El sacerdote católico Pedro Pantoja, que dirige un centro de acogida de inmigrantes, denunció ayer que el grupo criminal Los Zetas, que forma parte del Cártel del Golfo, “masacra”, secuestra y extorsiona a diario a indocumentados centroamericanos en México.
“Suplicamos a Los Zetas que detengan la masacre que día tras día ejecutan contra la población migrante”, afirmó a Efe Pedro Pantoja, director de la casa Belén Posada del Migrante, uno de los cinco centros de atención a inmigrantes indocumentados que posee la Iglesia católica en el norte del territorio mexicano.
Pantoja aseguró que el V Informe Sobre la Situación de los Derechos Humanos de los Migrantes en Tránsito por México, que recién publicó con información de los cinco refugios, revela que Los Zetas secuestran, violan, extorsionan y asesinan a inmigrantes.
El religioso destacó que los refugios que tiene la Iglesia en estados norteños como San Luis Potosí, Coahuila y Tamaulipas reciben cada uno al día alrededor de 80 centroamericanos indocumentados que pretenden cruzar la frontera hacia Estados Unidos.
En esos albergues la Iglesia católica ofrece a los inmigrantes comida, la posibilidad de que laven su ropa, asesoría legal y posada temporal.
“Por lo menos una cuarta parte de los inmigrantes sufre esa experiencia durísima del secuestro por Los Zetas”, aseguró Pantoja.
Explicó que esa banda criminal, una de las más sanguinarias del país, formada por ex militares de elite y que comenzó como el brazo armado del Cártel del Golfo, ataca a los inmigrantes indocumentados desde el estado de Tabasco, en el sureste de México, hasta la frontera con EU.
“El dinero obtenido a través de tantas abominaciones sólo trae como consecuencia la soledad y la muerte”, advirtió.
El activista recordó que recientemente el Ejército Mexicano ha rescatado a decenas de inmigrantes centroamericanos secuestrados por la delincuencia organizada.
A juicio de Pantoja, los gobiernos de El Salvador, Nicaragua, Guatemala y Honduras, que “no han tenido la capacidad de proveer de trabajo y alimentación a sus ciudadanos”, deberían tener “por lo menos el fuerte compromiso de velar por ellos fuera de su territorio”.
Asimismo, exigió al gobierno mexicano modificar “su política migratoria para que todas las personas que buscan transformar su vida y la de sus familias puedan tener acceso a un tránsito digno” por territorio mexicano.
México es cada año zona de paso de cerca de 300 mil indocumentados que en su mayor parte cruzan el país hacia Estados Unidos en busca de mejores condiciones de vida.
“Suplicamos a Los Zetas que detengan la masacre que día tras día ejecutan contra la población migrante”, afirmó a Efe Pedro Pantoja, director de la casa Belén Posada del Migrante, uno de los cinco centros de atención a inmigrantes indocumentados que posee la Iglesia católica en el norte del territorio mexicano.
Pantoja aseguró que el V Informe Sobre la Situación de los Derechos Humanos de los Migrantes en Tránsito por México, que recién publicó con información de los cinco refugios, revela que Los Zetas secuestran, violan, extorsionan y asesinan a inmigrantes.
El religioso destacó que los refugios que tiene la Iglesia en estados norteños como San Luis Potosí, Coahuila y Tamaulipas reciben cada uno al día alrededor de 80 centroamericanos indocumentados que pretenden cruzar la frontera hacia Estados Unidos.
En esos albergues la Iglesia católica ofrece a los inmigrantes comida, la posibilidad de que laven su ropa, asesoría legal y posada temporal.
“Por lo menos una cuarta parte de los inmigrantes sufre esa experiencia durísima del secuestro por Los Zetas”, aseguró Pantoja.
Explicó que esa banda criminal, una de las más sanguinarias del país, formada por ex militares de elite y que comenzó como el brazo armado del Cártel del Golfo, ataca a los inmigrantes indocumentados desde el estado de Tabasco, en el sureste de México, hasta la frontera con EU.
“El dinero obtenido a través de tantas abominaciones sólo trae como consecuencia la soledad y la muerte”, advirtió.
El activista recordó que recientemente el Ejército Mexicano ha rescatado a decenas de inmigrantes centroamericanos secuestrados por la delincuencia organizada.
A juicio de Pantoja, los gobiernos de El Salvador, Nicaragua, Guatemala y Honduras, que “no han tenido la capacidad de proveer de trabajo y alimentación a sus ciudadanos”, deberían tener “por lo menos el fuerte compromiso de velar por ellos fuera de su territorio”.
Asimismo, exigió al gobierno mexicano modificar “su política migratoria para que todas las personas que buscan transformar su vida y la de sus familias puedan tener acceso a un tránsito digno” por territorio mexicano.
México es cada año zona de paso de cerca de 300 mil indocumentados que en su mayor parte cruzan el país hacia Estados Unidos en busca de mejores condiciones de vida.
EFE, Crónica, 26 de mayo.
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