De aprobarse el impuesto de 2 por ciento para el combate a la pobreza, los 19.4 millones de mexicanos que viven en el nivel de pobreza alimentaria deberán pagar más dinero en proporción de su ingreso neto que las personas de recursos estables, de acuerdo con un estudio del Centro de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados.
Según el reporte, a escala nacional las personas que no tienen asegurada una canasta básica pagarán 55.53 pesos en promedio, que equivalen a 2.16 por ciento de sus recursos totales, mientras que las personas con mayores recursos gastarán solamente 1.22 por ciento de sus ingresos.
Al dividir a los pobres por región de residencia, los que viven en zonas urbanas son los que más padecerán el impuesto contra la pobreza, ya que gastarán en promedio 71 pesos, que equivalen a 2.34 por ciento de sus ingresos, mientras que los que se encuentran en áreas rurales gastarán 2.06 puntos porcentuales.
En contraparte, las personas que no entran en los niveles de pobreza alimentaria destinarán únicamente 1.21 por ciento —los de zona urbana— y 1.23 los rurales.
Pero también las 26.7 millones de personas que se encuentran en el nivel de pobreza de capacidades —insuficiencia para adquirir la canasta alimentaria y efectuar gastos necesarios en salud y educación— tendrán un gasto mayor: 59 pesos con 62 centavos en promedio, que equivale a 2% de sus ingresos totales.
Donde más se reduce la brecha económica es en el nivel de pobreza de patrimonio, pues una persona que entra en esta categoría destinará 1.72 por ciento de sus ingresos netos, es decir 0.61 puntos porcentuales más respecto a las personas sin ningún problema económico
De acuerdo con la Ley de Egresos presentada por el gobierno federal el pasado 8 de septiembre se intenta crear un impuesto que aumente 2 por ciento el costo de todos los bienes y servicios. Con lo anterior se busca que el programa de Oportunidades aumente el número de beneficiarios de 5 a 6.5 millones e incrementar 20 por ciento el presupuesto para el Seguro Popular.
De acuerdo con información del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, en 2008 unos 50.6 millones de mexicanos no podían satisfacer sus necesidades de salud, educación, alimentación, vivienda, vestido y transporte público, a pesar de destinar la totalidad de sus recursos económicos para dichos propósitos.
La incidencia de la pobreza de patrimonio y la alimentaria se redujo 6.2 y 5.9 puntos porcentuales respectivamente entre 2000 y 2008. Lo anterior equivale a una reducción de 2.1 y 4.2 millones de personas pobres en cada rubro.
Según el reporte, a escala nacional las personas que no tienen asegurada una canasta básica pagarán 55.53 pesos en promedio, que equivalen a 2.16 por ciento de sus recursos totales, mientras que las personas con mayores recursos gastarán solamente 1.22 por ciento de sus ingresos.
Al dividir a los pobres por región de residencia, los que viven en zonas urbanas son los que más padecerán el impuesto contra la pobreza, ya que gastarán en promedio 71 pesos, que equivalen a 2.34 por ciento de sus ingresos, mientras que los que se encuentran en áreas rurales gastarán 2.06 puntos porcentuales.
En contraparte, las personas que no entran en los niveles de pobreza alimentaria destinarán únicamente 1.21 por ciento —los de zona urbana— y 1.23 los rurales.
Pero también las 26.7 millones de personas que se encuentran en el nivel de pobreza de capacidades —insuficiencia para adquirir la canasta alimentaria y efectuar gastos necesarios en salud y educación— tendrán un gasto mayor: 59 pesos con 62 centavos en promedio, que equivale a 2% de sus ingresos totales.
Donde más se reduce la brecha económica es en el nivel de pobreza de patrimonio, pues una persona que entra en esta categoría destinará 1.72 por ciento de sus ingresos netos, es decir 0.61 puntos porcentuales más respecto a las personas sin ningún problema económico
De acuerdo con la Ley de Egresos presentada por el gobierno federal el pasado 8 de septiembre se intenta crear un impuesto que aumente 2 por ciento el costo de todos los bienes y servicios. Con lo anterior se busca que el programa de Oportunidades aumente el número de beneficiarios de 5 a 6.5 millones e incrementar 20 por ciento el presupuesto para el Seguro Popular.
De acuerdo con información del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, en 2008 unos 50.6 millones de mexicanos no podían satisfacer sus necesidades de salud, educación, alimentación, vivienda, vestido y transporte público, a pesar de destinar la totalidad de sus recursos económicos para dichos propósitos.
La incidencia de la pobreza de patrimonio y la alimentaria se redujo 6.2 y 5.9 puntos porcentuales respectivamente entre 2000 y 2008. Lo anterior equivale a una reducción de 2.1 y 4.2 millones de personas pobres en cada rubro.
Rafael López, Milenio, 20 de septiembre.
1 comentarios:
Rafael:
Las estadísticas sirven para dos cosas, ubicar las proporciones en su justa dimensión ó para distorsionar las cifras de una manera tendenciosa, como lo está usted haciendo.
Usted dice que los pobres pagarán más dinero que los no pobres y eso es una infamia.
Si usted sabe algo de finanzas o al menos un poco de matemáticas se dará cuenta que el pobre que gana 5,000 pesos al mes pagará, como usted dice el 2.16% de sus ingresos, un total de 108 pesos, en cambio los de grandes ingresos como 50,000 pesos al mes, obviamente pagará un menor porcentaje 1.22% o sea 610 pesos al mes.
¿No le salen las cuentas, o necesita un curso de matemáticas de primer año de secundaria?
Yo no sé cual sea su intención, pero si usted es periodista, le recuerdo que su penitencia es informar no confundir.
Le parece claro el ejemplo? Si no se convence calcule lo que pagará un legislador (que obviamente no paga impuestos por su dieta y sus ingresos "extra").
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