La Coalición pro Derechos Humanos del Inmigrante en Los Ángeles (CHIRLA, por sus siglas en inglés), criticó que el Senado estadunidense siga "jugando a la política" al aprobar medidas antiinmigrantes como la construcción del muro fronterizo.
"Con sus votos hoy día, el Senado ha dado dos saltos hacia atrás apoyando políticas retrógradas que datan al tiempo de Bush y que no son efectivas", señaló CHIRLA, organización que aglutina a 40 grupos pro-derechos humanos de migrantes en Estados Unidos.
En un comunicado la organización aseveró: "Se da un paso hacia adelante y dos para atrás", pues mientras Barack Obama se compromete a una reforma migratoria, los legisladores siguen aprobando leyes antimigrantes que ponen en peligro la vida de cientos de personas que diariamente pretenden cruzar la frontera para alcanzar el "sueño americano".
El miércoles el Senado estadunidense aprobó, por 54 votos a favor y 40 en contra, la construcción de un muro fronterizo a lo largo de 700 millas de la frontera con México, y planteó que además las vallas estén vigiladas con equipos de alta tecnología como el muro virtual.
La propuesta aprobada fue hecha por el senador demócrata Jim DeMint y se invertirán 42 mil 900 millones de dólares durante el año fiscal que comienza el 1 de octubre.
La frontera con México "se ha convertido en un campo de batalla", donde los traficantes de armas y drogas, al igual que los inmigrantes sin papeles, se mueven con demasiada libertad, dijo DeMint.
En este sentido, Angélica Salas, directora ejecutiva de la CHIRLA, afirmó que mientras que por un lado la administración Obama busca responder a las demandas de un público impaciente por ver soluciones a los problemas graves que confronta el país, el Senado subrayó hoy con sus acciones su desconexión entre lo que deciden y lo que necesitan los votantes".
Señaló que el Senado tomó un rumbo diferente al de Obama y se dejó llevar por una minoría antiinmigrante y conservadora.
Destacó que de acuerdo con un estudio del Benenson Strategy Group, más del 85 por ciento de los estadunidenses está de acuerdo en que el Congreso apruebe una reforma migratoria justa y humana.
"No obstante, el Senado sigue jugando a la política. Con sus dos votos hoy día, el Senado ha dado dos saltos hacia atrás apoyando políticas retrógradas que datan al tiempo de Bush y que no son efectivas", aseveró la activista.
Sentenció que el presidente Obama y el Congreso tienen mucho para dialogar y pronto, ya que la "paciencia de los estadunidenses y migrantes se está agotando".
Mariana Viayra Ramírez, Crónica, 12 de julio.
"Con sus votos hoy día, el Senado ha dado dos saltos hacia atrás apoyando políticas retrógradas que datan al tiempo de Bush y que no son efectivas", señaló CHIRLA, organización que aglutina a 40 grupos pro-derechos humanos de migrantes en Estados Unidos.
En un comunicado la organización aseveró: "Se da un paso hacia adelante y dos para atrás", pues mientras Barack Obama se compromete a una reforma migratoria, los legisladores siguen aprobando leyes antimigrantes que ponen en peligro la vida de cientos de personas que diariamente pretenden cruzar la frontera para alcanzar el "sueño americano".
El miércoles el Senado estadunidense aprobó, por 54 votos a favor y 40 en contra, la construcción de un muro fronterizo a lo largo de 700 millas de la frontera con México, y planteó que además las vallas estén vigiladas con equipos de alta tecnología como el muro virtual.
La propuesta aprobada fue hecha por el senador demócrata Jim DeMint y se invertirán 42 mil 900 millones de dólares durante el año fiscal que comienza el 1 de octubre.
La frontera con México "se ha convertido en un campo de batalla", donde los traficantes de armas y drogas, al igual que los inmigrantes sin papeles, se mueven con demasiada libertad, dijo DeMint.
En este sentido, Angélica Salas, directora ejecutiva de la CHIRLA, afirmó que mientras que por un lado la administración Obama busca responder a las demandas de un público impaciente por ver soluciones a los problemas graves que confronta el país, el Senado subrayó hoy con sus acciones su desconexión entre lo que deciden y lo que necesitan los votantes".
Señaló que el Senado tomó un rumbo diferente al de Obama y se dejó llevar por una minoría antiinmigrante y conservadora.
Destacó que de acuerdo con un estudio del Benenson Strategy Group, más del 85 por ciento de los estadunidenses está de acuerdo en que el Congreso apruebe una reforma migratoria justa y humana.
"No obstante, el Senado sigue jugando a la política. Con sus dos votos hoy día, el Senado ha dado dos saltos hacia atrás apoyando políticas retrógradas que datan al tiempo de Bush y que no son efectivas", aseveró la activista.
Sentenció que el presidente Obama y el Congreso tienen mucho para dialogar y pronto, ya que la "paciencia de los estadunidenses y migrantes se está agotando".
Mariana Viayra Ramírez, Crónica, 12 de julio.
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