Ante el aumento nunca antes visto de efectivos militares y policiacos en Chihuahua, concretamente en Ciudad Juárez, para hacer frente al narcotráfico y al crimen organizado, la Secretaría de Gobernación sentenció que “no hay manera de administrar la delincuencia” para vivir en paz.
Sostuvo que el gobierno de la república asumirá “los costos que sean necesarios” para dar a la ciudadanía de Chihuahua, y de todo el país, la tranquilidad que exige y merece.
Afirmó que el recrudecimiento en la lucha de los cárteles de la droga exige la aplicación de toda la fuerza del Estado para su combate y en esta tarea, subrayó, el Ejército Mexicano y las fuerzas armadas juegan un papel preponderante.
Apenas este lunes, militares del más alto rango tomaron posesión de la Secretaría de Seguridad Pública y de la Policía Municipal de Ciudad Juárez, para quedar al mando de todas las corporaciones de seguridad en esa conflictiva región de la frontera mexicana con Estados Unidos.
Se estima que al momento hay concentrados en territorio chihuahuense, particularmente en Ciudad Juárez, más de seis mil efectivos militares, más otros tantos policías federales, de la PGR, agentes del Ministerio Público y de corporaciones estatales y municipales.
El despliegue militar y policiaco en ese estado no tiene precedentes en México y, a decir de la Secretaría de Gobernación, está plenamente justificado dado el grado de violencia que han desatado en Ciudad Juárez los grupos criminales que pretenden controlar la zona.
La dependencia encargada de la política interior del país, al frente de la cual está el secretario Fernando Gómez Mont, dijo que la presencia en esa magnitud del Estado mexicano en Chihuahua es la mejor muestra del compromiso del presidente Felipe Calderón para devolver la paz y la tranquilidad a la sociedad, así como los espacios que les pertenecen.
De igual forma, la Secretaría de Gobernación insistió en que ningún espacio del territorio nacional “opera bajo el control del narcotráfico” y subrayó, en ese sentido, que incluso en los sitios donde la presencia y la acción violenta del crimen organizado se hacen más patentes, como es el caso de Ciudad Juárez, el Estado mexicano y sus instituciones funcionan con normalidad democrática, elemento primordial de la gobernabilidad en el país.
Sostuvo que el gobierno de la república asumirá “los costos que sean necesarios” para dar a la ciudadanía de Chihuahua, y de todo el país, la tranquilidad que exige y merece.
Afirmó que el recrudecimiento en la lucha de los cárteles de la droga exige la aplicación de toda la fuerza del Estado para su combate y en esta tarea, subrayó, el Ejército Mexicano y las fuerzas armadas juegan un papel preponderante.
Apenas este lunes, militares del más alto rango tomaron posesión de la Secretaría de Seguridad Pública y de la Policía Municipal de Ciudad Juárez, para quedar al mando de todas las corporaciones de seguridad en esa conflictiva región de la frontera mexicana con Estados Unidos.
Se estima que al momento hay concentrados en territorio chihuahuense, particularmente en Ciudad Juárez, más de seis mil efectivos militares, más otros tantos policías federales, de la PGR, agentes del Ministerio Público y de corporaciones estatales y municipales.
El despliegue militar y policiaco en ese estado no tiene precedentes en México y, a decir de la Secretaría de Gobernación, está plenamente justificado dado el grado de violencia que han desatado en Ciudad Juárez los grupos criminales que pretenden controlar la zona.
La dependencia encargada de la política interior del país, al frente de la cual está el secretario Fernando Gómez Mont, dijo que la presencia en esa magnitud del Estado mexicano en Chihuahua es la mejor muestra del compromiso del presidente Felipe Calderón para devolver la paz y la tranquilidad a la sociedad, así como los espacios que les pertenecen.
De igual forma, la Secretaría de Gobernación insistió en que ningún espacio del territorio nacional “opera bajo el control del narcotráfico” y subrayó, en ese sentido, que incluso en los sitios donde la presencia y la acción violenta del crimen organizado se hacen más patentes, como es el caso de Ciudad Juárez, el Estado mexicano y sus instituciones funcionan con normalidad democrática, elemento primordial de la gobernabilidad en el país.
Luciano Franco, Crónica, 18 de marzo.
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