Amnistía Internacional (AI) aseguró que el tema de los abusos y las violaciones a los derechos humanos por parte del Ejército tomó niveles “escandalosos”, luego de que en los últimos dos años los casos de excesos de las fuerzas federales se incrementaron.
Al presentar “México: nuevos informes de violaciones de derechos humanos a manos del Ejército”, Alberto Herrera, representante de Amnistía Internacional en este país, convocó a una movilización internacional de las secciones de ese organismo para manifestarse ante las embajadas mexicanas en 150 países para expresar su “consternación” por la violencia del Ejército en la lucha contra el narco.
Desde hace dos días EL UNIVERSAL documentó los excesos en la guerra contra el narco, en los que familiares de personas desaparecidas, que han sido torturadas y extorsionadas, relataron las arbitrariedades de los militares que se encuentran en Tijuana, Baja California, y Ciudad Juárez, Chihuahua.
En su informe, Amnistía Internacional comunica el mensaje de la directora adjunta del programa América de esa organización, Kerrie Howard, quien afirmó que “existe un preocupante patrón de crímenes cometidos por el Ejército en sus operaciones de seguridad, abusos que las autoridades de México niegan e ignoran”.
Atropellos rutinarios
También menciona que en los últimos dos años el tema de las violaciones a las garantías individuales, como la desaparición forzada y la tortura, ha tomado “niveles escandalosos”. En el caso de los abusos del Ejército mexicano destaca que son “frecuentes”, y en algunas zonas “habituales” y “rutinarios”.
Al documentar cinco casos de los abusos, como desapariciones forzadas, homicidios extrajudiciales, tortura y detención arbitraria perpetrados por los militares, en los que estuvieron involucradas 35 personas en Ciudad Juárez, Chihuahua; Nuevo Laredo, Tamaulipas, y Baja California, Amnistía dijo que son una muestra de la realidad que puede estar extendiéndose por el país.
Entre los casos documentados por ese organismo están la desaparición forzada de los hermanos Guzmán Zúñiga y de Saúl Becerra, en Ciudad Juárez. La desaparición forzada y homicidio de Alejandro Gama, Israel Ayala y Aarón Rojas, en Nuevo Laredo, así como la tortura de 25 agentes de la policía municipal, en Tijuana.
“Muchos casos de graves violaciones de derechos humanos se perpetraron tras una detención arbitraria”, dice.
El informe destaca que estos hechos ilustran “un patrón” de graves violaciones por miembros de las Fuerzas Armadas en su desempeño de labores policiales.
Entre estas transgresiones figuran la desaparición forzada, homicidios extrajudiciales o ilegítimos, tortura y malos tratos, y detención arbitraria.
En la presentación refirió que el aumento de casos se puede seguir a través de las quejas presentadas ante la Comisión de los Derechos Humanos. Indicó que a junio de 2009 la CNDH recibió 2 mil quejas de abuso en manos del Ejército desde inicio de 2008, en tanto que en 2007 sólo fueron 367 y en 2006 sumaron 182.
Alberto Herrera aseguró que las denuncias “no son aisladas, sino frecuentes y rutinarias”.
En la presentación que se realizó en el museo José Luis Cuevas, Alberto Herrera agregó que es “urgente” revisar el artículo 57 de la ley que rige las actividades del Ejército para “limitar sus actividades en el ejercicio de la seguridad pública, además de que se pueda procesar a sus integrantes de acuerdo con el sistema judicial que se aplica a los civiles”.
En su intervención, el investigador Miguel Sarre, experto del ITAM, señaló que en el caso de los abusos que cometen los militares se advierte un “problema de gobernabilidad y disciplina al interior de la Secretaría de la Defensa Nacional, ya que si los mandos superiores desconocen que los soldados están cometiendo esos excesos es que hay ingobernabilidad”.
Impunidad militar
En el informe AI destaca que las violaciones a los derechos humanos realizadas por el Ejército no son investigadas en forma “inmediata, imparcial y eficaz”, ni por las autoridades civiles ni por las militares. “México parece no dispuesto o no ser capaz de llevar a cabo investigaciones contra miembros del Ejército”.
El titular de la CNDH, Raúl Plascencia, confirmó el incremento de quejas por la actuación del Ejército en la lucha contra el narco, “sustancialmente” en Juárez.
Al presentar “México: nuevos informes de violaciones de derechos humanos a manos del Ejército”, Alberto Herrera, representante de Amnistía Internacional en este país, convocó a una movilización internacional de las secciones de ese organismo para manifestarse ante las embajadas mexicanas en 150 países para expresar su “consternación” por la violencia del Ejército en la lucha contra el narco.
Desde hace dos días EL UNIVERSAL documentó los excesos en la guerra contra el narco, en los que familiares de personas desaparecidas, que han sido torturadas y extorsionadas, relataron las arbitrariedades de los militares que se encuentran en Tijuana, Baja California, y Ciudad Juárez, Chihuahua.
En su informe, Amnistía Internacional comunica el mensaje de la directora adjunta del programa América de esa organización, Kerrie Howard, quien afirmó que “existe un preocupante patrón de crímenes cometidos por el Ejército en sus operaciones de seguridad, abusos que las autoridades de México niegan e ignoran”.
Atropellos rutinarios
También menciona que en los últimos dos años el tema de las violaciones a las garantías individuales, como la desaparición forzada y la tortura, ha tomado “niveles escandalosos”. En el caso de los abusos del Ejército mexicano destaca que son “frecuentes”, y en algunas zonas “habituales” y “rutinarios”.
Al documentar cinco casos de los abusos, como desapariciones forzadas, homicidios extrajudiciales, tortura y detención arbitraria perpetrados por los militares, en los que estuvieron involucradas 35 personas en Ciudad Juárez, Chihuahua; Nuevo Laredo, Tamaulipas, y Baja California, Amnistía dijo que son una muestra de la realidad que puede estar extendiéndose por el país.
Entre los casos documentados por ese organismo están la desaparición forzada de los hermanos Guzmán Zúñiga y de Saúl Becerra, en Ciudad Juárez. La desaparición forzada y homicidio de Alejandro Gama, Israel Ayala y Aarón Rojas, en Nuevo Laredo, así como la tortura de 25 agentes de la policía municipal, en Tijuana.
“Muchos casos de graves violaciones de derechos humanos se perpetraron tras una detención arbitraria”, dice.
El informe destaca que estos hechos ilustran “un patrón” de graves violaciones por miembros de las Fuerzas Armadas en su desempeño de labores policiales.
Entre estas transgresiones figuran la desaparición forzada, homicidios extrajudiciales o ilegítimos, tortura y malos tratos, y detención arbitraria.
En la presentación refirió que el aumento de casos se puede seguir a través de las quejas presentadas ante la Comisión de los Derechos Humanos. Indicó que a junio de 2009 la CNDH recibió 2 mil quejas de abuso en manos del Ejército desde inicio de 2008, en tanto que en 2007 sólo fueron 367 y en 2006 sumaron 182.
Alberto Herrera aseguró que las denuncias “no son aisladas, sino frecuentes y rutinarias”.
En la presentación que se realizó en el museo José Luis Cuevas, Alberto Herrera agregó que es “urgente” revisar el artículo 57 de la ley que rige las actividades del Ejército para “limitar sus actividades en el ejercicio de la seguridad pública, además de que se pueda procesar a sus integrantes de acuerdo con el sistema judicial que se aplica a los civiles”.
En su intervención, el investigador Miguel Sarre, experto del ITAM, señaló que en el caso de los abusos que cometen los militares se advierte un “problema de gobernabilidad y disciplina al interior de la Secretaría de la Defensa Nacional, ya que si los mandos superiores desconocen que los soldados están cometiendo esos excesos es que hay ingobernabilidad”.
Impunidad militar
En el informe AI destaca que las violaciones a los derechos humanos realizadas por el Ejército no son investigadas en forma “inmediata, imparcial y eficaz”, ni por las autoridades civiles ni por las militares. “México parece no dispuesto o no ser capaz de llevar a cabo investigaciones contra miembros del Ejército”.
El titular de la CNDH, Raúl Plascencia, confirmó el incremento de quejas por la actuación del Ejército en la lucha contra el narco, “sustancialmente” en Juárez.
Nurit Martínez y Thelma Gómez, El Universal, 9 de diciembre.
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