El vicepresidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Alberto Suárez Inda, desestimó el incidente que sufrió el Arzobispo de Durango, Héctor González Martínez, quien el jueves pasado durante una visita pastoral a la comunidad de San Bernardo, fue bajado de su vehículo por un grupo armado que instaló un retén.
Entrevistado luego de inaugurar las jornadas de historia "Iglesia, Independencia y Revolución" en la Universidad Pontificia, el también Arzobispo de Morelia defendió que el objetivo del comando armado no era perseguir al prelado duranguense, pues sólo eran labores de reconocimiento.
"No lo persiguieron por ser el Arzobispo, sino que estaban en una situación de reconocimiento y de ver quién pasaba", aseveró.
"Muchos han tratado de amordazar a la Iglesia, la verdad siempre incomoda y en ese sentido, tenemos que ser testigos hasta el martirio si fuera necesario", sostuvo.
Entrevistado luego de inaugurar las jornadas de historia "Iglesia, Independencia y Revolución" en la Universidad Pontificia, el también Arzobispo de Morelia defendió que el objetivo del comando armado no era perseguir al prelado duranguense, pues sólo eran labores de reconocimiento.
"No lo persiguieron por ser el Arzobispo, sino que estaban en una situación de reconocimiento y de ver quién pasaba", aseveró.
"Muchos han tratado de amordazar a la Iglesia, la verdad siempre incomoda y en ese sentido, tenemos que ser testigos hasta el martirio si fuera necesario", sostuvo.
Alma Paola Wong, Reforma, 13 de mayo.
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