Para Rafael Acosta Ángeles, candidato del PT a la delegación Iztapalapa, perder una candidatura no es algo nuevo, lo que quizá nunca se imaginó es ser derrotado antes de las elecciones, pues en caso de ganar no podrá gobernar esa demarcación como era su anhelo remoto, pero al fin aspiración.
Acosta Ángeles, mejor conocido como Juanito, contendió varias veces para ser abanderado del PRD a diversos cargos de elección popular pero siempre perdió.
Compitió en una “interna” de los chuchos realizada en una oficina, donde se escogió al candidato a diputado local por el XXIII Distrito, y perdió con Daniel Ordóñez.
Asevera que contendió al menos otras dos ocasiones para nominaciones a cargos de elección popular, sobre todo candidaturas a diputaciones locales, aunque siempre quedó en la orilla de la elección “de oficina”, dice él mismo, de donde se elegía al abanderado de los chuchos para contender en la “interna” mediante voto libre y secreto.
Juanito renunció al PRD, en el que militó por 10 años, el 3 de diciembre del 2008, cansado de ser siempre relegado en su intento por alcanzar una candidatura.
Por ello, ahora confía en que, como recompensa por “prestar” su nombre y candidatura para el movimiento lopezobradorista, obtendrá su ansiada candidatura a diputado local y con un poco de suerte hasta la federal en las elecciones del 2012.
Juanito, el de la banda tricolor en la frente, probó suerte en el Partido del Trabajo tan luego renunció al PRD, y ahí con apenas unos meses de militancia logró conseguir la candidatura a jefe delegacional en Iztapalapa tras convencer a la cúpula que encabeza Alberto Anaya de “su buen trabajo” en esa demarcación.
Con remotas posibilidades pero con muchas ganas, Juanito estaba “listo” para disputar los votos al perredismo, hasta que el pasado martes Andrés Manuel López Obrador —el hombre al que tanto defiende— cortó de tajo sus aspiraciones y le hizo ver frente a 5 mil personas que si ganaba en los comicios del 5 de julio no sería por su esfuerzo.
Con voz atropellada, comenta que no es ningún pelele y lo único que le reprocha al tabasqueño es haber minimizado sus esfuerzos por ganar la delegación, pues asegura que tiene un importante capital político que construyó en su momento, de la mano de la corriente Nueva Izquierda del PRD y de personajes como René Arce, Víctor Hugo Círigo y hasta Silvia Oliva, a quien ahora enfrentará con el apoyo de López Obrador.
Como si se tratase de un discurso premeditado, Juanito justifica una y otra vez que su consentimiento para que Clara Brugada ocupe la jefatura delegacional en su lugar es para fortalecer al movimiento lopezobradorista.
No obstante y a sabiendas que en caso de ganar su paso como jefe delegacional será fugaz, Acosta Ángeles abriga la esperanza de que su grupo, su nuevo partido el PT y hasta él mismo sean recompensados con el paso del tiempo.
GOBIERNO COMPARTIDO. Por lo pronto, Juanito habla de un gobierno compartido en la demarcación en el que el PT obtendría algunos cargos, y pone la mira en el 2012, donde espera ocupar una candidatura a nivel local o federal
Acosta Ángeles asegura que a diferencia del jefe del gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, o de la revocada candidata perredista Clara Brugada, el sí fue consultado de la decisión que tomaría López Obrador. Afirma que de ello se habló en una reunión que sostuvo el martes por la mañana con varios dirigentes del PT, de los que no recuerda ni sus nombres.
Acosta Ángeles, mejor conocido como Juanito, contendió varias veces para ser abanderado del PRD a diversos cargos de elección popular pero siempre perdió.
Compitió en una “interna” de los chuchos realizada en una oficina, donde se escogió al candidato a diputado local por el XXIII Distrito, y perdió con Daniel Ordóñez.
Asevera que contendió al menos otras dos ocasiones para nominaciones a cargos de elección popular, sobre todo candidaturas a diputaciones locales, aunque siempre quedó en la orilla de la elección “de oficina”, dice él mismo, de donde se elegía al abanderado de los chuchos para contender en la “interna” mediante voto libre y secreto.
Juanito renunció al PRD, en el que militó por 10 años, el 3 de diciembre del 2008, cansado de ser siempre relegado en su intento por alcanzar una candidatura.
Por ello, ahora confía en que, como recompensa por “prestar” su nombre y candidatura para el movimiento lopezobradorista, obtendrá su ansiada candidatura a diputado local y con un poco de suerte hasta la federal en las elecciones del 2012.
Juanito, el de la banda tricolor en la frente, probó suerte en el Partido del Trabajo tan luego renunció al PRD, y ahí con apenas unos meses de militancia logró conseguir la candidatura a jefe delegacional en Iztapalapa tras convencer a la cúpula que encabeza Alberto Anaya de “su buen trabajo” en esa demarcación.
Con remotas posibilidades pero con muchas ganas, Juanito estaba “listo” para disputar los votos al perredismo, hasta que el pasado martes Andrés Manuel López Obrador —el hombre al que tanto defiende— cortó de tajo sus aspiraciones y le hizo ver frente a 5 mil personas que si ganaba en los comicios del 5 de julio no sería por su esfuerzo.
Con voz atropellada, comenta que no es ningún pelele y lo único que le reprocha al tabasqueño es haber minimizado sus esfuerzos por ganar la delegación, pues asegura que tiene un importante capital político que construyó en su momento, de la mano de la corriente Nueva Izquierda del PRD y de personajes como René Arce, Víctor Hugo Círigo y hasta Silvia Oliva, a quien ahora enfrentará con el apoyo de López Obrador.
Como si se tratase de un discurso premeditado, Juanito justifica una y otra vez que su consentimiento para que Clara Brugada ocupe la jefatura delegacional en su lugar es para fortalecer al movimiento lopezobradorista.
No obstante y a sabiendas que en caso de ganar su paso como jefe delegacional será fugaz, Acosta Ángeles abriga la esperanza de que su grupo, su nuevo partido el PT y hasta él mismo sean recompensados con el paso del tiempo.
GOBIERNO COMPARTIDO. Por lo pronto, Juanito habla de un gobierno compartido en la demarcación en el que el PT obtendría algunos cargos, y pone la mira en el 2012, donde espera ocupar una candidatura a nivel local o federal
Acosta Ángeles asegura que a diferencia del jefe del gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, o de la revocada candidata perredista Clara Brugada, el sí fue consultado de la decisión que tomaría López Obrador. Afirma que de ello se habló en una reunión que sostuvo el martes por la mañana con varios dirigentes del PT, de los que no recuerda ni sus nombres.
Alejandro Páez, Crónica, 22 de junio.
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