Investigadores de la UNAM prevén que México tendrá nulo crecimiento el próximo año: apenas 0.3 por ciento.
El crecimiento marginal del PIB responde a que el consumo privado mostrará una contracción de 0.2 por ciento, debido al incremento de impuestos aprobado por el Congreso, que reducirá el ingreso neto disponible de las familias y su poder de compra; el aumento de los salarios a tasas inferiores al de los precios de la canasta básica, y la persistente caída del crédito, señalan los expertos del Departamento de Análisis Macroeconómicos, Prospectivos y de Coyuntura del Instituto de Investigaciones Económicas de la casa de estudios.
En tanto, el pronóstico de inflación en 2010 lo sitúan en 5 por ciento, si se parte del efecto causado por el alza de impuestos al consumo, así como los probables aumentos de precios y tarifas del sector público.
Las previsiones de la UNAM coinciden con las de analistas privados, que esperan que la inflación general ronde en 4.86 por ciento el próximo año.
La inversión privada, calculan, también se incrementará marginalmente en 2010, por la contracción del consumo privado y el escaso efecto de arrastre de las exportaciones, así como por la persistente restricción de liquidez y la aversión al riesgo asociado al nulo crecimiento.
Debido también al casi nulo crecimiento del PIB, el próximo año no habrá incremento de empleos registrados en el IMSS, según el Reporte sobre la Economía Mexicana 2009, elaborado por el grupo encabezado por José Luis Calva.
El Congreso aprobó un alza de un punto porcentual a la tasa del IVA, para quedar en 16 por ciento, y en dos puntos a la del ISR, para ubicarse en 30 por ciento.
También se espera que el gobierno incremente los precios de combustibles y servicios públicos.
México, que tiene una de las tasas recaudatorias más bajas de América Latina, busca elevar sus ingresos fiscales para cubrir un enorme hueco en sus finanzas causado por una menor exportación de crudo y la recesión económica de su principal socio comercial, Estados Unidos.
En el aspecto que difiere el vaticinio de los universitarios con el de los analistas privados es en el del PIB, pues éstos esperan que el indicador llegue a 2.9 por ciento en 2010.
Los economistas de la casa de estudios recuerdan que al cierre de este año el PIB registrará una caída de 7.8 por ciento, el consumo privado disminuirá 8.5 y la tasa de inflación anualizada enero-diciembre terminará en 4.2 por ciento. La pérdida de empleos formales ascenderá a 650 mil.
Además, el consumo privado registrará una contracción de 8.5 por ciento, mientras la inversión privada caerá 15.4 por ciento.
Los especialistas proponen ante el panorama de 2010 que la inversión pública se incremente, en términos reales, a una tasa de 38 por ciento respecto a 2009 (lo que significaría una expansión fiscal de 2 por ciento del PIB), así como aumentar el gasto público social y promocional de desarrollo, equivalente a 0.5 por cuento del PIB. La expansión fiscal agregada sería así de 2.5 por ciento del Producto.
Plantean una política monetaria más laxa, en la que el Banco de México reduzca su tasa objetivo a 4 por ciento anual al cierre de 2010.
Con estas medidas, aseguran, el PIB se elevaría a una tasa de 5.1 por ciento anual durante 2010, el consumo privado comenzaría a recuperarse a una tasa de 2.4 por ciento y se observaría un incremento de la inversión privada en 2.7 por ciento. Además, añaden, se generarían 500 mil puestos de trabajo inscritos en el IMSS.
¿A quién creerle?
El 2 de diciembre pasado, el aún gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz, afirmó que el crecimiento de la economía mexicana en 2010 será de entre 2.5 y 3.5 por ciento.
Dos días después, Banamex Accival reveló los resultados de su encuesta de expectativas, según la cual el PIB crecerá de entre 1.4 y 1.5 por ciento.
En los Criterios Generales de la Política Económica para 2010 incluidos en la miscelánea fiscal que el Ejecutivo entregó al Congreso, la Secretaría de Hacienda prevé un crecimiento de 3 por ciento para 2010.
El crecimiento marginal del PIB responde a que el consumo privado mostrará una contracción de 0.2 por ciento, debido al incremento de impuestos aprobado por el Congreso, que reducirá el ingreso neto disponible de las familias y su poder de compra; el aumento de los salarios a tasas inferiores al de los precios de la canasta básica, y la persistente caída del crédito, señalan los expertos del Departamento de Análisis Macroeconómicos, Prospectivos y de Coyuntura del Instituto de Investigaciones Económicas de la casa de estudios.
En tanto, el pronóstico de inflación en 2010 lo sitúan en 5 por ciento, si se parte del efecto causado por el alza de impuestos al consumo, así como los probables aumentos de precios y tarifas del sector público.
Las previsiones de la UNAM coinciden con las de analistas privados, que esperan que la inflación general ronde en 4.86 por ciento el próximo año.
La inversión privada, calculan, también se incrementará marginalmente en 2010, por la contracción del consumo privado y el escaso efecto de arrastre de las exportaciones, así como por la persistente restricción de liquidez y la aversión al riesgo asociado al nulo crecimiento.
Debido también al casi nulo crecimiento del PIB, el próximo año no habrá incremento de empleos registrados en el IMSS, según el Reporte sobre la Economía Mexicana 2009, elaborado por el grupo encabezado por José Luis Calva.
El Congreso aprobó un alza de un punto porcentual a la tasa del IVA, para quedar en 16 por ciento, y en dos puntos a la del ISR, para ubicarse en 30 por ciento.
También se espera que el gobierno incremente los precios de combustibles y servicios públicos.
México, que tiene una de las tasas recaudatorias más bajas de América Latina, busca elevar sus ingresos fiscales para cubrir un enorme hueco en sus finanzas causado por una menor exportación de crudo y la recesión económica de su principal socio comercial, Estados Unidos.
En el aspecto que difiere el vaticinio de los universitarios con el de los analistas privados es en el del PIB, pues éstos esperan que el indicador llegue a 2.9 por ciento en 2010.
Los economistas de la casa de estudios recuerdan que al cierre de este año el PIB registrará una caída de 7.8 por ciento, el consumo privado disminuirá 8.5 y la tasa de inflación anualizada enero-diciembre terminará en 4.2 por ciento. La pérdida de empleos formales ascenderá a 650 mil.
Además, el consumo privado registrará una contracción de 8.5 por ciento, mientras la inversión privada caerá 15.4 por ciento.
Los especialistas proponen ante el panorama de 2010 que la inversión pública se incremente, en términos reales, a una tasa de 38 por ciento respecto a 2009 (lo que significaría una expansión fiscal de 2 por ciento del PIB), así como aumentar el gasto público social y promocional de desarrollo, equivalente a 0.5 por cuento del PIB. La expansión fiscal agregada sería así de 2.5 por ciento del Producto.
Plantean una política monetaria más laxa, en la que el Banco de México reduzca su tasa objetivo a 4 por ciento anual al cierre de 2010.
Con estas medidas, aseguran, el PIB se elevaría a una tasa de 5.1 por ciento anual durante 2010, el consumo privado comenzaría a recuperarse a una tasa de 2.4 por ciento y se observaría un incremento de la inversión privada en 2.7 por ciento. Además, añaden, se generarían 500 mil puestos de trabajo inscritos en el IMSS.
¿A quién creerle?
El 2 de diciembre pasado, el aún gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz, afirmó que el crecimiento de la economía mexicana en 2010 será de entre 2.5 y 3.5 por ciento.
Dos días después, Banamex Accival reveló los resultados de su encuesta de expectativas, según la cual el PIB crecerá de entre 1.4 y 1.5 por ciento.
En los Criterios Generales de la Política Económica para 2010 incluidos en la miscelánea fiscal que el Ejecutivo entregó al Congreso, la Secretaría de Hacienda prevé un crecimiento de 3 por ciento para 2010.
Milenio, 9 de diciembre.
0 Responses to "UNAM: en 2010, cero crecimiento"
Publicar un comentario