Escamados por el golpe que representó la multa del Pemexgate, el PRI obligó a sus candidatos a diputados federales a firmar una carta en la que se comprometen a pagar todas las multas relacionadas con faltas e infracciones cometidas en campaña.
El compromiso fue colocado como filtro por la Comisión Nacional de Procesos Internos, a manera de vacuna, para evitar que los recursos del instituto político se vean mermados por los errores o delitos que cometan sus aspirantes, incluidas las violaciones a las restricciones aplicadas con motivo de la epidemia de influenza.
"Asumo el compromiso de solventar las multas que, en su caso se generen para nuestro partido por deficiencia en el cumplimiento de las obligaciones que me impone el orden jurídico aplicable de precampañas y, en su caso, de campañas en materia de ingresos, egresos, topes de gasto y comprobación del origen y destino de unos y otros", señala el documento.
En entrevista, el secretario de la Comisión Nacional de Presupuesto y Fiscalización, Rodolfo Becerril Straffon, reconoció que el tricolor apenas ha librado los efectos de la multa millonaria aplicada por el IFE después de la elección del 2000.
Explicó que es necesario mantener la salud de las finanzas priistas ante el reto electoral del 5 de julio y aseguró que, por el momento, su partido sólo cuenta con los recursos de las prerrogativas para hacer frente a las campañas.
"Tenemos sólo los recursos que nos otorga la ley y hemos ido superando los problemas de financiamiento interno, como el tema de la deuda. El Consejo Político aprobó el presupuesto de 2009 y vamos a operar con esos recursos. Tenemos limitaciones como todos los partidos, en un momento de elecciones.
"Los candidatos harán un trabajo de tierra, de casa por casa, con las limitantes que establece la nueva ley en materia electoral y no hay manera de saltarse esas limitantes.
"Las campañas serán más de aire y más de tierra, con menos recursos y una mejor organización obligada", expresó Becerril.
El ex senador aseguró que los candidatos están obligados a informar a los órganos internos del PRI sobre el manejo de los recursos, para que la dirigencia pueda rendir cuentas y atender los mandatos de fiscalización del IFE.
"Tienen que informar a los órganos internos y a la autoridad electoral sobre el manejo de sus recursos. Cada candidato tiene la obligación de presentar cuentas en lo individual", expresó.
Sólo para este 2009, el PRI cuenta con 703 millones de pesos de financiamiento público, de los cuales, 531.2 millones son para gasto ordinario, 159.3 millones para campañas y 15.9 millones para actividades específicas.
El compromiso fue colocado como filtro por la Comisión Nacional de Procesos Internos, a manera de vacuna, para evitar que los recursos del instituto político se vean mermados por los errores o delitos que cometan sus aspirantes, incluidas las violaciones a las restricciones aplicadas con motivo de la epidemia de influenza.
"Asumo el compromiso de solventar las multas que, en su caso se generen para nuestro partido por deficiencia en el cumplimiento de las obligaciones que me impone el orden jurídico aplicable de precampañas y, en su caso, de campañas en materia de ingresos, egresos, topes de gasto y comprobación del origen y destino de unos y otros", señala el documento.
En entrevista, el secretario de la Comisión Nacional de Presupuesto y Fiscalización, Rodolfo Becerril Straffon, reconoció que el tricolor apenas ha librado los efectos de la multa millonaria aplicada por el IFE después de la elección del 2000.
Explicó que es necesario mantener la salud de las finanzas priistas ante el reto electoral del 5 de julio y aseguró que, por el momento, su partido sólo cuenta con los recursos de las prerrogativas para hacer frente a las campañas.
"Tenemos sólo los recursos que nos otorga la ley y hemos ido superando los problemas de financiamiento interno, como el tema de la deuda. El Consejo Político aprobó el presupuesto de 2009 y vamos a operar con esos recursos. Tenemos limitaciones como todos los partidos, en un momento de elecciones.
"Los candidatos harán un trabajo de tierra, de casa por casa, con las limitantes que establece la nueva ley en materia electoral y no hay manera de saltarse esas limitantes.
"Las campañas serán más de aire y más de tierra, con menos recursos y una mejor organización obligada", expresó Becerril.
El ex senador aseguró que los candidatos están obligados a informar a los órganos internos del PRI sobre el manejo de los recursos, para que la dirigencia pueda rendir cuentas y atender los mandatos de fiscalización del IFE.
"Tienen que informar a los órganos internos y a la autoridad electoral sobre el manejo de sus recursos. Cada candidato tiene la obligación de presentar cuentas en lo individual", expresó.
Sólo para este 2009, el PRI cuenta con 703 millones de pesos de financiamiento público, de los cuales, 531.2 millones son para gasto ordinario, 159.3 millones para campañas y 15.9 millones para actividades específicas.
Claudia Guerrero, Reforma, 13 de mayo.
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