Hilda Molina llega “sin rencores” a Argentina

BUENOS AIRES.— Hilda Molina, la médica cubana que llevaba años solicitando la autorización para salir de la isla a reecontrarse con su hijo y sus nietos, llegó ayer a Buenos Aires, después de ser autorizada por el gobierno cubano y dijo no tener “rencor” contra el gobierno de Fidel y Raúl Castro, pero sí la esperanza de que “se termine el tener que pedir permiso para poder salir o entrar de la isla” caribeña.
En la madrugada de ayer, Molina, de 66 años, llegó al aeropuerto de Ezeiza donde la esperaba su hijo, el médico Roberto Quiñones; su nuera, Verónica Scarpatti; sus dos nietos, Carlos y Juan pablo de 13 y 9 años, a quienes no conocía, y su madre, Hilda Morejón (de 90 años) en un delicado estado de salud.

Quiñones no se cansó de agradecer al gobierno argentino y a la presidenta Cristina Kirchner, quienes negociaron con el gobierno cubano durante años para lograr el permiso —visto como un nuevo gesto del gobierno cubano— y agradeció también al general Raúl Castro que haya permitido este encuentro.

“No tengo rencor, pero no estoy agradecida porque no me han hecho un favor. Es un derecho que me han violado por años”, dijo ayer Molina.

Regresará a Cuba

En la tarde, durante una conferencia de prensa en la casa de su hijo, la médica adelantó que permanecerá en el país lo que considere necesario para recuperar el tiempo en familia y esperar la recuperación de su madre. Asimismo, aclaró que regresará a Cuba porque es allí donde vive esperando “la posibilidad de que la familia cubana se reconstruya”.

“Cualquier sufrimiento se compensa con este reencuentro; le estoy muy agradecida al pueblo y al gobierno argentino que supo distinguir entre una cuestión política y otra humanitaria”, puntualizó Molina.

“Lo más lindo que tiene Argentina es su gente. El pueblo argentino sabe diferenciar entre una cuestión política y otra humanitaria”, expresó la médica cubana quien también reconoció que hubo mucha gente que “de manera anónima” colaboró para que su viaje se hiciera realidad. Al igual que “el pueblo argentino y la prensa han jugado un papel en la gestión de este viaje”.

Luego de ocho años

Molina, una distinguidísima neurocirujana que había llegado a ocupar importantes cargos en la estructura del Partido Comunista Cubano, llevaba más de ocho años pidiendo el permiso para poder viajar a Argentina, el que le fue rechazado sucesivamente, hasta convertirse, el caso, en una cuestión política y en un foco de tensión para las relaciones entre ambas naciones.

En 2005, una carta del entonces presidente Néstor Kirchner le costó el cargo al vicecanciller, Eduardo Valdez, a la postre, abogado de los Quiñones aquí en Argentina. En la última visita a La Habana, la presidenta Kirchner completó las gestiones con su par Raúl Castro, y la semana pasada, “sorpresivamente”, llegó la comunicación a Molina con el permiso para viajar porque su madre “se encuentra grave” internada en terapia intensiva en el hospital Tornú de esta ciudad.
José Vales corresponsal, El Universal, 15 de abril.

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