El PRI obtuvo aplastantes victorias en los comicios de diputados federales, en especial sobre sus adversarios del PAN, en 11 de las 32 entidades del país, donde se llevaron “carro completo” luego de varios sexenios de abstinencia política.
En Coahuila, el PRI despojó al PAN de los cinco escaños federales que controlaba y obtuvo las siete representaciones del estado para la próxima legislatura federal con 61.06% de los votos.
En Yucatán, tras 21 años de hegemonía panista, el tricolor arrasó al adjudicarse los cinco distritos, de los que sólo tenía uno, y en Tamaulipas le sacó a los albiazules sus cinco distritos para llevarse los ocho del estado.
En Campeche, el PRI no tuvo problemas para mantener los dos distritos en disputa, mientras que en Durango tenía tres y le quitó el cuarto al PAN, y en Hidalgo quitó dos al PRD y otro más al PAN, para llevarse los ocho del estado, uno de ellos en alianza con el PVEM.
Morelos también fue escenario del triunfo priísta al llevarse los tres distritos que controlaba el PAN y otro del PRD, para sumar cinco a su favor, y en Oaxaca cargó con los 11 distritos tras despojar de siete al perredismo, uno a Convergencia y otro al PT.
De 12 distritos que tenían los panistas en Puebla, se quedaron sin nada, debido a que el PRI se llevó los 16. En Quintana Roo el PRI se llevó los tres.
De última hora, el PREP añadió a Sinaloa, donde, después de más de tres sexenios de no tener “carro completo”, el PRI se alzó con los ocho distritos federales. Ahí, el PAN perdió los distritos de Culiacán y Mazatlán.
Abstencionismo por temor
En Durango, donde el PRI se adjudicó los cuatro distritos —tenía tres y el PAN uno—, en el serrano Distrito 1, caracterizado por su alta participación en las urnas, la gente optó ahora por quedarse en casa, luego de que fue secuestrada una menor.
En Durango el abstencionismo fue de 57.12%. En Chihuahua, la propuesta del PVEM de “pena de muerte a secuestradores” atrajo parte de los votos, principalmente en Juárez. Con ello, el PVEM pasó de 2% al 12%, 10 puntos que marcaron la caída del PAN, de 39.5% a 28%.
En cambio, el PRI obtuvo ocho de los nueve distritos al arrebatar al PAN tres de los cuatro que tenía. La participación promedio en Chihuahua fue de 32.58 % y Juárez llegó al 26.8%. (H. Fernández, Y. Rodríguez, M. Hernández, S. Hernández y J. Cabrera)
El Universal, 7 de julio.
En Coahuila, el PRI despojó al PAN de los cinco escaños federales que controlaba y obtuvo las siete representaciones del estado para la próxima legislatura federal con 61.06% de los votos.
En Yucatán, tras 21 años de hegemonía panista, el tricolor arrasó al adjudicarse los cinco distritos, de los que sólo tenía uno, y en Tamaulipas le sacó a los albiazules sus cinco distritos para llevarse los ocho del estado.
En Campeche, el PRI no tuvo problemas para mantener los dos distritos en disputa, mientras que en Durango tenía tres y le quitó el cuarto al PAN, y en Hidalgo quitó dos al PRD y otro más al PAN, para llevarse los ocho del estado, uno de ellos en alianza con el PVEM.
Morelos también fue escenario del triunfo priísta al llevarse los tres distritos que controlaba el PAN y otro del PRD, para sumar cinco a su favor, y en Oaxaca cargó con los 11 distritos tras despojar de siete al perredismo, uno a Convergencia y otro al PT.
De 12 distritos que tenían los panistas en Puebla, se quedaron sin nada, debido a que el PRI se llevó los 16. En Quintana Roo el PRI se llevó los tres.
De última hora, el PREP añadió a Sinaloa, donde, después de más de tres sexenios de no tener “carro completo”, el PRI se alzó con los ocho distritos federales. Ahí, el PAN perdió los distritos de Culiacán y Mazatlán.
Abstencionismo por temor
En Durango, donde el PRI se adjudicó los cuatro distritos —tenía tres y el PAN uno—, en el serrano Distrito 1, caracterizado por su alta participación en las urnas, la gente optó ahora por quedarse en casa, luego de que fue secuestrada una menor.
En Durango el abstencionismo fue de 57.12%. En Chihuahua, la propuesta del PVEM de “pena de muerte a secuestradores” atrajo parte de los votos, principalmente en Juárez. Con ello, el PVEM pasó de 2% al 12%, 10 puntos que marcaron la caída del PAN, de 39.5% a 28%.
En cambio, el PRI obtuvo ocho de los nueve distritos al arrebatar al PAN tres de los cuatro que tenía. La participación promedio en Chihuahua fue de 32.58 % y Juárez llegó al 26.8%. (H. Fernández, Y. Rodríguez, M. Hernández, S. Hernández y J. Cabrera)
El Universal, 7 de julio.
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