Partidos y elecciones, un dique a las reformas

El año electoral, la agenda partidista y la falta de liderazgo del gobierno calderonista se convierten en los “escollos” para impulsar las reformas estructurales que México necesita, sostienen analistas económicos. Si en el país se concretan las reformas, saldrán las que impongan los partidos y no las que necesita el país, añadieron los expertos.

En el escenario, los especialistas consideran que las posibilidades de que el PRI triunfe en los comicios por la Presidencia de la República, de 2012 lo convierten en el principal actor para que se desarrollen las reformas económicas.

El plano económico obliga a instrumentar cambios, pero la desgracia es que los jaloneos políticos y el año electoral impedirán que se llegue a buen puerto, considera Jesús Sánchez Arciniega, investigador de macroeconomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

“Todo va a depender del jaloneo político que se esté dando en el Congreso de la Unión; las diferentes fuerzas van a querer llevar agua a su molino”, dijo el representante de la máxima casa de estudios en México.

Gabriel Pérez del Peral, director de la Facultad de Economía de la Universidad Panamericana, dijo que el tema político es el principal “escollo” para lograr reformas.

“El PRI, PRD y PAN van a seguir negociando; tratarán de cumplir su agenda electoral y de partido; ése es el principal escollo que le veo, que se vayan a armar los acuerdos maximizando las agendas personales y de grupo”, dijo el académico de la Panamericana.

Pérez del Peral agregó que la agenda política con miras a 2012 es uno de los principales problemas.

Para José Luis de la Cruz, director del Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey, en México no existe un liderazgo claro.

“La pregunta ahora es ¿hacia dónde deben ir las reformas? y es ahí donde existirá el mayor problema, principalmente porque no existe un liderazgo claro en el país y porque hay una diversidad de opiniones y alternativas, dependiendo de la visión e intereses particulares y de grupo”, dijo De la Cruz.

Alfredo Coutiño, director para Latinoamérica de Moody’s Economic.com, confió en que el gobierno del presidente Felipe Calderón demuestre capacidad de liderazgo. A su manera de ver, la reforma que tiene la mayor prioridad, porque se encuentra en terapia intensiva, es la fiscal.

El viernes pasado, José Ángel Gurría, secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), expuso que la reforma fiscal es inaplazable en el país.

“La reforma fiscal es la pata de palo más grande que tenemos aquí”, dijo el funcionario internacional.

A los problemas políticos se suma un asunto adicional que el presidente de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, Mario Alberto Becerra Pocoroba, delineó: se necesitarán tres meses para negociar la estructura de las reformas. “Siento que van a ser tres meses en que no se avanzará mucho hasta que no abran el proceso con participantes que no tengan intereses políticos... tres meses a puerta cerrada con representantes del PAN, PRI y PRD, pienso que si no abren el proceso, se complicará el panorama”, advirtió Pérez del Peral.

Secuestradas

De la Cruz consideró que las reformas laboral y energética tendrán una marcha más lenta, “ya que existe una presión social y de grupos de interés”.

Sánchez Arciniega consideró que la reforma laboral solamente pasará si los sindicatos se flexibilizan. “Todos los diputados que vienen de las corrientes obreras no van a querer dejar perder sus cotos de poder”, dijo el universitario.

Añadió que, en el caso de la reforma de telecomunicaciones, el problema mayúsculo es que las grandes empresas no permiten la apertura del mercado.

Coutiño consideró que la reforma fiscal debe aprobarse a finales de este año, para implementarse en 2011.

Consideró que la reforma política no es urgente, por lo que podría dejarse para finales de 2011.

Pérez del Peral expuso que la reforma energética pasada respondió a intereses del sindicato y del Partido Revolucionario Institucional. “Si no se hace lo necesario para despolitizar estos acuerdos vamos a seguir teniendo reformas light”, dijo el académico de la Panamericana.

Los demonios del PRI

En el escenario positivo para aprobar las reformas bajo la administración panista de Felipe Calderón Hinojosa, se encuentra el hecho de que el PRI pudiera regresar al poder, después de 12 años fuera de Los Pinos.

Coutiño asegura que el PRI debe tener voluntad política para aprobar reformas económicas que le limpiaría el camino en caso de que llegue a triunfar en las elecciones presidenciales de 2012.

“Yo creo que el PRI es uno de los partidos más interesados en promover las reformas y sacarlas. Quizá no con el sello y la magnitud que proponga la presente administración. El PRI va a querer ponerle su propio sello, pero también las va a limitar de tal manera que parte del crédito le quede a ellos”, dijo el analista.

José Ángel Gurría recordó la semana pasada que uno de los principales problemas de México es que los partidos en la oposición se han encargado de boicotear las reformas.

“Yo propuse una reforma fiscal (cuando era secretario de Hacienda) y me la detuvo el señor (Carlos) Medina Plascencia. Decía ni un peso más de impuestos y además hay que darle 14 mil millones de pesos a estados y municipios, pues como dependía de ellos el presupuesto había que hacerlo, y la reforma fiscal ahí se quedó.

“Luego le pregunté a un distinguido panista, ya cuando ganaron ellos las elecciones, ¿por qué me echaron abajo la propuesta? Es que no sabíamos que íbamos a ganar”, dijo Gurría.
José Manuel Arteaga y Manuel Lombera, El Universal, 11 de enero.

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