Si el presidente Barack Obama tuviera verdadera voluntad de cambio, podría modificar la aplicación del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba, pese a la existencia de leyes como la Helms-Burton, afirmó el embajador de la isla en México, Manuel Aguilera de la Paz.
El diplomático enfatizó que si hubiera voluntad, Obama podría permitir a Cuba adquirir en cualquier parte del mundo productos que contengan más de 10 por ciento de componentes o tecnología de Estados Unidos; podría abstenerse de perseguir, congelar y confiscar transferencias de terceros países en dólares estadunidenses y otras monedas, así como suspender la persecución a las empresas y entidades financieras que comercian y operan con Cuba, y permitir a los ciudadanos estadunidenses viajar a la isla.
“El hecho cierto e indiscutible es que la administración de Obama permanece sin atender el reclamo abrumador de la comunidad internacional, expresado en la Asamblea General de Naciones Unidas, año tras año, para que se ponga fin al bloqueo que permanece intacto. Por ello, la solidaridad continúa siendo imprescindible en esta lucha contra la agresión económica que se mantiene por más de cinco décadas”, enfatizó el diplomático cubano.
Aguilera de la Paz mencionó que el próximo miércoles 28 de octubre, por décima octava ocasión consecutiva, el gobierno cubano presentará a consideración de la Asamblea General de la ONU el proyecto de resolución titulado: “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos de América contra Cuba”. Recordó que el año pasado, 185 estados miembros votaron en favor de esta resolución.
El embajador sostuvo que la ofensiva mediática y diplomática desplegada por el gobierno estadunidense podría inducir erróneamente a la creencia de que comenzó a desmontarse el bloqueo contra Cuba. Sin embargo, dijo, nada está más lejos de la verdad.
Destacó que a pesar de las expectativas que generó la llegada de Obama al poder, no ha significado un cambio en la aplicación del bloqueo, que hasta diciembre de 2008 había causado un daño económico directo al pueblo cubano de más de 96 mil millones de dólares, en una estimación conservadora.
No se descarta, alertó, que en vísperas de la votación sobre el bloqueo, “el gobierno estadunidense anuncie medidas adicionales, que, sin desmontar ningún elemento esencial del bloqueo, persiga confundir a los estados miembros y a la opinión pública internacional”.
El diplomático enfatizó que si hubiera voluntad, Obama podría permitir a Cuba adquirir en cualquier parte del mundo productos que contengan más de 10 por ciento de componentes o tecnología de Estados Unidos; podría abstenerse de perseguir, congelar y confiscar transferencias de terceros países en dólares estadunidenses y otras monedas, así como suspender la persecución a las empresas y entidades financieras que comercian y operan con Cuba, y permitir a los ciudadanos estadunidenses viajar a la isla.
“El hecho cierto e indiscutible es que la administración de Obama permanece sin atender el reclamo abrumador de la comunidad internacional, expresado en la Asamblea General de Naciones Unidas, año tras año, para que se ponga fin al bloqueo que permanece intacto. Por ello, la solidaridad continúa siendo imprescindible en esta lucha contra la agresión económica que se mantiene por más de cinco décadas”, enfatizó el diplomático cubano.
Aguilera de la Paz mencionó que el próximo miércoles 28 de octubre, por décima octava ocasión consecutiva, el gobierno cubano presentará a consideración de la Asamblea General de la ONU el proyecto de resolución titulado: “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos de América contra Cuba”. Recordó que el año pasado, 185 estados miembros votaron en favor de esta resolución.
El embajador sostuvo que la ofensiva mediática y diplomática desplegada por el gobierno estadunidense podría inducir erróneamente a la creencia de que comenzó a desmontarse el bloqueo contra Cuba. Sin embargo, dijo, nada está más lejos de la verdad.
Destacó que a pesar de las expectativas que generó la llegada de Obama al poder, no ha significado un cambio en la aplicación del bloqueo, que hasta diciembre de 2008 había causado un daño económico directo al pueblo cubano de más de 96 mil millones de dólares, en una estimación conservadora.
No se descarta, alertó, que en vísperas de la votación sobre el bloqueo, “el gobierno estadunidense anuncie medidas adicionales, que, sin desmontar ningún elemento esencial del bloqueo, persiga confundir a los estados miembros y a la opinión pública internacional”.
Ciro Pérez Silva, La Jornada, 7 de octubre.
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