Los Presidentes de México, Felipe Calderón, y Estados Unidos, Barack Obama, se pronunciaron ayer por detener el flujo ilegal de armas, de dinero ilícito y de estupefacientes en la frontera común.
Calderón advirtió que la lucha contra el crimen organizado es transnacional, admitió que la Iniciativa Mérida es un buen principio, pero consideró que "debemos ir más allá".
Tras alertar que el crimen organizado no sólo actúa en México, dijo que las armas estadounidenses que hoy se usan contra funcionarios mexicanos, mañana podrían ser usadas contra funcionarios estadounidenses en su propio País.
"Por supuesto que el tráfico y el comercio de drogas no se puede terminar por decreto. Sé que mientras haya una alta demanda de drogas habrá también oferta y tráfico, pero lo que sí podemos controlar, lo que sí podemos dominar es el efecto de la criminalidad en la sociedad", anotó.
Propuso que México y Estados Unidos refuercen medidas en sus fronteras para inhibir el flujo de armas de asalto.
Desde 2004, apuntó, cuando se levantó la prohibición de la venta de armas de asalto en Estados Unidos, ha aumentado el poder de armas de fuego de los grupos criminales en México.
Luego detalló que en los dos años y cuatro meses de su gestión se han decomisado más de 16 mil armas de asalto, y 90 por ciento de ellas proviene de Estados Unidos.
Agregó que a lo largo de la frontera hay casi 10 mil puntos de venta de armas del lado estadounidense.
Calderón se refirió a eventual aplicación de la Ley de Control de Exportación de Armas de Estados Unidos, y propuso un registro efectivo de armas, así como la prohibición de venta masiva de armas como medidas para enfrentar el flujo ilegal hacia México.
No obstante, precisó que será respetuoso de la decisión que tome el Congreso del vecino país, así como su sociedad, para la cual, admitió, el tema es políticamente sensible.
Citó la Segunda Enmienda, que permite a los estadounidenses adquirir armas para su seguridad, pero consideró que existe abuso de este derecho.
Consumo estadounidense
El Mandatario estadounidense urgió a su Congreso a renovar el tratado anulado en 2004 con el que se impedía la venta de armas de asalto a países donde están prohibidas.
Tras elogiar la estrategia antinarco de Calderón, así como la entrega de los policías y los soldados mexicanos, el Presidente Obama se comprometió a trabajar con México en la lucha contra el crimen organizado.
Reconoció que Estados Unidos debe atacar el consumo de drogas en sus propias ciudades, así como eliminar el tráfico de armas y dinero ilícito en la frontera común.
Destacó que su Gobierno ha reforzado la vigilancia en la zona fronteriza, y por primera vez se revisan no sólo los autos que entran a su País sino los que salen de él.
Además, dijo, Estados Unidos debe acelerar la entrega de recursos de la Iniciativa Mérida para dotar a México del equipo necesario para enfrentar al narcotráfico.
Libre comercio
Al abordar la relación comercial entre ambos países, el Presidente Calderón consideró que México y Estados Unidos no deben competir entre sí, sino que deben aprovechar el carácter complementario de sus economías.
"El comercio significa oportunidad", planteó Calderón, quien también señaló que los consumidores mexicanos están entre los mejores compradores de productos estadounidenses.
Ello permitirá, dijo, hacer más competitiva a la región de norteamérica y hará menos dañina la recuperación ante la crisis económica mundial.
El Presidente Obama ofreció resolver la disputa comercial con México, desatada por una prohibición de Estados Unidos sobre los camiones mexicanos para circular por sus carreteras.
Pisa y corre
En una visita relámpago de 19 horas a la Ciudad de México, el Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, desahogó una agitada agenda.
- Arribo del Air Force One al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
- Vista del helicóptero desde la Torre Latinoamericana, en el Centro Histórico.
- Llegada del Mandatario estadounidense en helicóptero a las instalaciones del Campo Marte.
- Los secretarios de Gobernación, Fernando Gómez Mont, de Hacienda, Agustín Carstens, y de Energía, Georgina Kessel, en la recepción en Los Pinos.
- Al concluir la conferencia de prensa conjunta, en Los Pinos.
- Durante la cena ofrecida en el Museo Nacional de Antropología, en la mesa de honor estuvo el Embajador de México en Washington, Arturo Sarukhán.
Calderón advirtió que la lucha contra el crimen organizado es transnacional, admitió que la Iniciativa Mérida es un buen principio, pero consideró que "debemos ir más allá".
Tras alertar que el crimen organizado no sólo actúa en México, dijo que las armas estadounidenses que hoy se usan contra funcionarios mexicanos, mañana podrían ser usadas contra funcionarios estadounidenses en su propio País.
"Por supuesto que el tráfico y el comercio de drogas no se puede terminar por decreto. Sé que mientras haya una alta demanda de drogas habrá también oferta y tráfico, pero lo que sí podemos controlar, lo que sí podemos dominar es el efecto de la criminalidad en la sociedad", anotó.
Propuso que México y Estados Unidos refuercen medidas en sus fronteras para inhibir el flujo de armas de asalto.
Desde 2004, apuntó, cuando se levantó la prohibición de la venta de armas de asalto en Estados Unidos, ha aumentado el poder de armas de fuego de los grupos criminales en México.
Luego detalló que en los dos años y cuatro meses de su gestión se han decomisado más de 16 mil armas de asalto, y 90 por ciento de ellas proviene de Estados Unidos.
Agregó que a lo largo de la frontera hay casi 10 mil puntos de venta de armas del lado estadounidense.
Calderón se refirió a eventual aplicación de la Ley de Control de Exportación de Armas de Estados Unidos, y propuso un registro efectivo de armas, así como la prohibición de venta masiva de armas como medidas para enfrentar el flujo ilegal hacia México.
No obstante, precisó que será respetuoso de la decisión que tome el Congreso del vecino país, así como su sociedad, para la cual, admitió, el tema es políticamente sensible.
Citó la Segunda Enmienda, que permite a los estadounidenses adquirir armas para su seguridad, pero consideró que existe abuso de este derecho.
Consumo estadounidense
El Mandatario estadounidense urgió a su Congreso a renovar el tratado anulado en 2004 con el que se impedía la venta de armas de asalto a países donde están prohibidas.
Tras elogiar la estrategia antinarco de Calderón, así como la entrega de los policías y los soldados mexicanos, el Presidente Obama se comprometió a trabajar con México en la lucha contra el crimen organizado.
Reconoció que Estados Unidos debe atacar el consumo de drogas en sus propias ciudades, así como eliminar el tráfico de armas y dinero ilícito en la frontera común.
Destacó que su Gobierno ha reforzado la vigilancia en la zona fronteriza, y por primera vez se revisan no sólo los autos que entran a su País sino los que salen de él.
Además, dijo, Estados Unidos debe acelerar la entrega de recursos de la Iniciativa Mérida para dotar a México del equipo necesario para enfrentar al narcotráfico.
Libre comercio
Al abordar la relación comercial entre ambos países, el Presidente Calderón consideró que México y Estados Unidos no deben competir entre sí, sino que deben aprovechar el carácter complementario de sus economías.
"El comercio significa oportunidad", planteó Calderón, quien también señaló que los consumidores mexicanos están entre los mejores compradores de productos estadounidenses.
Ello permitirá, dijo, hacer más competitiva a la región de norteamérica y hará menos dañina la recuperación ante la crisis económica mundial.
El Presidente Obama ofreció resolver la disputa comercial con México, desatada por una prohibición de Estados Unidos sobre los camiones mexicanos para circular por sus carreteras.
Pisa y corre
En una visita relámpago de 19 horas a la Ciudad de México, el Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, desahogó una agitada agenda.
- Arribo del Air Force One al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
- Vista del helicóptero desde la Torre Latinoamericana, en el Centro Histórico.
- Llegada del Mandatario estadounidense en helicóptero a las instalaciones del Campo Marte.
- Los secretarios de Gobernación, Fernando Gómez Mont, de Hacienda, Agustín Carstens, y de Energía, Georgina Kessel, en la recepción en Los Pinos.
- Al concluir la conferencia de prensa conjunta, en Los Pinos.
- Durante la cena ofrecida en el Museo Nacional de Antropología, en la mesa de honor estuvo el Embajador de México en Washington, Arturo Sarukhán.
Mayolo López y Claudia Guerrero, Reforma, 17 de abril.
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