Amnistía Internacional (AI) demandó a las autoridades mexicanas que se adopte de manera inmediata un programa integral de protección para los defensores de los derechos humanos, pues realizar esta actividad “puede costar la vida y el gobierno no está haciendo lo suficiente para resolver el problema”.
Al presentar su informe “Exigiendo Justicia y Dignidad: Defensores y Defensoras de los Derechos Humanos”, Nancy Tapias Torrado, investigadora de AI, detalló que de 2007 a 2009 tienen registrados 16 casos de abusos contra defensores, entre ellos algunos asesinatos; sin embargo, consideró que hay decenas de casos de este tipo que muy pocos investigan con eficacia.
“Cuando se ataca, amenaza o mata a un defensor o defensora de los derechos humanos, se envía un peligroso mensaje a muchos otros y se niega la esperanza a todas las personas en cuyo favor trabaja este defensor”, aseguró.
En conferencia de prensa, Jesús Emiliano, líder del frente Democrático Campesino de Chihuahua, aseguró que le tienen tanto miedo a los policías como a los narcos.
Señaló que en su entidad federativa hay un éxodo hacia Estados Unidos por temor a las autoridades. “El Ejército llega a catear las casas de los campesinos sin ninguna orden”, dijo.
En tanto, el padre Alejandro Solalinde, del Centro Pastoral Católica para Migrantes, denunció que ha sido amenazado por trabajar en defensa de los derechos de los migrantes en Oaxaca.
“Cuando voy a visitar a los presos en Juchitán, Oaxaca, me dicen que mi cabeza tiene precio”, comentó.
Y es que el padre Alejandro desde que se dedica a trabajar por los derechos de los migrantes, en 2005, ha recibido amenazas, como en diciembre de 2009, cuando fue advertido por una banda delictiva que opera en Veracruz y Oaxaca, que planeaban matarlo.
Otra defensora por los derechos, que ha sufrido numerosas amenazas de muerte e intimidación, es Obtilia Eugenio Manuel, presidenta de la Organización del Pueblo Indígena Me’phaa, en Guerrero.
“¿Qué?, ¿te sientes muy valiente...? ¡Si no te vas a la cárcel te vamos a matar!
Son algunas de las advertencias que ha recibido, por lo que tuvo que salir de su comunidad.
Al presentar su informe “Exigiendo Justicia y Dignidad: Defensores y Defensoras de los Derechos Humanos”, Nancy Tapias Torrado, investigadora de AI, detalló que de 2007 a 2009 tienen registrados 16 casos de abusos contra defensores, entre ellos algunos asesinatos; sin embargo, consideró que hay decenas de casos de este tipo que muy pocos investigan con eficacia.
“Cuando se ataca, amenaza o mata a un defensor o defensora de los derechos humanos, se envía un peligroso mensaje a muchos otros y se niega la esperanza a todas las personas en cuyo favor trabaja este defensor”, aseguró.
En conferencia de prensa, Jesús Emiliano, líder del frente Democrático Campesino de Chihuahua, aseguró que le tienen tanto miedo a los policías como a los narcos.
Señaló que en su entidad federativa hay un éxodo hacia Estados Unidos por temor a las autoridades. “El Ejército llega a catear las casas de los campesinos sin ninguna orden”, dijo.
En tanto, el padre Alejandro Solalinde, del Centro Pastoral Católica para Migrantes, denunció que ha sido amenazado por trabajar en defensa de los derechos de los migrantes en Oaxaca.
“Cuando voy a visitar a los presos en Juchitán, Oaxaca, me dicen que mi cabeza tiene precio”, comentó.
Y es que el padre Alejandro desde que se dedica a trabajar por los derechos de los migrantes, en 2005, ha recibido amenazas, como en diciembre de 2009, cuando fue advertido por una banda delictiva que opera en Veracruz y Oaxaca, que planeaban matarlo.
Otra defensora por los derechos, que ha sufrido numerosas amenazas de muerte e intimidación, es Obtilia Eugenio Manuel, presidenta de la Organización del Pueblo Indígena Me’phaa, en Guerrero.
“¿Qué?, ¿te sientes muy valiente...? ¡Si no te vas a la cárcel te vamos a matar!
Son algunas de las advertencias que ha recibido, por lo que tuvo que salir de su comunidad.
Dennis A. García, Crónica, 22 de enero.
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