WASHINGTON (Agencias).— Cuba y Estados Unidos concluyeron ayer, aquí, su tercera ronda de conversaciones migratorias, en el marco del cauto acercamiento bilateral iniciado por el presidente Barack Obama pero que se ha visto ensombrecido por el caso del contratista estadounidense detenido en La Habana desde diciembre.
Según informó el Departamento de Estado, en la tercera reunión para “discutir la implementación de los acuerdos migratorios” bilaterales, la delegación estadounidense, encabezada por el subsecretario de Estado adjunto para el Hemisferio Occidental, Craig Kelly, abordó, aunque de forma “separada”, la cuestión del contratista Alan Gross, para quien pidió una liberación “inmediata”.
El jueves, la secretaria estadounidense de Estado, Hillary Clinton, había advertido que el caso Gross, a cuya familia recibió personalmente en su oficina, está “dañando” las relaciones entre Washington y La Habana y anunció que así se lo harían saber a la delegación cubana durante la nueva ronda de conversaciones migratorias.
Gross está acusado en Cuba de “haber violado leyes cubanas y cometido graves delitos” al servicio de la “política subversiva del gobierno de Estados Unidos contra Cuba”, según detalló el miércoles el canciller cubano Bruno Rodríguez.
Aparte del caso del contratista, en el encuentro de ayer en Washington las delegaciones estadounidense y la cubana, encabezada por el vicecanciller Dagoberto Rodríguez, revisaron la “implementación” de los acuerdos migratorios bilaterales. La delegación estadounidense “destacó áreas de cooperación exitosa en materia de migración, a la par que identificó cuestiones que han sido un obstáculo a la total implementación de los Acuerdos”, dijo el Departamento de Estado de EU.
Según el comunicado oficial, entre las “prioridades” de Washington en el encuentro figuraron “asegurar que la Sección de Intereses en La Habana pueda operar de forma efectiva, monitorear el bienestar de migrantes repatriados y lograr la aceptación del gobierno cubano de la repatriación de ciudadanos cubanos sujetos a expulsión de EU por motivos criminales”.
El vicecanciller cubano destacó que en el encuentro se buscó establecer “mecanismos más efectivos de cooperación” en materia migratoria, como la organización de talleres “para combatir el uso de documentos de viaje falsos”.
Rodríguez criticó la Ley de Ajuste cubano y la política de “pies secos-pies mojados” que aplica EU ante los cubanos que llegan a su territorio, indicando que “violan el espíritu y la letra de los acuerdos migratorios” y constituyen el “principal estímulo a las salidas ilegales desde Cuba y al tráfico de personas”.
La próxima ronda de conversaciones migratorias se hará en La Habana a “fines de 2010”.
En tanto, en su tercer día de viaje oficial a Cuba, el secretario del Vaticano para las Relaciones con los Estados, Dominique Mamberti, visitó una escuela para niños con limitaciones físicas motoras en La Habana.
Según informó el Departamento de Estado, en la tercera reunión para “discutir la implementación de los acuerdos migratorios” bilaterales, la delegación estadounidense, encabezada por el subsecretario de Estado adjunto para el Hemisferio Occidental, Craig Kelly, abordó, aunque de forma “separada”, la cuestión del contratista Alan Gross, para quien pidió una liberación “inmediata”.
El jueves, la secretaria estadounidense de Estado, Hillary Clinton, había advertido que el caso Gross, a cuya familia recibió personalmente en su oficina, está “dañando” las relaciones entre Washington y La Habana y anunció que así se lo harían saber a la delegación cubana durante la nueva ronda de conversaciones migratorias.
Gross está acusado en Cuba de “haber violado leyes cubanas y cometido graves delitos” al servicio de la “política subversiva del gobierno de Estados Unidos contra Cuba”, según detalló el miércoles el canciller cubano Bruno Rodríguez.
Aparte del caso del contratista, en el encuentro de ayer en Washington las delegaciones estadounidense y la cubana, encabezada por el vicecanciller Dagoberto Rodríguez, revisaron la “implementación” de los acuerdos migratorios bilaterales. La delegación estadounidense “destacó áreas de cooperación exitosa en materia de migración, a la par que identificó cuestiones que han sido un obstáculo a la total implementación de los Acuerdos”, dijo el Departamento de Estado de EU.
Según el comunicado oficial, entre las “prioridades” de Washington en el encuentro figuraron “asegurar que la Sección de Intereses en La Habana pueda operar de forma efectiva, monitorear el bienestar de migrantes repatriados y lograr la aceptación del gobierno cubano de la repatriación de ciudadanos cubanos sujetos a expulsión de EU por motivos criminales”.
El vicecanciller cubano destacó que en el encuentro se buscó establecer “mecanismos más efectivos de cooperación” en materia migratoria, como la organización de talleres “para combatir el uso de documentos de viaje falsos”.
Rodríguez criticó la Ley de Ajuste cubano y la política de “pies secos-pies mojados” que aplica EU ante los cubanos que llegan a su territorio, indicando que “violan el espíritu y la letra de los acuerdos migratorios” y constituyen el “principal estímulo a las salidas ilegales desde Cuba y al tráfico de personas”.
La próxima ronda de conversaciones migratorias se hará en La Habana a “fines de 2010”.
En tanto, en su tercer día de viaje oficial a Cuba, el secretario del Vaticano para las Relaciones con los Estados, Dominique Mamberti, visitó una escuela para niños con limitaciones físicas motoras en La Habana.
El Universal, 19 de junio.
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