México cumple una década de crecer 1.8% en promedio

Al cierre de 2009, el país cumplirá una década de crecer a un promedio anual de sólo 1.8 por ciento, nivel que señala la urgente necesidad de realizar una reestructuración de fondo en la economía nacional.

Las previsiones para 2010 señalan que el producto interno bruto tendrá una dinámica de 3 por ciento, lo que resultará insuficiente para corregir los problemas que reporta el mercado, como el tener casi 55 millones de personas en situación de pobreza y haber cancelado más de 400 mil empleos formales durante el presente año, aseguró Gerardo Gutiérrez Candiani, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).

“Un 2 o 3 por ciento de aumento en el producto interno bruto (PIB) no basta para corregir la caída constante y pronunciada de la competitividad o el riesgo de inestabilidad económica que pudiera generar la debilidad de las finanzas públicas”, aseguró el representante empresarial.

En su mensaje semanal, Gutiérrez Candiani afirmó que ni la recuperación de la economía de Estados Unidos ni el repunte en los precios del petróleo lograrán que México tenga un crecimiento mayor, por lo menos en los próximos dos años, pues el avance sólo dependerá de las decisiones que se tomen internamente.

“Los acontecimientos de 2009 nos dejan claro que México requiere de una reestructuración de fondo. No vamos a salir adelante con cambios parciales y reactivos, sino con una nueva visión de nación, con fundamentos y metas que todos los sectores de la sociedad podamos compartir”, aseguró.

En este sentido, señaló que la coyuntura es propicia para construir esa visión de país a partir de reformas de fondo, como la del estado, la fiscal y la del mercado laboral.

“Con estas reformas, daremos rumbo y certidumbre a los agentes económicos y sociales, para insertarnos en una dinámica de optimismo y desarrollo sostenido. Tal como ocurrió en Corea del Sur, España, Irlanda, Chile, y más recientemente, en Brasil”, agregó.

A pesar de todo lo ocurrido este año, afirmó que 2010 puede ser un gran año, en donde la crisis política, económica y de seguridad pública que vive el país sean la pauta para sentar las bases de la consolidación democrática y el desarrollo sostenido.

“Llegamos al final de uno de los años más difíciles de la historia reciente. En 2009, enfrentamos la peor recesión económica internacional en más de 60 años que se agudizó dramáticamente con la caída de los ingresos petroleros, los cuales en los primeros 10 meses del año, cayeron casi50 por ciento”, argumentó.

Aunado a lo anterior, la epidemia A/H1N1 y la ola de violencia observada en el país, con más de 7 mil muertes relacionadas con el crimen organizado, hicieron que México sufriera una caída del PIB de 7 por ciento, la más abrupta desde la época de la Revolución, afirmó.

El dirigente precisó que este 31 de diciembre acabará una década en que el país tuvo un crecimiento anual promedio de sólo 1.8 por ciento, modificar este comportamiento dependerá de los cambios estructurales que se logren ejercer.

Claves

Los cambios necesarios

Analistas financieros destacan que el país requiere crecer a un ritmo de 6 por ciento, para resarcirse de la caída de 7 por ciento que registrará el PIB este año.

El mercado necesita concretar cambios estructurales en la forma en que lo instrumentaron economías como Corea del Sur, España, Irlanda, Chile y Brasil.

Es imprescindible reanimar el mercado interno para reponer las 400 mil plazas laborales que canceló la crisis económica global y la influeza A/H1N1.
Oscar Granados, Milenio, 29 de diciembre

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