LA HABANA.- Atrás quedaron las marchas multitudinarias y los discursos políticos. Ayer, Cuba celebró el aniversario 51 de la Revolución en medio de una aguda crisis económica y de un -hasta ahora- frustrado acercamiento con Estados Unidos.
Como estaba previsto, la fecha pasó sin actos oficiales ni derroche lumínico, aunque el primer noticiero del año destacó las conquistas alcanzadas tras el triunfo del Ejército Rebelde, que, liderado por Fidel Castro, entró victorioso en Santiago de Cuba el 1 de enero de 1959, tras la huida del dictador Fulgencio Batista.
El diario oficial Granma tituló su portada con un "Viva la Revolución" y la foto del histórico Comandante en Jefe. La mayoría del periódico se dedicó a recordar las desigualdades que sufría el país antes del triunfo revolucionario.
En medio de una crisis económica que obliga a extremar las medidas de ahorro a nivel nacional, el Gobierno de Raúl Castro afronta un complicado 2010 retomando programas de economía planificada, drástica disminución del consumo energético y la reducción de alimentos importados.
Con un crecimiento del PIB de sólo 1.4 por ciento en 2009, que no alcanzó por mucho el 6.0 por ciento previsto, y un estimado de apenas 1.9 por ciento para 2010, el Presidente Raúl Castro advirtió al Parlamento, el pasado 20 de diciembre, sobre la necesidad de recortar el gasto social y priorizar las inversiones y el empleo que generan divisas, lo que hace temer el cierre de fábricas y empresas ineficientes.
"En aras del fortalecimiento de nuestra sociedad socialista, estamos llamados a trabajar con más intensidad, disciplina y eficiencia, hacer crecer la agricultura, sustituir gastos con producción nacional y reducirlos en la esfera social, y elevar las exportaciones de bienes y servicios", dijo el General en su discurso recordado ayer por los medios locales.
No obstante, pese a la austeridad impuesta y la incertidumbre de un deseado pero improbable acercamiento La Habana-Washington, la llegada del nuevo año fue celebrada en todo el país con bullicio y alegría.
Vestidos con sus mejores galas, muchos cubanos acudieron a cenar a casas de familiares y amigos y también a restaurantes populares y discotecas con ofertas especiales.
Como estaba previsto, la fecha pasó sin actos oficiales ni derroche lumínico, aunque el primer noticiero del año destacó las conquistas alcanzadas tras el triunfo del Ejército Rebelde, que, liderado por Fidel Castro, entró victorioso en Santiago de Cuba el 1 de enero de 1959, tras la huida del dictador Fulgencio Batista.
El diario oficial Granma tituló su portada con un "Viva la Revolución" y la foto del histórico Comandante en Jefe. La mayoría del periódico se dedicó a recordar las desigualdades que sufría el país antes del triunfo revolucionario.
En medio de una crisis económica que obliga a extremar las medidas de ahorro a nivel nacional, el Gobierno de Raúl Castro afronta un complicado 2010 retomando programas de economía planificada, drástica disminución del consumo energético y la reducción de alimentos importados.
Con un crecimiento del PIB de sólo 1.4 por ciento en 2009, que no alcanzó por mucho el 6.0 por ciento previsto, y un estimado de apenas 1.9 por ciento para 2010, el Presidente Raúl Castro advirtió al Parlamento, el pasado 20 de diciembre, sobre la necesidad de recortar el gasto social y priorizar las inversiones y el empleo que generan divisas, lo que hace temer el cierre de fábricas y empresas ineficientes.
"En aras del fortalecimiento de nuestra sociedad socialista, estamos llamados a trabajar con más intensidad, disciplina y eficiencia, hacer crecer la agricultura, sustituir gastos con producción nacional y reducirlos en la esfera social, y elevar las exportaciones de bienes y servicios", dijo el General en su discurso recordado ayer por los medios locales.
No obstante, pese a la austeridad impuesta y la incertidumbre de un deseado pero improbable acercamiento La Habana-Washington, la llegada del nuevo año fue celebrada en todo el país con bullicio y alegría.
Vestidos con sus mejores galas, muchos cubanos acudieron a cenar a casas de familiares y amigos y también a restaurantes populares y discotecas con ofertas especiales.
Yolanda Martínez corresponsal, Reforma, 2 de enero.
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