“Deben acabar gastos onerosos en el gobierno y en los partidos”

Si bien la propuesta de gravar el consumo es “progresista”, en nuestro país es imprescindible, primero, eliminar los gastos onerosos en el gobierno federal y en los partidos políticos, además de una verdadera reforma fiscal, y no sólo atender la coyuntura, consideró Rogelio Gómez Hermosillo, ex coordinador del programa Oportunidades.

La crítica a la propuesta del Ejecutivo de gravar 2 por ciento el consumo, el dirigente de la asociación civil la resumió así: “Primero que demuestren que están gastando bien y luego que aumenten impuestos”.

En entrevista, el presidente de Alianza Cívica aseguró que el gravamen a cambio de otorgar mayor apoyo a aquellos en situación de pobreza “tiene limitaciones”. Consideró que se requeriría garantizar a la ciudadanía que con los ingresos adicionales se atenderán los derechos sociales, como la educación y la salud para todos.

Algunos programas revisados por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social demuestran que no funcionan, por lo que el presupuesto destinado a ellos “debe reorientarse”, dice Gómez Hermosillo.

“Es más importante revisar la distribución del presupuesto, que se recorten privilegios, el financiamiento a los partidos políticos, los gastos onerosos en los altos niveles del gobierno y recortar los programas que no son eficaces”.

El ex coordinador de Oportunidades coincidió con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, que expuso que el aumento al consumo es una medida que también proponen países como China o Irlanda.

“El gravamen puede generar mejores condiciones para que el Estado enfrente responsabilidades y derechos sociales, pero (en México) necesitaríamos estar seguros de que eso va a ser así.”

Aunque con el impuesto al consumo pagarían más quienes más consumen, el “problema” es que no está acompañado de otras medidas para fortalecer las finanzas públicas, como “eliminar los regímenes de excepción” o la transparencia en las transferencias a los gobiernos de los estados, señaló.

El debate sólo es de coyuntura para sacar adelante el presupuesto de 2010 ,y así “no vamos a llegar a ningún lado”; se requiere, dijo, de una verdadera reforma fiscal.
Nayeli Roldán, Milenio, 29 de septiembre.

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