En una semana de malas noticias se dio a conocer un dato positivo: en la primera quincena de mayo la inflación inició su tendencia a la baja.
Y es que el indicador registró una baja de -0.34%, superior a la estimada en -0.28 por ciento.
El dato positivo refleja que no hubo compras de pánico como reacción por la presencia de la influenza.
Esto llevó a la inflación anual a descender a 6.06 por ciento. En abril, el indicador estaba en 6.17%, según informó el Banco de México.
Con ello, se confirma el pronóstico del gobernador del banco central, Guillermo Ortiz, de que a partir del presente mes se empezaría a ver una disminución de los precios al consumidor. También se comprueba el pronóstico de que a partir del quinto mes del año, la inflación comenzaría a descender.
Para Sergio Luna y Alberto Vieyra, analistas de Banamex, la tendencia descendente ha cobrado mayor vigor y será más evidente en los meses siguientes para terminar el año en 4.1 por ciento.
En el mismo sentido, Octavio Gutiérrez, especialista de BBVA Bancomer, opina que si bien, esta dinámica de baja continúa sujeta a factores volátiles (agropecuarios) y evolución del tipo de cambio, los riesgos en inflación son “predominantemente” a la baja.
“Se acentuará el ritmo de baja en la inflación subyacente anual dada la intensidad en la desaceleración económica y, en el corto plazo, por la menor demanda tras la contingencia de salud”, afirma.
Los cambios
Los productos a la alza fueron: jitomate, aguacate, cerveza, chile poblano, papa, detergentes, chile serrano y refrescos embasados.
Contrariamente, bajaron la electricidad, servicio telefónico local, limón, transporte aéreo, servicios turísticos en paquete, pepino, tomate verde y manzana.
Por la epidemia subieron servicios y productos de salud y cuidado personal 6.34 por ciento.
Y es que el indicador registró una baja de -0.34%, superior a la estimada en -0.28 por ciento.
El dato positivo refleja que no hubo compras de pánico como reacción por la presencia de la influenza.
Esto llevó a la inflación anual a descender a 6.06 por ciento. En abril, el indicador estaba en 6.17%, según informó el Banco de México.
Con ello, se confirma el pronóstico del gobernador del banco central, Guillermo Ortiz, de que a partir del presente mes se empezaría a ver una disminución de los precios al consumidor. También se comprueba el pronóstico de que a partir del quinto mes del año, la inflación comenzaría a descender.
Para Sergio Luna y Alberto Vieyra, analistas de Banamex, la tendencia descendente ha cobrado mayor vigor y será más evidente en los meses siguientes para terminar el año en 4.1 por ciento.
En el mismo sentido, Octavio Gutiérrez, especialista de BBVA Bancomer, opina que si bien, esta dinámica de baja continúa sujeta a factores volátiles (agropecuarios) y evolución del tipo de cambio, los riesgos en inflación son “predominantemente” a la baja.
“Se acentuará el ritmo de baja en la inflación subyacente anual dada la intensidad en la desaceleración económica y, en el corto plazo, por la menor demanda tras la contingencia de salud”, afirma.
Los cambios
Los productos a la alza fueron: jitomate, aguacate, cerveza, chile poblano, papa, detergentes, chile serrano y refrescos embasados.
Contrariamente, bajaron la electricidad, servicio telefónico local, limón, transporte aéreo, servicios turísticos en paquete, pepino, tomate verde y manzana.
Por la epidemia subieron servicios y productos de salud y cuidado personal 6.34 por ciento.
Leonor Flores, El Economista, 25 de mayo.
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