Guerra panista por la derrota en Jalisco

El gobernador de Jalisco, Emilio González Márquez, se deslindó de la derrota del PAN en la entidad. Sin embargo, el candidato y perdedor a la alcaldía de Guadalajara, Jorge Salinas Osornio, y el presidente del partido en la entidad, Eduardo Rosales Castellanos, asumieron su “responsabilidad”.

Salinas Osornio declaró: “Tenemos quéerevisar si en este (proceso) el candidato se equivocó en la campaña. Es un buen aliciente porque en tres años vamos a ganar, ya no estará el mismo candidato”.

Al respecto, Eduardo Rosales Castellanos afirmó: “Por supuesto que soy responsable de lo que pasó, pero me parece que debemos hacer un análisis cuidadoso de lo que han hecho nuestros gobiernos, de lo que ha hecho el partido”.

Mientras que el gobernador Emilio González dijo: “En esta ocasión el PAN empezó ganando el proceso electoral, en mayo la intención de voto por el PAN era significativamente mayor que la del PRI. Ahí, el trabajo del gobierno del estado se sale del ambiente público, […] lo que significa que a partir de ahí son las campañas y los candidatos los que modifican la intención de voto”.

Yo entregué buenas cuentas electorales antes de la campaña y lo que pasó después ya no es mi culpa, aclaró el mandatario estatal.

La declaración del gobernador cayó como bomba en la casa de campaña de Jorge Salinas. Lo ven como un deslinde que no toma en cuenta el peso que tuvieron en la campaña hechos como la mentada de madre de Emilio González o las obras de gobierno, como el Macrobús.

Sin ser los únicos elementos que pesaron para que los electores dieran un voto de castigo al PAN, tanto la mentada de madre como el proyecto del Macrobús parecen estar en los primeros lugares de la lista.

Lo cierto es que el examen sobre la derrota electoral se convertirá en otra escaramuza entre las corrientes panistas. Para Salinas y Rosales el gobierno de Emilio González es un factor que pesó contra la campaña, mientras que en la corriente que encabeza el gobernador se dice que el candidato por Guadalajara actuaba con soberbia e impedía la integración a las actividades de campaña.

Las divisiones internas también tuvieron su peso en la derrota. No sólo entre grupos panistas, sino en la corriente de del candidato Jorge Salinas. De hecho, apenas al arranque tuvo un enfrentamiento con quien era su coordinador de campaña, José María Martínez Martínez, quien fue relevado del cargo.

Las razones, aseguran quienes conocieron del conflicto, eran las aspiraciones de Martínez para la alcaldía en 2012 y su intención de apoyar a Abraham González a la gubernatura, lo que chocaba con los planes de Salinas para impulsar a Alfredo Argüelles por Guadalajara y buscar la estatal. El problema no era sólo de aspiraciones, sino que Chema Martínez quería usar la propia campaña de Salinas como plataforma.

Adiós al registro

Al no contar con el mínimo de votación requerida a escala estatal y federal, el Partido Socialdemócrata (PSD) perdió su registro. Bajo esta estafeta no podrá contender en las próximas elecciones.

Además, en Jalisco el Partido del Trabajo y Convergencia están en la cuerda floja, por el exiguo resultado en el proceso electoral al no obtener 3.5 por ciento de la votación, que es el mínimo para conservar el registro estatal.

En entrevista, el presidente del Comité Ejecutivo Estatal del PSD, Rodrigo Rincón Jiménez, informó que se alistan para entregar los bienes y remanentes de recursos económicos a la autoridad electoral, mismos que ascienden a un monto aproximado de medio millón de pesos.

Ello podría suceder mañana, una vez que el consejo general del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Jalisco (IEPCEJ) designe a un interventor, según lo prevé la ley.

Rincón consideró que las campañas siguieron siendo desiguales, y que le sorprendió el número de sufragios obtenidos.
Rubén Martín y Maricarmen Rello, Milenio, 9 de julio.

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