La bancada del PRI en la Cámara de Diputados dijo que la reforma prioritaria es la que ataque el problema del empleo, no la política que envió el presidente Felipe Calderón al Senado.
El PRD acusó que la propuesta del Ejecutivo federal tiene el propósito de vulnerar al Poder Legislativo, además de que es de carácter regresivo, pobre y va en contra del pluralismo político, que ha sido la base de la estabilidad política del país desde los años 70.
La bancada del PAN expresó su beneplácito por la reforma, la cual consideró que por su envergadura será la plataforma de la modernización del sistema político. El proyecto marca la hora de los ciudadanos, agregó, y emplaza “a terminar ya con los tiempos de la parálisis institucional”.
Las tres principales fuerzas políticas en San Lázaro, en sus pronunciamientos por separado, coincidieron en que se debe llevar a cabo un debate de la clase política, extensivo a los académicos y a la sociedad civil en su conjunto. Sólo Acción Nacional sugirió un periodo extraordinario para votar la reforma calderonista.
El coordinador del PRI, Francisco Rojas Gutiérrez, desestimó la pertinencia de la reforma política de Calderón, porque, dijo, tiene mayor importancia combatir el problema del desempleo y el conjunto de las dificultades de la crisis financiera.
Adelantó que, por lo anunciado en Los Pinos, “estarían faltando algunas propuestas sobre reformas al propio gobierno federal, que dé eficiencia y eficacia a un aparato administrativo más delgado en sus estructuras y que funcione bien y cueste menos”.
La diputada Josefina Vázquez Mota, coordinadora del PAN, expresó el beneplácito de su fracción parlamentaria, por la iniciativa del presidente Calderón, a la cual valoró como la plataforma de la modernización del sistema.
El coordinador del PRD, Alejandro Encinas, reprobó la iniciativa y dijo que “no es una reforma política”, pues no implica una transformación seria, y aunque tiene dos puntos importantes —la iniciativa ciudadana y a las candidaturas ciudadanas—, plantea propuestas “limitadas”.
Con todo, no basta otorgar la iniciativa ciudadana “cuando quedan pendientes el plebiscito, referéndum, revocación de mandato y la rendición de cuentas”.
El PRD acusó que la propuesta del Ejecutivo federal tiene el propósito de vulnerar al Poder Legislativo, además de que es de carácter regresivo, pobre y va en contra del pluralismo político, que ha sido la base de la estabilidad política del país desde los años 70.
La bancada del PAN expresó su beneplácito por la reforma, la cual consideró que por su envergadura será la plataforma de la modernización del sistema político. El proyecto marca la hora de los ciudadanos, agregó, y emplaza “a terminar ya con los tiempos de la parálisis institucional”.
Las tres principales fuerzas políticas en San Lázaro, en sus pronunciamientos por separado, coincidieron en que se debe llevar a cabo un debate de la clase política, extensivo a los académicos y a la sociedad civil en su conjunto. Sólo Acción Nacional sugirió un periodo extraordinario para votar la reforma calderonista.
El coordinador del PRI, Francisco Rojas Gutiérrez, desestimó la pertinencia de la reforma política de Calderón, porque, dijo, tiene mayor importancia combatir el problema del desempleo y el conjunto de las dificultades de la crisis financiera.
Adelantó que, por lo anunciado en Los Pinos, “estarían faltando algunas propuestas sobre reformas al propio gobierno federal, que dé eficiencia y eficacia a un aparato administrativo más delgado en sus estructuras y que funcione bien y cueste menos”.
La diputada Josefina Vázquez Mota, coordinadora del PAN, expresó el beneplácito de su fracción parlamentaria, por la iniciativa del presidente Calderón, a la cual valoró como la plataforma de la modernización del sistema.
El coordinador del PRD, Alejandro Encinas, reprobó la iniciativa y dijo que “no es una reforma política”, pues no implica una transformación seria, y aunque tiene dos puntos importantes —la iniciativa ciudadana y a las candidaturas ciudadanas—, plantea propuestas “limitadas”.
Con todo, no basta otorgar la iniciativa ciudadana “cuando quedan pendientes el plebiscito, referéndum, revocación de mandato y la rendición de cuentas”.
Juan Arvizu y Andrea Merlos, El Universal, 16 de diciembre.
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