El vocero de la Arquidiócesis de México, Hugo Valdemar, dijo que tres Obispos en Michoacán han recibido amenazas de muerte y manifestó que, si así lo solicitaran, sería conveniente que contaran con protección especial.
Aunque evitó dar nombres, dijo que las bandas del crimen organizado también han intimidado a sacerdotes, no obstante, sólo se ha informado a las autoridades correspondientes.
"Hay noticias que tres Obispos de Michoacán han sido amenazados y varios sacerdotes, pero generalmente no se han públicas estas denuncias, pero es evidente que ahí donde se ataca el narco, los delincuentes ven a estas personas como sus enemigos.
"Ha habido amenazas de muerte, pero no se ha pedido una especial protección", dijo.
Los prelados, agregó, quieren vivir como cualquier ciudadano, sin embargo, padecen la zozobra y la inseguridad ante la ola de violencia en Michoacán.
Aclaró que la decisión de reforzar la seguridad personal queda en cada Obispo.
"Si son graves, si son comprobadas (las amenazas), sí sería conveniente, pero hasta el momento no han querido tener una seguridad especial, hasta ahora quieren vivir como cualquier ciudadano, pero por desgracia viven la zozobra y la inseguridad, pero si hiciera falta sí sería conveniente, pero será decisión de cada Obispo", agregó.
En entrevista al término de la misa en la Catedral Metropolitana, Valdemar manifestó su respaldo a los Obispos de Michoacán, luego de que el jueves pasado, a través de un comunicado, hicieran un llamado para frenar los recientes hechos violentos en la entidad.
Asimismo, respaldó el operativo del Gobierno federal en Michoacán, sin embargo, precisó que sólo será mediante la unidad de todas las fuerzas políticas como se logre un ataque frontal el crimen.
Enfatizó que en los operativos de las fuerzas federales se debe respetar el Estado de derecho, así como la protección de los derechos humanos.
"Si no hay unidad en los Poderes para combatir la delincuencia será una guerra perdida. Hay aspectos que deben cuidarse, la Iglesia siempre ha dicho que esta guerra no puede ser a costa de los derechos humanos, se debe salvaguardar el Estado de derecho, pero sí hacen falta reformas para combatir con mayor eficacia, es urgente.
"Si un gobierno estatal no es capaz de garantizar la seguridad para sus ciudadanos, la Federación tiene la obligación de salvaguardar el bien no de un estado, sino de todos los mexicanos, donde quiera que estos se encuentren", indicó.
El pasado jueves, Con un "¡Basta ya de muerte!", los Obispos de Michoacán pidieron un cese a la ola de violencia en la entidad al conminar a optar por la vida y a la paz.
"Hacemos un llamado a los involucrados en la violencia para que escuchen la voz de Dios que nos llama a la vida y a la paz", expresaron.
Aunque evitó dar nombres, dijo que las bandas del crimen organizado también han intimidado a sacerdotes, no obstante, sólo se ha informado a las autoridades correspondientes.
"Hay noticias que tres Obispos de Michoacán han sido amenazados y varios sacerdotes, pero generalmente no se han públicas estas denuncias, pero es evidente que ahí donde se ataca el narco, los delincuentes ven a estas personas como sus enemigos.
"Ha habido amenazas de muerte, pero no se ha pedido una especial protección", dijo.
Los prelados, agregó, quieren vivir como cualquier ciudadano, sin embargo, padecen la zozobra y la inseguridad ante la ola de violencia en Michoacán.
Aclaró que la decisión de reforzar la seguridad personal queda en cada Obispo.
"Si son graves, si son comprobadas (las amenazas), sí sería conveniente, pero hasta el momento no han querido tener una seguridad especial, hasta ahora quieren vivir como cualquier ciudadano, pero por desgracia viven la zozobra y la inseguridad, pero si hiciera falta sí sería conveniente, pero será decisión de cada Obispo", agregó.
En entrevista al término de la misa en la Catedral Metropolitana, Valdemar manifestó su respaldo a los Obispos de Michoacán, luego de que el jueves pasado, a través de un comunicado, hicieran un llamado para frenar los recientes hechos violentos en la entidad.
Asimismo, respaldó el operativo del Gobierno federal en Michoacán, sin embargo, precisó que sólo será mediante la unidad de todas las fuerzas políticas como se logre un ataque frontal el crimen.
Enfatizó que en los operativos de las fuerzas federales se debe respetar el Estado de derecho, así como la protección de los derechos humanos.
"Si no hay unidad en los Poderes para combatir la delincuencia será una guerra perdida. Hay aspectos que deben cuidarse, la Iglesia siempre ha dicho que esta guerra no puede ser a costa de los derechos humanos, se debe salvaguardar el Estado de derecho, pero sí hacen falta reformas para combatir con mayor eficacia, es urgente.
"Si un gobierno estatal no es capaz de garantizar la seguridad para sus ciudadanos, la Federación tiene la obligación de salvaguardar el bien no de un estado, sino de todos los mexicanos, donde quiera que estos se encuentren", indicó.
El pasado jueves, Con un "¡Basta ya de muerte!", los Obispos de Michoacán pidieron un cese a la ola de violencia en la entidad al conminar a optar por la vida y a la paz.
"Hacemos un llamado a los involucrados en la violencia para que escuchen la voz de Dios que nos llama a la vida y a la paz", expresaron.
Alma Paola Wong, Reforma, 20 de julio.
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