Los “paras” infiltraron en los 90 al DAS colombiano

BOGOTÁ (Agencias).— La Procuraduría de Colombia aseguró que los desaparecidos jefes paramilitares Fidel y Carlos Castaño infiltraron a los más altos niveles el servicio estatal de inteligencia en la década de los noventa, señaló ayer el diario El Tiempo.
Esa infiltración del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) es la clave, según el Ministerio Público, para esclarecer el asesinato del candidato presidencial Carlos Pizarro, en abril de 1990, y por lo menos otros seis magnicidios ocurridos en Colombia en la misma época. La Procuraduría consideró que los hechos que rodean el asesinato de Pizarro no son aislados, pues los investigadores encontraron que se puede observar el mismo patrón que se inició con el homicidio del también candidato presidencial Luis Carlos Galán, ocurrido en agosto de 1989, que continúa con la muerte del candidato de izquierda Bernardo Jaramillo Ossa, en marzo de 1990, y se mantiene hasta el asesinato del periodista y humorista Jaime Garzón en agosto de 1999.

“No se puede hablar de una responsabilidad institucional, sino de una infiltración que llegó a los más altos niveles. En esa época aparecen funcionarios asignados en cargos clave que terminan reclutados por los Castaño”, señaló a El Tiempo una fuente de la Procuraduría.

La Procuraduría pidió el pasado 6 de enero vincular a dos ex funcionarios del DAS en el caso Pizarro, asesinado en un avión pocos minutos después de despegar del aeropuerto Eldorado de Bogotá, y solicitó a la Fiscalía inspeccionar los procesos por los crímenes de Galán y Jaramillo Ossa. El diario asegura que al parecer en esos expedientes hay pruebas de que el DAS obstruyó las investigaciones.

Los hermanos Fidel y Carlos Castaño crearon los escuadrones paramilitares en la década de los ochenta para combatir a las guerrillas izquierdistas y proteger los negocios del narcotráfico. Los dos murieron en hechos diferentes y en extrañas circunstancias.

Uribe, preocupado

El presidente colombiano Álvaro Uribe Vélez expresó su preocupación por la decisión de algunos jueces de dejar en libertad a personas que estarían vinculadas a delitos de lesa humanidad.

“Dar libertad por vencimiento de términos en casos de crímenes graves afecta tanto a la democracia, como dar libertad en delitos de lesa humanidad con base en la figura de la prescripción”, manifestó el mandatario en un comunicado.

En el último mes, jueces colombianos ordenaron la libertad de un grupo de personas que fueron detenidas en un campamento guerrillero en el páramo de Sumapaz, además de 17 militares que están acusados de casos de ejecuciones extrajudiciales. Todos los supuestos implicados fueron excarcelados porque se cumplió el plazo para que la Fiscalía de Colombia presentara una acusación formal contra ellos.

El secretario de la Conferencia Episcopal Colombiana, monseñor Juan Córdoba, dijo que el presidente no puede como jefe de Estado acudir a Dios para definir su futuro electoral. Uribe aseguró la semana pasada que deja en manos de Dios y de la Corte Constitucional su eventual segunda reelección, que le permitiría ser candidato presidencial en las elecciones de este año. “El presidente como persona puede ser de otra religión y como persona puede alabar a su Dios y decir que pone en manos de su Dios lo que quiera. Como jefe de Estado no”, dijo.
El Universal, 12 de enero.

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