Prevén cubanos un verano difícil

LA HABANA.- Siete habaneros aparecieron hace un par de semanas en una balsa a la deriva, cerca de los arrecifes del Malecón.

"Queríamos ir para Estados Unidos porque no aguantamos más, pero se nos rompió el timón y tuvimos que virar", dijo uno de ellos cuando fueron rescatados.

El incidente es sólo una muestra del cansancio de muchos de los cubanos, agobiados ante un verano que se avecina más caliente y problemático que los anteriores.

Con la crisis mundial golpeando a la Isla, el Ministro de Economía, Marino Murillo, advirtió que este año el crecimiento económico será de 2.5 por ciento y no del 6 por ciento previsto.

Menos optimista, el Centro de Estudios de la Economía Cubana habla de uno por ciento de crecimiento y hasta de una contracción de medio punto del PIB.

Este año, Cuba recibirá unos mil millones menos de divisas por la caída de 50 por ciento en los precios del níquel, que representa la mitad de sus exportaciones.

Según el viceministro Julio Vázquez, del mismo porcentaje será el descenso en los precios en la pesca, con el agravante de una disminución de 35 por ciento en las ventas. Los ingresos por exportaciones soportarán además un bajón de 13 por ciento en el tabaco y de 12 por ciento en la industria turística.

En este contexto, han regresado a la Isla el desabastecimiento, la disminución del transporte y la necesidad del ahorro energético.

El Estado ha reducido la cuota de alimentos subvencionados como el arroz o el aceite, que son importados. En los supermercados que venden en divisa es evidente la inestabilidad de abasto, y en la capital, vegetales y frutas brillan por su ausencia.

La crisis afecta también al transporte público, que ha reducido rutas y frecuencias. Recorrer una distancia que hace meses demoraba media hora, ahora supone dos.

Además, todos los centros productivos tienen la orden de reducir al menos 12 por ciento su consumo eléctrico.

La imposición de estas drásticas medidas de ahorro y el férreo control del Gobierno para acabar con "las ilegalidades e indisciplinas" afectan a amplios sectores de la población que aún no olvidan las penurias sufridas tras la caída de la Unión Soviética.

"Cuba nunca se repuso de la pérdida de las subvenciones soviéticas, pero si Raúl Castro hubiera llevado a cabo los cambios que anunció hace dos años, tal vez no fuéramos tan vulnerables; ahora es como enfrentar un ciclón a pecho descubierto", opinó el economista Óscar Espinosa, ex diplomático que se pasó a la disidencia.

Muchos otros cubanos recuerdan la expectativa social que generó la llegada a la presidencia del General Raúl Castro, promotor de debates populares y cambios estructurales.

"La burocracia y el exceso de prohibiciones absurdas siguen frenando el país y la gente ya no cree en nadie", lamentó un funcionario de Salud Pública.

En medio de este panorama, el diario oficial Granma lanzó una consigna del Banco Central: "Ahorro o muerte". Se refiere a la electricidad y el combustible, aunque expertos aseguran que la falta de liquidez es grave y afectará el nivel de vida y el consumo en general.

Según datos oficiales, en el primer cuatrimestre del año, Cuba excedió su demanda petrolera en 40 mil toneladas. A fines de mayo la tendencia se mantenía y el Gobierno advirtió que de seguir así, volverían los apagones.

Además, el Ministerio de Comercio y Planificación anunció "penalizaciones" al despilfarro.

En una semana, las medidas para ahorrar frenaron el sobreconsumo de energía eléctrica y se prevé un ahorro de hasta 20 por ciento, según el director general de la Unión Eléctrica, Vicente de la O, quien se mostró optimista.

"No hará falta recurrir a los apagones programados", opinó.

En la calle, no obstante, se percibe incertidumbre y desconfianza. La próxima temporada ciclónica está cerca y muchos temen que llueva sobre mojado.

"El oleaje de la presente crisis económica y financiera mundial aumenta paulatinamente y las salpicaduras llegan a los bolsillos de los trabajadores del orbe. No podemos ser ilusos en pensar que libraremos sólo porque nuestro país tiene un sistema social", advirtió el diario Juventud Rebelde.

Con poco alumbrado público, algunos barrios habaneros se han vuelto más inseguros y el control policial no impide el aumento de los robos.




Año negro

En el rubro económico, 2009 ha sido complicado para Cuba.


50% ha bajado el precio del níquel, el principal mineral que exporta la Isla.

12% han disminuido el ingreso de divisas proveniente de la industria turística.

2.5% se prevé crezca el PIB. A inicio del año el estimado era de 6 por ciento.
Yolanda Martínez corresponsal, Reforma, 21 de junio.

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