, pero Fidel asegura que existen".

Expertos locales también barajan la posibilidad de que la distancia de Cuba con Caracas crezca en la medida que un diálogo diplomático vaya poniendo fin al largo enfrentamiento entre el Gobierno revolucionario cubano y la Casa Blanca.

"El probable incremento del comercio, las remesas y los viajes de cubano americanos irán debilitando lentamente la relación con Venezuela", dijo a REFORMA otro especialista consultado, que coincide con Espinosa al considerar al Presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, como el mediador más capacitado para agilizar el acercamiento entre Cuba y Estados Unidos.

"Raúl Castro es un marxista de siempre, cosa que no lo es Chávez. Chávez no es socialista ni es nada. Y Lula sí. Lula es un demócrata de izquierdas con el que seguro hay muchos más puntos de conexión. Y también es un buen negociador ante (Barack) Obama. Puede hacer un buen papel como intermediario en el diferendo entre Cuba y Estados Unidos", afirmó Espinosa.

De hecho, el Presidente brasileño se reunirá el 14 de marzo en Washington con su par estadounidense, Barack Obama, con quien tiene previsto abordar la cuestión de la conflictiva relación entre Washington y Caracas y el fin del embargo a Cuba.
Yolanda Martínez corresponsal, Reforma, 6 de marzo.

0 Responses to "Prevén fractura con Chávez"