Acuerdo, sin renuncias ni expulsiones

Alejandro Encinas advirtió que la salida a la crisis del PRD no será a través de renuncias ni expulsiones, y exigió que de manera serena se tomen decisiones que permitan la construcción de un acuerdo de gobernabilidad interna.

El próximo integrante de la bancada del PRD en la 61 Legislatura de la Cámara de Diputados aseguró que no se deben buscar culpables de lo ocurrido, pero admitió que factores como el apoyo de Andrés Manuel López Obrador al PT y Convergencia, las divisiones internas y la insistencia de expulsar al ex candidato presidencial son algunos de los factores que influyeron en el desplome electoral de su partido.

Por ello celebró la decisión de reunir a ex presidentes, gobernadores y a los principales cuadros partidistas para trazar una vía que les permita salir de la crisis que dejó el fracaso del 5 de julio.

Encinas apuntó que una adecuada decisión respecto de quién asumirá la coordinación de la bancada perredista en San Lázaro contribuirá a la estabilidad interna.

Sobre una eventual renuncia de Jesús Ortega a la dirigencia nacional del PRD, el ex jefe de gobierno dijo que ésa será una decisión exclusiva de Ortega, pues insistir en
su dimisión sólo provocará un mayor desgaste en el perredismo.

¿Cuál es la vía para la salida a la crisis que vive el PRD tras los resultados electorales?
Que realmente podamos construir un acuerdo que nos permita no sólo enfrentar esta crisis y dar gobernabilidad al partido, sino también levantar la mira hacia el futuro, porque el revés que recibió el partido es muy severo y no se expresa necesariamente en el resultado de la elección federal, ya que 12 por ciento, si lo vemos en la perspectiva de construcción de un frente político electoral para 2012, con los votos de PT y Convergencia, tenemos una plataforma de 20 por ciento para arrancar la sucesión presidencial.

La derrota más profunda se da a partir de la pérdida de posiciones de gobierno, donde de la noche a la mañana el PRD perdió el gobierno de 10 millones de mexicanos, al perder municipios importantes del Estado de México, Guerrero, Morelos o la pérdida de Iztapalapa. Ése es el mejor indicador de la crisis.

¿Cómo se puede construir el acuerdo?
Debemos pensar que no va a ser con la lógica de expulsiones, la búsqueda de culpables o las renuncias como se va a dar solución a un problema estructural del partido y de la izquierda. Debemos tener mucha madurez para construir un acuerdo de renovación del partido que permita, reconociendo su diversidad y recomposición de fuerzas, iniciar un proceso no solamente para revisar la vida interna, sino para abrir de nueva cuenta el partido a un frente político más amplio.

En lo personal, le voy a apostar a una solución de esa naturaleza porque sería absurdo, después de estos resultados, prolongar más la espiral de descomposición, que podría llevar de nueva cuenta a la izquierda a ser marginal en el país.

¿Ni la expulsión de López Obrador, de Los Chuchos o la renuncia de Ortega son la solución?
La renuncia de Ortega es algo que le corresponde a él resolverlo, porque insistir en ello nos va a llevar a un desgaste en el Consejo Nacional y al final la decisión recaerá en el aparato partidario, cuando en realidad lo que debe tomarse en cuenta es el conjunto de la militancia.

Por eso creo que hay que salir de éste círculo de descomposición para que enfrentemos la crisis como un problema estructural de un proceso muy largo, donde se marginó a muchas corrientes que buscaron opciones en otros partidos. Si realmente queremos ir a un solución de fondo, se debe pensar en un proyecto de más largo plazo y abriendo al partido.

¿Afectó el llamado de López Obrador a votar por PT y Convergencia?
Por su puesto que todos estos factores jugaron, pero hay otros más, como aquellos perredistas de Nueva Izquierda que se fueron con el Partido Socialdemócrata o los de Campeche y Querétaro que declinaron por el PAN o el PRI.

Por eso no hay que andar sólo buscando culpables o responsables de un problema mayor; hay que actuar con serenidad y ubicar el asunto en su justa dimensión. Por eso no es sólo el asunto de esta actitud de reciprocidad que tuvo López Obrador con PT y Convergencia.

¿En quien recaiga la coordinación de la bancada en la Cámara de Diputados, podría ser factor de estabilidad?
Una de las definiciones que se van a tomar en el corto plazo es quién será coordinador. Desde mi punto de vista no debería ser un elemento adicional de ruptura o deterioro de la vida interna, sino que tiene que reconocerse que el partido no tiene una mayoría absoluta definida, y el mejor ejemplo de ello es Iztapalapa. Hay que buscar que en lugar de ahondar las diferencias, haya un factor de equilibrio con esta decisión.

¿ Ayudará la reunión a la que se estarían convocando a Cuauhtémoc Cárdenas y a López Obrador, y a los principales cuadros del partido, al igual que ex presidentes y gobernadores?
Si bien es correcto que se reúnan los principales dirigentes y cuadros, también es importante que los órganos del partido sean los que se reúnan y asuman su responsabilidad, pero todo lo que ayude a superar este fracaso, esta regresión, debe impulsarse y, por supuesto, que yo lo estaré apoyando.
Liliana Padilla, Milenio, 9 de julio.

0 Responses to "Acuerdo, sin renuncias ni expulsiones"