Para perseguir a delincuentes no se pide permiso: Calderón

Xochitepec, Mor., 23 de junio. El gobierno federal no pide permiso; cumple con su deber de perseguir a los delincuentes, advirtió el presidente Felipe Calderón al demandar de los estados colaboración en vez de reclamos por los operativos de seguridad.

Transcurridos 22 días desde que el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, y el gobernador de Nuevo León, Natividad González Parás, reprocharon públicamente a Calderón la aplicación de operativos sin informar a las entidades, el jefe del Ejecutivo puso de ejemplo al gobierno de Morelos, de extracción panista, que “en lugar de ponerse a reclamar al gobierno federal que por qué hace su tarea, que por qué atrapa a los delincuentes, que por qué atrapa a algunos funcionarios... lo que hace es colaborar”.

En medio de las quejas del gobernador de Michoacán, Leonel Godoy, por un presunto uso electoral del arraigo de 10 alcaldes y 20 funcionarios públicos estatales, así como la filtración de una averiguación previa en contra del mandatario perredista, el Presidente advirtió que “no hay consideración política, económica o de nacionalidad que valga para hacer valer la ley en México, en el gobierno federal”.

Al poner en marcha los programas de seguridad Vecino Vigilante y Ángel Ciudadano en esta entidad, Calderón estuvo arropado por los asistentes al Centro de Convenciones de Xochitepec, que aplaudieron pasajes de su discurso y del de su correligionario, el gobernador panista Marco Adame, quien le declaró su adhesión “incondicional”.

Tras ensalzar la colaboración del gobierno de Morelos –donde la Federación puso en marcha el primer operativo, aunque sí avisó al gobernador–, el mandatario federal señaló, mientras golpeaba con la mano el atril: “creo que así debiera ser en todo el país, no sólo que nos permitan hacer nuestro trabajo; no es que pidamos permiso, es nuestro deber hacer nuestro trabajo, perseguir a la delincuencia”.

Debe quedar claro que la única manera de no caer en manos de la justicia en México es, simplemente, no violando la ley, advirtió, y luego agregó: “y más vale que lo vayan sabiendo todos los que tienen algo de qué preocuparse”.

En su alocución parafraseó a José Angel Conchello, extinto líder del PAN, al insistir en que su gobierno está barriendo las escaleras de arriba para abajo. Por eso, explicó, es tan importante depurar a la policía como ha hecho el gobierno de Morelos, lo mismo que asumir los riesgos y los costos, en vez de detenerse.

Al defender los resultados obtenidos por su gobierno en materia de seguridad, señaló que “bien sabe” el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna –presente en la ceremonia–, que todos los días se atrapan delincuentes, pero se resta importancia al hecho porque se ha vuelto costumbre.

Después revelaría al auditorio un “secreto”: que la tecnología y la investigación científica policiaca están revolucionando su lucha contra la delincuencia. Aunque después reconoció que los mejores resultados se obtienen a partir de denuncias anónimas, como de “una casa donde se ven camionetas, que llega gente armada, que hacen fiestas muy tarde, que nada más hay puros hombres”.

Claudia Herrera Beltrán, La Jornada, 24 de junio.