La propuesta de incrementar los impuestos para la cerveza, planteada en el paquete económico 2010, fue calificada de “regresiva, desmesurada, inequitativa y perjudicial” por la Cámara Nacional de la Industria Cervecera (Canicerm).
Alertó que de aprobarse la iniciativa del presidente Felipe Calderón “los incrementos de impuestos afectarán en mayor medida a los sectores de menores recursos”, porque se trasladarán a productos de consumo generalizado como alimentos, bebidas y telecomunicaciones.
Impuestos que, aclaró, inciden directamente en los precios y que junto con un aumento en las tarifas de bienes y servicios del sector público propiciarán una espiral inflacionaria que “profundizará aún más los niveles de pobreza del país”, además de que desalentarán la inversión y aumentarán el desempleo, por lo que exhortó al Poder Legislativo para que valore una reforma fiscal que genere condiciones de crecimiento para el sector productivo.
Sobre los impuestos para la cerveza, la Canicerm explicó que habrá “un impacto de 11 por ciento para el consumidor” si se autoriza el incremento de 25 a 28 por ciento al impuesto especial sobre producción y servicio (IEPS) y el llamado gravamen contra la pobreza, con el que se pretende tasar en 2 por ciento cualquier producto y servicio, en el contexto de una inflación prevista en 5 por ciento.
Ponderó que el consumo de cerveza se registra principalmente entre los sectores de bajos ingresos, por lo que incrementar los impuestos será “un castigo” para ellos. Pero también, indicó, será afectada una industria que ha demostrado ser competitiva y ha contribuido al crecimiento de la economía nacional y a la recaudación fiscal.
A escala mundial la tasa actual de 25 por ciento del IEPS para la cerveza resulta elevada, pero si se incrementa a 28 por ciento y se suma con el 15 por ciento del IVA, la carga fiscal llegará a niveles cercanos a 50 por ciento, indicó.
De igual manera, La Canicerm invalidó los argumentos del Ejecutivo federal de que la demanda de cerveza es “inelástica”, es decir, que no se verá afectada por el incremento de impuestos, pues recordó que cuando se aumentó el IEPS debido al terremoto de 1985, se utilizó la misma justificación, pero quedó afectado el crecimiento de la industria.
Criticó también que en la exposición de motivos del paquete económico se destaque la “eficiencia recaudatoria de la cerveza”, porque la Secretaría de Hacienda ha demostrado que la evasión fiscal del IEPS de la bebida es cercana a cero, pero por lo mismo ahora pretenda “recargarse en ella”.
La reforma, sentenció, es “más de lo mismo con cargo a los mismos” y carece de una visión tributaria de largo plazo, con cambios parciales que generan incertidumbre jurídica e inequidad fiscal.
Alertó que de aprobarse la iniciativa del presidente Felipe Calderón “los incrementos de impuestos afectarán en mayor medida a los sectores de menores recursos”, porque se trasladarán a productos de consumo generalizado como alimentos, bebidas y telecomunicaciones.
Impuestos que, aclaró, inciden directamente en los precios y que junto con un aumento en las tarifas de bienes y servicios del sector público propiciarán una espiral inflacionaria que “profundizará aún más los niveles de pobreza del país”, además de que desalentarán la inversión y aumentarán el desempleo, por lo que exhortó al Poder Legislativo para que valore una reforma fiscal que genere condiciones de crecimiento para el sector productivo.
Sobre los impuestos para la cerveza, la Canicerm explicó que habrá “un impacto de 11 por ciento para el consumidor” si se autoriza el incremento de 25 a 28 por ciento al impuesto especial sobre producción y servicio (IEPS) y el llamado gravamen contra la pobreza, con el que se pretende tasar en 2 por ciento cualquier producto y servicio, en el contexto de una inflación prevista en 5 por ciento.
Ponderó que el consumo de cerveza se registra principalmente entre los sectores de bajos ingresos, por lo que incrementar los impuestos será “un castigo” para ellos. Pero también, indicó, será afectada una industria que ha demostrado ser competitiva y ha contribuido al crecimiento de la economía nacional y a la recaudación fiscal.
A escala mundial la tasa actual de 25 por ciento del IEPS para la cerveza resulta elevada, pero si se incrementa a 28 por ciento y se suma con el 15 por ciento del IVA, la carga fiscal llegará a niveles cercanos a 50 por ciento, indicó.
De igual manera, La Canicerm invalidó los argumentos del Ejecutivo federal de que la demanda de cerveza es “inelástica”, es decir, que no se verá afectada por el incremento de impuestos, pues recordó que cuando se aumentó el IEPS debido al terremoto de 1985, se utilizó la misma justificación, pero quedó afectado el crecimiento de la industria.
Criticó también que en la exposición de motivos del paquete económico se destaque la “eficiencia recaudatoria de la cerveza”, porque la Secretaría de Hacienda ha demostrado que la evasión fiscal del IEPS de la bebida es cercana a cero, pero por lo mismo ahora pretenda “recargarse en ella”.
La reforma, sentenció, es “más de lo mismo con cargo a los mismos” y carece de una visión tributaria de largo plazo, con cambios parciales que generan incertidumbre jurídica e inequidad fiscal.
Susana González, La Jornada, 21 de septiembre.
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