Los cubanos, una mercancía para el INM

Hace siete meses ocho cubanos se entregaron de forma voluntaria a las autoridades migratorias en Chiapas para tramitar su oficio de salida de México; seis de ellos fueron retenidos bajo el riesgo de ser deportados a Cuba, aunque el acuerdo de repatriación que lo permite aún no era vigente, por lo que solicitaron un amparo para impedir su regreso a la isla.

Su abogado, Eduardo Matías López Ferrer, presidente de la Asociación Cívica Cubano Mexicana, así como de la Casa del Balsero y Migrante Cubano, no duda en señalar posibles actos de corrupción en este caso y aplicación discrecional de la ley, ya que a dos de los ocho cubanos que se entregaron el 19 de noviembre de 2008, se les permitió salir del país el 30 de diciembre rumbo a Miami, Florida.

“La corrupción que existe en el Instituto Nacional de Migración ha convertido a los cubanos en una mercancía cotizable”, sostiene el abogado, quien considera que se frenó el flujo de ilegales a México, pero se tradujo en que el “precio” por todos los trámites se ha incrementado: 5 mil dólares para un oficio de salida, acusa, pueden marcar la diferencia entre seguir el viaje a Estados Unidos o ser repatriado a Cuba.


El 20 de noviembre de 2008 entró en vigor el “Memorando de Entendimiento para Garantizar un Flujo Migratorio Legal, Ordenado y Seguro”, que firmaron México y Cuba, que fijó nuevas reglas para la deportación de los isleños, ante la implicación del crimen organizado en este tráfico ilegal de personas, incluyendo a grupos del narcotráfico como Los Zetas.

Antes, el gobierno cubano sólo aceptaba el regreso de sus ciudadanos que llegaban directamente a México, sin pasar por otro territorio; el criterio cambió y ahora se permite la repatriación de aquéllos que antes de ser detenidos en suelo mexicano estuvieron en algún país centroamericano, siempre y cuando se certifique que su salida de la isla no excedió los 90 días.

Un día antes de que entrara en vigor el referido memorando, ocho cubanos se entregaron en la estación migratoria de Tapachula, Chiapas.

El oficio emitido por el Departamento de Regulación Migratoria y sellado por la Delegación Regional Chiapas del INM, fechado el 19 de noviembre de 2008, que forma parte del expediente de amparo que solicitaron los cubanos, incluye los nombres de Yoandris Chinicle Deniz, de 18 años; Davel Enrique Marrero Morales y Mario Miguel Andino Isidrón, y señala que se entregaron de forma voluntaria.

En otra lista se suman Luis Gabriel Segura Álvarez, Ramiro Díaz Román, Layren Díaz Rodríguez, así como los esposos Raúl Cuesta Ortiz y María Magdalena Blanco Valencia.

El abogado detalló que este grupo ingresó a México por Guatemala, por lo que no podrían ser repatriados al provenir de otro país, si se toma en cuenta que el memorando no era vigente cuando se entregaron a las autoridades migratorias.

Los cubanos solicitaron su oficio de salida, ya que de acuerdo con el artículo 212 del Reglamento de la Ley General de Población, la expulsión del país puede sustituirse por este documento cuando un extranjero “lo solicite de manera voluntaria, como consecuencia de un trámite migratorio” o en el caso de extranjeros que no violen de forma “reiterada” la ley.

López Ferrer indicó que en el caso de los seis cubanos retenidos se cumplían estos requisitos, pero se les aplicó de forma retroactiva el memorando, además de que el trato que dio el INM a estos ocho casos fue discrecional.

“Las autoridades de la Coordinación de Control y Verificación del INM nos han dicho que cada caso es distinto cuando hemos pedido una explicación por esa decisión discrecional; el director Arturo Rábago incluso dijo que el expediente de los esposos era confidencial y argumentó causas médicas”, señala López.
Silvia Otero, El Universal, 17 de junio.

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