El jefe de investigaciones de la Policía Ministerial en la zona norte de Sinaloa, Jesús Escalante Leyva, fue asesinado a tiros en la ciudad de Los Mochis, horas después de que empezara a investigar el secuestro de un periodista local, informaron ayer fuentes oficiales.
Los hechos tuvieron lugar la noche del miércoles en Los Mochis, cuando Escalante Leyva salía de su oficina, después de realizar las primeras investigaciones sobre el caso del periodista José Luis Romero, quien fue secuestrado el mismo día, unas horas antes.
Fuentes de la procuraduría local dijeron a EFE que Escalante Leyva conducía su camioneta a pocos metros de la sede de la Policía Ministerial del Estado (dependiente de la fiscalía) cuando un grupo de desconocidos abrió fuego contra él desde dos automóviles en movimiento.
El mando policiaco recibió al menos 30 disparos de rifle AK-47, y murió instantáneamente.
El procurador de Sinaloa, Alfredo Higuera Bernal, dijo en declaraciones a la prensa local que no se descarta que el homicidio del funcionario esté relacionado con el secuestro del periodista.
El reportero José Luis Romero, especialista en temas policiacos y de orden público para la emisora de radio Línea Directa, fue privado de la libertad en el barrio Jiquilpan II de Los Mochis y lleva más de una década trabajando con ese medio de comunicación.
"Trabaja una fuente de riesgo y, aunque tiene vacaciones desde el lunes 21 del presente (mes de diciembre), lógicamente ha sufrido esta agresión por el desempeño de su labor", indicó Línea Directa en un comunicado publicado en su página de internet.
"Condenamos este hecho y exigimos a las autoridades que realicen los operativos necesarios para rescatarlo", agregó la emisora, empresa que asegura no tener "enemistades con nadie" y mantener un "respeto absoluto a todas las personas".
Según la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), 12 periodistas fueron asesinados en 2009 en el país, y 57 en los últimos 10 años.
El último de ellos fue Alberto Velázquez, reportero del periódico Expresiones de la ciudad de Tulum, Quintana Roo, el pasado 21 de diciembre.
Los hechos tuvieron lugar la noche del miércoles en Los Mochis, cuando Escalante Leyva salía de su oficina, después de realizar las primeras investigaciones sobre el caso del periodista José Luis Romero, quien fue secuestrado el mismo día, unas horas antes.
Fuentes de la procuraduría local dijeron a EFE que Escalante Leyva conducía su camioneta a pocos metros de la sede de la Policía Ministerial del Estado (dependiente de la fiscalía) cuando un grupo de desconocidos abrió fuego contra él desde dos automóviles en movimiento.
El mando policiaco recibió al menos 30 disparos de rifle AK-47, y murió instantáneamente.
El procurador de Sinaloa, Alfredo Higuera Bernal, dijo en declaraciones a la prensa local que no se descarta que el homicidio del funcionario esté relacionado con el secuestro del periodista.
El reportero José Luis Romero, especialista en temas policiacos y de orden público para la emisora de radio Línea Directa, fue privado de la libertad en el barrio Jiquilpan II de Los Mochis y lleva más de una década trabajando con ese medio de comunicación.
"Trabaja una fuente de riesgo y, aunque tiene vacaciones desde el lunes 21 del presente (mes de diciembre), lógicamente ha sufrido esta agresión por el desempeño de su labor", indicó Línea Directa en un comunicado publicado en su página de internet.
"Condenamos este hecho y exigimos a las autoridades que realicen los operativos necesarios para rescatarlo", agregó la emisora, empresa que asegura no tener "enemistades con nadie" y mantener un "respeto absoluto a todas las personas".
Según la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), 12 periodistas fueron asesinados en 2009 en el país, y 57 en los últimos 10 años.
El último de ellos fue Alberto Velázquez, reportero del periódico Expresiones de la ciudad de Tulum, Quintana Roo, el pasado 21 de diciembre.
EFE en Los Mochis, Crónica, 2 de enero.
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