Perredistas encabezados por los senadores Carlos Sotelo y Lázaro Mazón oficializaron la conformación de un grupo político al interior de la corriente perredista de Los Chuchos, y anunciaron que no respaldarán alianzas electorales con PAN o PRI.
“Manifestamos nuestra oposición a realizar alianzas electorales con PRI o PAN en los estados donde se renovarán las gubernaturas y autoridades locales; además dicha pretensión contraviene los acuerdos del último Congreso Nacional”, que planteó que la lucha debe ser contra la derecha representada por ambos partidos.
El nuevo grupo al interior de la corriente de Los Chuchos, denominado Nueva Izquierda Social, manifestó su respaldo a candidatos perredistas en cinco estados donde la cúpula del partido impulsa alianzas con personajes externos.
Apoyarán a los perredistas Minerva Hernández en Tlaxcala; Arturo Hérviz en Veracruz, Lázaro Mazón en Guerrero, José Guadarrama en Hidalgo y Arturo Achard en Puebla.
Ello, luego de que la dirección nacional perredista encabezada por el líder de Nueva Izquierda, Jesús Ortega, apostó por la candidatura del ex líder de Convergencia Dante Delgado en Veracruz, el senador del PRD David Jiménez Rumbo en Guerrero, y los panistas Xóchitl Gálvez en Hidalgo y Rafael Moreno Valle en Puebla.
“Nada nos debe confundir con el proyecto de la derecha abanderada por PAN y PRI, que le han impuesto al país el mismo modelo económico neoliberal, excluyente y empobrecedor de la mayor parte de la población.”
Este grupo, al que también se sumaron los ex diputados Lorena Villavicencio, Petra Santos, Cristina Portillo y Martín Ramos, así como el senador Arturo Hérviz demandaron que Nueva Izquierda “no circunscriba su acción en las instituciones públicas y la batalla electoral, sino que ésta sea la culminación de nuestra lucha social”, por lo que consideraron necesario apostar por una línea política que combine la movilización social y la lucha popular con el diálogo, la construcción de acuerdos y las reformas en el Congreso.
El grupo que, desde la llegada de Ortega a la dirección nacional del PRD, denunció exclusión en la toma de decisiones al seno de Nueva Izquierda, argumentó su conformación con la finalidad de orientar la línea del partido a “una política clara de izquierda inequívoca”, a partir de candidaturas con ese perfil: “que no hagan perder nuestra identidad”.
Este grupo político también manifestó su respaldo a la lucha del SME, su respaldo a la demanda de la ciudadanía y el gobierno del municipio hidalguense de Zimapán, para cancelar definitivamente el confinamiento tóxico que ahí se ubica.
“Manifestamos nuestra oposición a realizar alianzas electorales con PRI o PAN en los estados donde se renovarán las gubernaturas y autoridades locales; además dicha pretensión contraviene los acuerdos del último Congreso Nacional”, que planteó que la lucha debe ser contra la derecha representada por ambos partidos.
El nuevo grupo al interior de la corriente de Los Chuchos, denominado Nueva Izquierda Social, manifestó su respaldo a candidatos perredistas en cinco estados donde la cúpula del partido impulsa alianzas con personajes externos.
Apoyarán a los perredistas Minerva Hernández en Tlaxcala; Arturo Hérviz en Veracruz, Lázaro Mazón en Guerrero, José Guadarrama en Hidalgo y Arturo Achard en Puebla.
Ello, luego de que la dirección nacional perredista encabezada por el líder de Nueva Izquierda, Jesús Ortega, apostó por la candidatura del ex líder de Convergencia Dante Delgado en Veracruz, el senador del PRD David Jiménez Rumbo en Guerrero, y los panistas Xóchitl Gálvez en Hidalgo y Rafael Moreno Valle en Puebla.
“Nada nos debe confundir con el proyecto de la derecha abanderada por PAN y PRI, que le han impuesto al país el mismo modelo económico neoliberal, excluyente y empobrecedor de la mayor parte de la población.”
Este grupo, al que también se sumaron los ex diputados Lorena Villavicencio, Petra Santos, Cristina Portillo y Martín Ramos, así como el senador Arturo Hérviz demandaron que Nueva Izquierda “no circunscriba su acción en las instituciones públicas y la batalla electoral, sino que ésta sea la culminación de nuestra lucha social”, por lo que consideraron necesario apostar por una línea política que combine la movilización social y la lucha popular con el diálogo, la construcción de acuerdos y las reformas en el Congreso.
El grupo que, desde la llegada de Ortega a la dirección nacional del PRD, denunció exclusión en la toma de decisiones al seno de Nueva Izquierda, argumentó su conformación con la finalidad de orientar la línea del partido a “una política clara de izquierda inequívoca”, a partir de candidaturas con ese perfil: “que no hagan perder nuestra identidad”.
Este grupo político también manifestó su respaldo a la lucha del SME, su respaldo a la demanda de la ciudadanía y el gobierno del municipio hidalguense de Zimapán, para cancelar definitivamente el confinamiento tóxico que ahí se ubica.
Liliana Padilla, Milenio, 20 de enero.
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