El Senado recibirá al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, con una declaración en la que establece que debe haber una “responsabilidad compartida” en las acciones que se lleven a cabo para combatir el tráfico de armas.
El órgano legislativo suavizó su posición, ya que la propuesta original era que la Secretaría de Relaciones Exteriores exhortara al gobierno de Estados Unidos a que reconsidere su posición respecto a la venta de armas de alto poder y prohíba o restrinja su venta.
En el punto de acuerdo aprobado ayer por mayoría, el Senado le pide al presidente Felipe Calderón que lleve a cabo acciones efectivas de cooperación bilateral con Estados Unidos para combatir el tráfico de armas a nuestro territorio.
Dichas actividades, dice, en todo momento deberán estar sustentadas en la aceptación de una responsabilidad compartida, confianza mutua y en la estricta observancia de los instrumentos jurídicos nacionales e internacionales, existentes en cada uno de los Estados.
El Senado también exhortó al Ejecutivo federal a que de manera coordinada con Estados Unidos, diseñe mecanismos útiles que permitan fortalecer e incrementar el intercambio de información e inteligencia, así como la realización de acciones de asistencia jurídica mutua, entrenamiento, asistencia técnica, inversión en infraestructura fronteriza, entre otras, encaminadas a combatir delitos trasnacionales, particularmente el tráfico de armas.
También pidió a la SRE que promueva la ratificación por parte de Estados Unidos de la Convención Interamericana contra la Fabricación y el Tráfico Ilícitos de Armas de Fuego, Municiones, Explosivos y otros Materiales Relacionados.
Asimismo, pidió al presidente Calderón que promueva que en las aduanas del país se tomen las medidas pertinentes para que no se permita el ingreso de armas y precursores químicos utilizados por la delincuencia organizada.
El dictamen señala que el 90 por ciento de las armas que utilizan los delincuentes en el país proviene de manera ilegal de Estados Unidos.
En promedio, dice el dictamen, cada día ingresan a México dos mil armas por su frontera con el vecino del norte.
El documento aprobado cita declaraciones de la secretaria de Seguridad Interior, Janet Napolitano, en el sentido de que en el 2008 aproximadamente seis mil
personas murieron en México como consecuencia de violencia relacionada con el narcotráfico.
Un informe de la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF) de Estados Unidos —dice el dictamen— señala que durante los dos últimos años autoridades de ese país decomisaron “miles de armas” cuyo destino era México, y las tendencias indican que las armas que cruzan ilegalmente la frontera “son
cada vez más poderosas”.
Ese informe reconoce que las organizaciones de narcotraficantes “orientan su infraestructura de lavado de dinero, distribución y métodos de carga hacia Estados Unidos para adquirir armas de fuego y municiones”.
El dictamen indica que al igual que en el caso del narcotráfico, el origen y la solución al tráfico de armas rebasa las fronteras de un solo país, por lo que la cooperación internacional es un requisito indispensable para enfrentar de manera exitosa a “esta amenaza que lastima a la sociedad”.
El órgano legislativo suavizó su posición, ya que la propuesta original era que la Secretaría de Relaciones Exteriores exhortara al gobierno de Estados Unidos a que reconsidere su posición respecto a la venta de armas de alto poder y prohíba o restrinja su venta.
En el punto de acuerdo aprobado ayer por mayoría, el Senado le pide al presidente Felipe Calderón que lleve a cabo acciones efectivas de cooperación bilateral con Estados Unidos para combatir el tráfico de armas a nuestro territorio.
Dichas actividades, dice, en todo momento deberán estar sustentadas en la aceptación de una responsabilidad compartida, confianza mutua y en la estricta observancia de los instrumentos jurídicos nacionales e internacionales, existentes en cada uno de los Estados.
El Senado también exhortó al Ejecutivo federal a que de manera coordinada con Estados Unidos, diseñe mecanismos útiles que permitan fortalecer e incrementar el intercambio de información e inteligencia, así como la realización de acciones de asistencia jurídica mutua, entrenamiento, asistencia técnica, inversión en infraestructura fronteriza, entre otras, encaminadas a combatir delitos trasnacionales, particularmente el tráfico de armas.
También pidió a la SRE que promueva la ratificación por parte de Estados Unidos de la Convención Interamericana contra la Fabricación y el Tráfico Ilícitos de Armas de Fuego, Municiones, Explosivos y otros Materiales Relacionados.
Asimismo, pidió al presidente Calderón que promueva que en las aduanas del país se tomen las medidas pertinentes para que no se permita el ingreso de armas y precursores químicos utilizados por la delincuencia organizada.
El dictamen señala que el 90 por ciento de las armas que utilizan los delincuentes en el país proviene de manera ilegal de Estados Unidos.
En promedio, dice el dictamen, cada día ingresan a México dos mil armas por su frontera con el vecino del norte.
El documento aprobado cita declaraciones de la secretaria de Seguridad Interior, Janet Napolitano, en el sentido de que en el 2008 aproximadamente seis mil
personas murieron en México como consecuencia de violencia relacionada con el narcotráfico.
Un informe de la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF) de Estados Unidos —dice el dictamen— señala que durante los dos últimos años autoridades de ese país decomisaron “miles de armas” cuyo destino era México, y las tendencias indican que las armas que cruzan ilegalmente la frontera “son
cada vez más poderosas”.
Ese informe reconoce que las organizaciones de narcotraficantes “orientan su infraestructura de lavado de dinero, distribución y métodos de carga hacia Estados Unidos para adquirir armas de fuego y municiones”.
El dictamen indica que al igual que en el caso del narcotráfico, el origen y la solución al tráfico de armas rebasa las fronteras de un solo país, por lo que la cooperación internacional es un requisito indispensable para enfrentar de manera exitosa a “esta amenaza que lastima a la sociedad”.
José Contreras, Crónica, 16 de abril.
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